Nuevo León presenta una interesante situación política en estos momentos. Y puede servir de ejemplo para verse como un caso de controversia sobre los derechos político electorales de un gobernador, como un caso de contrapesos del Poder Legislativo respecto del Ejecutivo, o como un caso del deber ser del gobernante.
Como es sabido, Samuel Alejandro García Sepúlveda solicitó licencia para separarse del cargo de gobernador de Nuevo León por 6 meses, “los cuales se deberán de computar antes del día de la elección presidencial”.
Al hacer tal precisión pretende reunir el requisito constitucional de elegibilidad para competir en la elección del 2024 a la Presidencia de la República, para lo cual primero debe ser postulado por Movimiento Ciudadano como su candidato.
Cosa que está en veremos porque el dirigente nacional emecista, Dante Delgado, sigue sin descartar a Marcelo Ebrard; incluso, él mismo ha manifestado el deseo de convertirse en el candidato presidencial naranja en caso de no haber alternativa (¡qué sacrificado!).
Mientras, Samuel García quiere estar en condiciones de elegibilidad por si se le hace la candidatura. Pero se le agota el plazo, por eso solicita una licencia “temporal” con carácter de “urgente” para que en la primera semana de noviembre esté más que listo para representar a Movimiento Ciudadano en la elección presidencial del próximo año.
Cosa que también está en veremos. Porque es incierto que el Congreso del Estado le conceda la licencia. De negársele, ahora sí Samuel García tendrá elementos para impugnar ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), porque su demanda anterior fue al vacío.
Y la Sala Superior decidirá si los derechos político electorales del ciudadano Samuel García están por encima de la negativa (en su caso) del Congreso de concederle la licencia. Y miren que Samuel ha sido astuto al pedir el permiso ex profeso para competir por la Presidencia de la República. O sea, desde ahora está definiendo el motivo de un probable litigio.
Mientras tanto es facultad del Congreso de Nuevo León concederle o negar la licencia, lo cual dependerá del Pleno del Congreso, donde Movimiento Ciudadano no tiene mayoría, sino apenas 11 de 42 diputaciones; el PAN tiene 14, el PRI 14, Morena 2 y el PVEM 1.
Una composición que augura la negativa a la solicitud de licencia de Samuel García, quien, por lo que se dice, no ha procurado consensos con las fuerzas políticas camerales, ni en este ni en otros asuntos. Más bien se ha peleado con legisladores.
Igual le pueden conceder la licencia por seis meses. Y ahí viene otro conflicto: ¿Quién se queda en lugar de Samuel García? Éste plantea que sea el Secretario General de Gobierno (claro, quiere seguir controlando el Ejecutivo), pero la Constitución Local en su artículo 122 establece que:
“Si la licencia fuere por más de treinta días naturales o en caso de impedimento del Gobernador debidamente comprobado, el Congreso del Estado o la Diputación Permanente, en su caso, nombrará al ciudadano que se encargue interinamente del Poder Ejecutivo.”
Lo debe nombrar el Congreso o la Diputación Permanente, en cuyo caso seguro que no sería de MC, sino del PAN o del PRI en un acuerdo conjunto entre ambos grupos parlamentarios. Y eso no conviene a Movimiento Ciudadano, menos a Samuel García, por eso éste propone que sea el Secretario General de Gobierno, pero éste tendría pase automático si la licencia del gobernador fuese de 30 días o menos.
Claro, Samuel García podría convencer a la mayoría del Congreso para su anuencia a la licencia temporal de 6 meses y para que el Secretario General de Gobierno se quede en el Despacho de la gubernatura.
Por lo pronto, parece un caso donde el Legislativo puede hacer valer el equilibrio de poderes respecto del Ejecutivo. A ver qué pasa.
PROTESTÓ PARA SEIS AÑOS
Diputados de oposición de Nuevo León dicen, y dicen bien, que Samuel García rindió protesta como Gobernador Constitucional por un periodo de seis años. Entonces, ¿para qué buscar otro cargo de elección popular cuando aún no concluye el del Ejecutivo estatal?
Cosas de ego, de currículum, porque tampoco iría a la segura rumbo al 2024. Tanto así que la solicitud de licencia es temporal, no definitiva.
Mientras, va a distraer su atención de los asuntos de la administración pública de Nuevo León por andar en la contienda electoral.
El deber ser del gobernador es concluir su mandato; luego que busque el cargo que quiera.
