Se fue el quinto año y la oposición solo nos engañó  

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Cerramos 2023 y el balance es obligado. La oposición mexicana es patética, incorregiblemente mentirosa, muy mañosa y está extraviada con una candidata, la Gálvez,  que no levanta ni con viagra y cierra el año con olor a derrota. La Gálvez fue una mala opción, visto lo visto. En su engañifa permanente, la oposición se calla amañadamente que si votas Gálvez estás votando el regreso del PRI. Sí, Gálvez es PRI y el PRI la candidatea. Votar a favor de ella es traer de regreso al PRI. De verdad, ¿México necesita el regreso del PRI, después de haber desfalcado al país y haber dejado saqueado al Estado mexicano en el sexenio de Peña?

Pues, se acaba el sexenio y aunque la oposición siempre ociosa e incapacitada para proponer nada sensato, negada, ciega, solo ha ido dispuesta a mostrarse anquilosada, decrépita y muy corrupta como Taboada, en su regodeo infantil e inmaduro solo atina a contar los días que restan al sexenio López Obrador para relevarlo, contándolos sin mostrarnos como oposición el tener mérito alguno para ocupar su lugar y sin buscar con seriedad, el conseguirlo; mostrando las mismas caras corruptas e impresentables de toda la vida, equipos de asesores de la prianista Gálvez que son sinónimo de retroceso, pasado y fracaso y a diario en distintos medios opositores cuentan cuántos días faltan para el día soñado, medios donde hacen análisis sesudos asaz ridículos y no pierden oportunidad de anunciar la cifra restante de días faltantes a este sexenio haciendo gala de ociosidad; y también dígase que mejor deberían de estar haciéndose recuento de sus muchas mentiras abiertas y calculadas como opositores y como medios alcahuetes de tales, que expresaron sobre este sexenio durante este sexenio y que al terminar 2023, simplemente, no asoman ni por elemental error ya vueltas realidad. Lo dicho: la oposición en México es mentirosa.

Ni la recesión llegó con Morena ni el dólar a 35 ni la inflación a las nubes ni ya somos Cuba ni menos, Venezuela. Un orate me dijo: “no somos, pero estamos en vías de serlo”. ¡Vaya tontería opositora más burda! Lo de ser ya una dictadura es una babosada panista tamaño regio y los desvaríos panistas acatarrando a la OEA un día sí y otro también, reclamando allá en el exterior la atención que las urnas no le prestan al PAN en el interior por ser hoy una pésima opción como sus alcahuetes, ya son anécdotas vergonzantes de una oposición sorda y de un panismo tan extraviado que hace rato que no hay manera de ayudarlo y su dirigente nacional nos confirma a diario que está para el diván y urge que se recueste.

Se va 2023 con leves mejores expectativas económicas después del bache que supuso la pandemia y sin menospreciar que Acapulco aún requiere de tanta ayuda, que no puede ser solo de papá gobierno y eso que le quede claro a todo el mundo; y las expectativas mejoradas de 2024 son mejores a las que previeron gobierno y Banco de México. No los opositores, que no han atinado a nada ni han propuesto nada objetivo a cambio, en estos 5 años. Por su indolencia, su indiferencia y su evidente incapacidad, no extraña que carezcan de una candidata fuerte si se la han pasado descalificando todo en vez de construir propuesta responsable, lo que ya es mucho pedirles.

Cierran el año las dos candidatas a la presidencia velando sus armas. Termina el año la Gálvez, muy perdedora. No, no basta decir “nadie la conocía y vean lo que ha remontado”. No le va a alcanzar.  No, no remonta más porque no convence más y no lo hace por ser apadrinada de Claudio X. González, lo es y lo saben, porque representa al PRI, por haber sido impuesta, por carecer de propuesta, por habérsela comprado los opositores mismos como la idónea indigenista popular que ve por el pueblo y basándose en la triste narrativa de vender gelatinas, pretender que tanta mediocridad sumada oculte que representa a los mismos de 2018 sin ideas renovadas. Ya México cayó en la trampa de retroceder en 2012 con el putrefacto PRI. Tiene la enorme oportunidad de esta vez, no ser embaucado de nuevo por estos opositores frentistas.

Se va el año y está esa candidata Gálvez como en un inicio de su periplo: en el hoyo. Y es la única responsable. Que se deje de zarandajas culpando a López Obrador. Ya es hora de que nos diga qué piensa hacer con la presidencia. Y es lo que está incapacitada de decirnos, porque es más barato, supone, solo atacar a López en vez de esbozar qué país quiere. ¡Ahhh! sí, que dice querer uno xingón, pero eso y nada es exactamente lo mismo. ¿Conseguirá remontar? eso no lo sabemos. Si sus seguidores van inventando nuevos cuentos, la Rabadán no deja de gritar como posesa y, desafortunadamente, engatusando incautos, tal vez lo consiga. Los menos, por fortuna –que la gente la tiene bien ubicada en su histrionismo ramplón– y el panorama que dibuja la oposición es uno en donde no promete ganar la Gálvez. Sin estrategia ni seriedad, imposible.

Definido el panorama electoral que, por lo visto, no admite más candidatos a la presidencia luego del desaguisado de Samuel García y Verástegui que es otro chiste muy mal contado, el año 24 pinta para encumbrar una mujer a la presidencia de México, lo cual es una excelente oportunidad en el bicentenario de la República que se cumplirá 4 días después de terminado el sexenio de López Obrador. Lo que resta por saber es si Gálvez seguirá con sus gracejadas y dislates y si Sheinbaum podrá volar sola. Lo sabremos en sus efectos, hasta el 2 de junio próximo.

A usted amable lector, mis felicitaciones por el año nuevo y mi agradecimiento por su valiosa atención en 2023, seguro de contar con ella en el siguiente año.