La tarde del domingo 22 de octubre del 2023, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó de la evolución de la tormenta tropical Dieciocho-E a la tormenta tropical Otis en el Océano Pacífico, localizándose a 600 kilómetros al sur de Puerto Ángel, Oaxaca, y a 800 kilómetros al sur-sureste de Acapulco Guerrero, con desplazamiento hacia el nor-noreste.
Y a las 09:00 horas del día 24, informó que la tormenta tropical Otis mantenía su trayectoria hacia Guerrero. Horas después, a las 12:00, alertó que Otis se había intensificado a huracán categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, frente a las costas de Guerrero.
A las 14:00 horas del mismo 24, informó que Otis se había intensificado rápidamente a huracán categoría 2 en la escala Saffir-Simpson; localizándose a 170 kilómetros (km) al suroeste de Punta Maldonado y a 220 km al sur-sureste de Acapulco, con vientos máximos sostenidos de 175 kilómetros por hora.
Y que “no se descarta(ba)” su evolución a categoría 3 en próximas horas.
Una hora después, el huracán Otis se había intensificado a categoría 3 de la escala Saffir-Simpson, con vientos de 205 kilómetros por hora.
A las 20:00 horas del mismo 24, alertó que Otis ya se había intensificado a categoría 4, y que se desplazaría frente a las costas de Guerrero y Oaxaca. Sus vientos máximos sostenidos se habían incrementado a 230 km/h.
Esa misma noche, previno que Otis podría alcanzar la categoría 5 antes impactar en costas de Guerrero.
A las 22:00 horas también del día 24, la Conagua informó que a las 21:00 horas Otis había alcanzado la categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, aproximadamente a 90 kilómetros (km) al sur-sureste de Acapulco.
Y que mantenía su trayectoria hacia las costas de Guerrero.
Y la madrugada del 25, informó que a las 00:25 horas, el centro del huracán Otis había tocado tierra en inmediaciones del municipio de Acapulco de Juárez, Guerrero, como categoría 5; con vientos máximos sostenidos de 270 km/h, rachas de 330 km/h y desplazamiento a 17 km/h al nor-noroeste.
Otis todavía estuvo en tierra como categoría 4 hasta que se debilitó a baja presión.
El contexto anterior para pregunta: ¿Hubo o no hubo tiempo de alertar a la población sobre la rápida velocidad de Otis y su inminente impacto en poblaciones de Guerrero? ¿Hubo o no hubo tiempo de evacuar a turistas y habitantes en general de Acapulco y municipios en riego por el fenómeno natural?
Parece que sí hubo tiempo.
Y no se necesita ser metereologo para darse cuenta del peligro que acechaba a ese destino turístico, uno de los más concurridos de México. Y también a otros municipios. Porque este es otro tema: Todo mundo ha concentrado su atención en Acapulco, pero seguramente habrá más poblaciones afectadas por Otis.
Hubo tiempo suficiente de alertar y de desalojar a turistas y habitantes en general. Los comerciantes hubiesen tenido tiempo de reforzar puertas y ventanas para aminorar el impacto del huracán, así como los posteriores actos de rapiña.
Sin embargo, parece que nadie alertó.
Tal vez nadie tome con seriedad la información generada por el Servicio Meterológico Nacional de la Conagua, que seguramente sirve más para saber el clima durante determinado día, que para tomar medidas preventivas ante una huracán.
Otis deja la enseñanza de que la población mexicana y el gobierno en en sus distintos órdenes, no están preparados para enfrentar un fenómeno del tamaño de Otis, incluso menos, pues no habría que esperar al cateroría 5 para desalojar a la población.
Nos hemos preperado mucho para hacer frente a sismos, pero nos hemos olvidado de la existencia de otros fenómenos naturales. Incluso, de los desastres causados por humanos.
¿Por qué no se evacúo a la población y al turismo cuando la gobernadora Evelyn Salgado sabía del riego? Ella informó en sus redes sociales de la evolución de Otis. ¿O no maneja sus redes? ¿O no estaba en Guerrero?