Tribunal Electoral, ¿con la vara que mides serás medido…?

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Qué grave que en pleno proceso electoral haga crisis la división interna en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), según por irregularidades en el manejo administrativo y falta de liderazgo del magistrado presidente Reyes Rodríguez Mondragón.

Eso conforme al dicho de tres de sus pares: Los magistrados Felipe de la Mata Pizaña y Felipe Fuentes Barrera, y la magistrada Mónica Aralí Soto Fregoso, quienes en la sesión pública de este jueves pidieron la renuncia de Reyes Mondragón, quien el 2 de septiembre del 2021 fue electo por unanimidad presidente de la Sala Superior para fungir a partir de ese mismo día y hasta el 24 de octubre del 2024.

LA PRÁCTICA DE DEPONER

Nada más falta que la Sala Superior institucionalice la práctica de deponer a quien ejerza la presidencia de la misma.

Reyes Mondragón llegó a la presidencia de la Sala Superior luego de la destitución del entonces magistrado presidente José Luis Vargas Valdez también señalado de irregularidades administrativas y de afectar la imagen del Tribunal Electoral al estar siendo investigado por la Fiscalía General de la República por enriquecimiento ilícito.

En tal ocasión, los magistrados Felipe de la Mata, Indalfer Infante, Reyes Rodríguez y Felipe Fuentes, así como la magistrada Janine Otálora asistieron a la sesión en la cual se aprobó la remoción de Vargas Valdez, quien solo tenía como aliada a la magistrada Mónica Soto.

Quien sabe si a Reyes le aplique “con la vara que mides serás medido”. Pero ahora tres de sus pares piden su renuncia inmediata no como magistrado presidente de la Sala Superior.

Poco antes de la destitución de Vargas Valdez y en lo sucesivo (hasta hace no mucho), Reyes Rodríguez, Felipe de la Mata Pizaña, Janine Otálora e Indalfer Infante venían haciendo equipo, o al menos eso parecía por el sentido de su voto en las resoluciones jurisdiccionales.

Hubo salvedades. Una de las cuales fue el revés al proyecto de resolución del magistrado Felipe de la Mata que proponía que fueran cuatro y no cinco gubernaturas de género para las elecciones locales del 2024. ¿Se enojaría por eso?

No obstante las salvedades, era como el equipo de resoluciones de avanzada, que favorecía más los derechos humanos, los principios. Y el que en sus decisiones mostraba cierta resistencia a doblarse frente a los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Y miren ahora, hecha trizas la unidad de un equipo.

No está completo el Pleno de la Sala Superior, faltan dos magistrados porque el Senado no ha nombrado a quienes entren en lugar de Vargas Valdez e Indalfer Infante, quienes hace poco dejaron la magistratura por vencimiento del periodo para el que fueron nombrados.

Si estuviera completo el Pleno, tal vez fuese distinta la situación interna en estos momentos; o ya se hubiesen unido para destituir a Reyes Rodríguez.

En la sesión pública en la cual pidieron la renuncia de Rodríguez Mondragón a la presidencia de la Sala Superior, Felipe de la Mata Pizaña (magistrado destacado por sus resoluciones principialistas) apeló a respetar la decisión de la mayoría del Pleno porque es  democrático. Pero ¿es constitucional y legal?

LA CRISIS AFECTA

Las y los magistrados de la Sala Superior inconformes con la actuación de Reyes Rodríguez han manifestado que su petición de renuncia de éste, no afecta la actividad jurisdiccional.

Pero sí afecta. De entrada genera dilación. Por ejemplo, pospusieron una sesión y luego la otra no se concluyó porque en la misma hizo crisis el conflicto interno. Luego pone en riesgo la constitucionalidad y legalidad de la conducción de la Sala. Empaña la credibilidad del máximo órgano jurisdiccional en materia electoral. Y da argumentos para una próxima reforma en la que hasta desaparezcan al Tribunal Electoral.

A ver en qué termina este conflicto, que como está pinta para la dimisión del magistrado Reyes Rodríguez a la presidencia del Tribunal, con todos sus riesgos. Amén del deber de explicar por qué sus pares lo acusan de permitir la injerencia de despachos de abogados.

En fin, es grave la crisis en el TEPJF, cuya Sala Superior califica la elección de la Presidencia de la República.

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