Sheinbaum: 30 puntos arriba

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Sí, saberlo fue un valde de agua helada en la cara a los opositores. Fue brutal descubrir que la encuesta Buendía & Márquez otorgaba 30 puntos arriba a Sheinbaum sobre Gálvez. Los medios opositores solo pudieron balbucear y medio, solo medio, minimizar tan contundente hecho. Entonces ¿Morena ya ganó la presidencia? no. O ¿Xóchitl Gálvez es buena candidata? Tampoco. A juzgar por los hechos en el otoño de 2023, Gálvez es una pésima candidata. Y si esto no agrada saberlo, haberse buscado algo mejorcito o construido opción durante 5 años, en vez de solo usar ese tiempo para insultar a López como opositores. Y faltan 7 meses y medio para las elecciones.

Por supuesto que hay que revisar y hacer varias lecturas de esa encuesta. La primera de ellas es reconocer qué en su día, López Obrador tenía amplias ventajas cuando salían encuestas favoreciéndolo como prepreprecandidato; no había campaña ni contrincante, ya luego la cosa se ajustaba. Lo normal. Siempre sucedió, aunque en 2018 llevaba amplia ventaja que jamás perdió y entonces, los medios opositores reaccionaron callándolas, lo más posible. Tramposos. Ni con esas tretas consiguieron frenarlo.

Y sicede que ahora es distinto y que lo sepan los opositores: en este caso, sí hay contrincante y con ese panorama, la gente prefiere a Sheinbaum. Sus detractores rezongan que aún no empieza la campaña o que la encuesta nada dice del Congreso. Bueno, de eso ya hablaremos más adelante.

En segundo lugar, decíamos la semana anterior que los priistas no se adornen tanto. El titular de Buendía & Márquez ha dicho algo contundente: la gente rechaza la opción Gálvez, debido a que como Frente le rechaza que incluya las siglas PRI. Clarito. Rotundo. Lo normal y qué merecidísimo varapalo en la cara reciben los priistas, tan odiadores, tan rezongones de la 4T, tan mezquinos y tan insultantes a los morenistas. Y tan creyentes de que son estupendos sin serlo. Sin serlo, repítase. Y con su impresentable Alito, merecen que los echen de todos los cargos públicos.

No es cosa menor ser rechazados y no es, por tanto y en apariencia, la candidata per se lo que causa el rechazo. Es juntarse con el PRI. Es que es bien sencillo de entenderlo. La gente no quiere PRI, lo abomina. Este país ya no necesita PRI. Entiendan opositores. La gente no votará nada más por votar, nada más por rehuir a Morena. Si ven PRI, les negarán el voto. Se necesitaría tener mucho odio nada más y ser visceral y muy ciego, o priista, qué para el caso, para darles el voto. Quien sea sensato no le dará el voto al PRI a través de terceros. Y es lo adecuado: negárselo. Eso explica por qué en Edomex los panistas azuleaban a la priista Del Moral en sus pancartas y ocultaban el logo PRI. Era una engañifa a los electores hacerla pasar por la panista que no era. Y escondían su logo.

Pero es lo de menos la candidata. O sea, el PRI sigue sin ser bien visto, no es opción. Ojo, por eso hoy solo desgobierna 2 entidades. No será por estupendo. El PRI es pésima opción, no es opción en 2024 como no lo ha sido antes. Para ningún cargo. Es maleta, corrupto, inoperante y no tiene remedio. Representa gobiernos desfalcadores y militantes abusivos. Los priistas de toda laya, abiertos y encubiertos, lo saben. No deben rehuirlo ni dar tantas maromas ni tantas vueltas justificándose y no asumiendo. Se ven mal. El PRI, admítalo: es rechazado y eso es lo importante. Es la oportunidad de negarle su regreso a escondidas en las enaguas panistas que actúan de alcahuetas y encubridoras. El PAN, sin agenda ni nada, necea juntándose con él. Pues entonces, que corran la misma suerte que el PRI.

En tercer lugar, Xóchitl Gálvez, multada recién por actos anticipados de campaña, ya que el Frente es ilegal en su actuar (normal), reaccionó de la misma desafortunada manera –frivola– que Peña Nieto: con un soso “esto apenas empieza” y un “no estoy en campaña” o desestimando las encuestas. Cuidado, Peña desestimaba las encuestas y acabó con el 22% de aceptación ya como presidente. Si Gálvez no las atiende, perderá. Si eso no importa al Frente, sino ganar el Congreso, es una pésima lectura y mejor avísenle que se retire la todavía bastante desconocida candidata. El candidato presidencial suele arrastrar al resto. No es lo que sus simplistas opositores llamaban un “efecto López Obrador”, es el efecto y punto. En una de esas ni Presidencia ni Congreso para los opositores.

Así como Gálvez se rodea de Gurría, Guajardo, Lozano, Vázquez Mota o Zavala, así en todos los niveles. Recurrir a puro cartucho quemado bien puede ser su perdición. No entienden que no entienden; así esos nombres, esa clase política, la rechazada en las urnas ya antes, la vuelven a poner a electores que ya le dieron la espalda. De la oposición es incorregible su incapacidad para renovarse y es vergonzante y es brutal. Y ni rectifican ni se renuevan. Pues la suerte parece ya echada, entonces. Que Sheinbaum sume a Monreal y a Adan Augusto López es que va por las mismas, aunque habla de su propio blindaje. Estrategias de ambas, a final de cuentas.

El cuarto punto va de la mano: Gálvez dice que se retiró para hacer estrategia. Ahora así le dicen al declive. Pues como siga ofreciendo las mismas quejumbres y los mismos rostros ajados como equipo, desprestigiados, no levantará ni con viagra. Y conste, no es que la Sheinbaum sea mejor, simplemente, la Gálvez no lo es ni de milagro. Y lo saben los frentistas, pues carecen de candidata con arrastre. Bueno, en realidad arrastra el desprestigio de PRI y PAN.

En quinto lugar, la encuesta revela algo similar a lo que le pasó a Peña Nieto. Presidencia, o sea, Peña, consultó tres veces en el sexenio pasado el resultado de unas presidenciales con miras a 2018. Sucedió en 2014, 2015 y 2017. En todas perdía el PRI. Normal, no podía ser de otra forma con semejantes impresentables. Cuando los priistas se llaman sorprendidos, están enojados de que ganó López, …ya sabían que perderían. Nada más le hacen al cuento. Así pues, hacia 2024, hoy, nada para nadie, nadie se llame ganador hasta que las urnas hablen, pero es verdad que las urnas se ganan.

Por último, es preciso decirlo de nuevo: Gálvez no es producto de una elección ciudadana, que ya ni efectuó su consulta final como se dijo que sucedería; sino que deriva de la imposición de Claudio X. González. Gálvez no llega descobijada ni es víctima. Quitémonos de la cabeza y rechacemos la mentira de que lo sea. Está recubierta de nuestra infidencia, pues propala esa oposición desvergonzada el cuento chino de que ella solo es apoyada por el pueblo. Qué burdos. ¿Y a Sheinbaum solo la apoya el aparato del Estado? No es así. Qué modesta es la oposición callándose sus propias trapacerías y apoyos reales.  Ni todo el pueblo está con Gálvez ni llega desvestida o sin apoyos muy poderosos, sobradamente los tiene y poderosos y que son muy contrarios al presidente: empresarios y políticos corruptos que no están a gusto con las limitantes que han “padecido este sexenio” frente al poder. Esos son los apoyos poderosos de Gálvez. Hacerle a la llorona y creerla martir y que enfrenta sola con su soledad al Estado mexicano, es una patraña, una falacia que no se sostiene por nada, una gran mentira difundida que merece siempre desenmascararse. Gálvez representa un modelo derrotado en 2018, incapacitado para renovarse y lo demuestra así cada día. Gálvez no es mejor que Sheinbaum.

Rinconete. Qué falaz es la oposición pretendiendo a fuerzas, marrulleramente, que México se posicione en el tema árabe-israelí, como si no lo hubiera hecho Exteriores ya desde hace mucho tiempo. Sostenemos relaciones con Palestina y con Israel. Sí, Hamás es terrible, mas desafortunadamente para bailar el tango se necesitan dos y está perfectamente documentado el cerco al que Israel sujeta la Franja de Gaza hace ya 15 años, y que tan torpemente han intentado forzar que cese atacando Hamás hacia Israel y contra Israel. Independientemente de que sea un tema añejo y de complicada solución, ya que al menos esta columna considera que es insalvable definir el status pendiente de Jerusalén (desde 1967) y la ineludible convivencia de dos estados, también apúntese que la señora embajadora de Israel olvida en su inopinada y torpe censura que raya en igual de inadmisible injerencismo, que no solo México hizo un llamado a la paz, sino que su gobierno, el del Neta, populista donde los haya, aplaudió el muro de Trump en su día, mientras levantaba los propios, y se ha negado sistemáticamente a entregar a Zerón y a Roemer, ambos no solicitados como favor, sino en el marco de ese mismo derecho internacional que todos aclaman que se respete; y la lentitud actuando en ambos casos, es pasmosa. Francamente, ha estado muy fuera de lugar su aspaviento y ha sido decorosa cumpliendo el mínimo necesario, la respuesta que le propinó el primer mandatario. No es la primera vez que se choca con Israel ni la primera que censura al gobierno mexicano. Que los opositores a López no vengan con monsergas del enojo de Israel, que en la relación bilateral tampoco hay motivos para estar de plácemes con su proceder hacia México. Lástima por la excelente cooperación para sacar de ese país a los mexicanos que ni la deben ni la temen, símbolo de que las cosas cuando se quiere, pueden marchar mejor. Y cabe apuntar: Exteriores desde un inicio dejó claro lo que amañadamente no quiso ver la señora embajadora y los oponentes. Qué pena que no pusiera igual de atención.  Y el PAN hipócrita: callándose cuando Fox insulta a Sheinbaum llamándola judía extranjera y condoliéndose por el ataque al estado judío.