Pegará la pandemia en el ánimo electoral

0
952

Si diéramos por ciertos y definitivos los datos que alegremente nos comparten las empresas encuestadoras para las elecciones de junio de este año, tendríamos que llegar a la conclusión de que no tendría ningún sentido acudir a las casillas a depositar nuestro voto. Pero no, no es sí.

Hay que distinguir entre la realidad y los datos interesados o cuchareados. Las empresas encuestadoras no son pitonisas, no tienen bola mágica y contra lo que parece, no adivinan resultados electorales sino que muestran una instantánea del proceso político del momento y, por tanto, todo puede cambiar, hoy no hay nada para nadie, la elección todavía está en el aire.

Son muchos los factores que determinarán los resultados de los comicios de este año, quizá el más importante sea el de la participación de los electores en las urnas, sobre todo en esta época de pandemia.

En los últimos tres procesos electorales federales intermedios la participación promedio ha sido del 45 por ciento, 20 por ciento menos que las presidenciales.

Bajo esta perspectiva, la participación promedio en las elecciones del 6 de junio de 2021 ser menor al 45 por ciento.

 

Sin carro completo

Hace uno año, la mayoría de las encuestadoras daban como un hecho que Morena arrasaría en las votaciones del Congreso y en la mayoría de las 15 elecciones para gobernador, con excepción de Querétaro.

Pero tenemos otros datos. La pandemia, la lenta respuesta del sector salud ante la emergencia, el número de muertos tres veces mayor al estimado por López Gatell, el desplome en los principales indicadores económicos, el aumento del desempleo, los magros resultados en los temas de inseguridad, el deterioro educativo de los niños por la parálisis de los centros educativos del país, todos estos elementos van a influir en los resultados electorales del 6 de junio.

Tome nota. Roy Campos de Consulta Mitofsky y Alejandro Moreno de El Financiero, coinciden en que Morena no se llevará el “carro completo”.

Hay que tomar en cuenta es que en la elección intermedia de este año el nombre del presidente de la República no estará en la boleta como para jalar el voto a favor de su partido. A estas alturas el activismo presidencial podría ser contraproducente pues por conseguir votos estaría desatendiendo la emergencia sanitaria.

Todavía sin candidatos, Morena nada tiene que hacer en Querétaro y Baja California Sur, mientras que Sonora y Nuevo León se perfilan como muy competidos.

Con candidatos, los resultados tampoco le son promisorios para Morena, en virtud de que en su mayoría serán importados de otros partidos como el PRI y PAN. Morena sigue conservando el título del partido con más trapecistas, maromeros y chapulines en su estructura.

Lo que no debemos perder de vista es que si bien el presidente de la República mantiene un muy elevado nivel de aceptación en las encuestas, en contraste Morena se ha mantenido, pero rezagado.

Morena ha mostrado un comportamiento errático en las preferencias electorales. De acuerdo a datos de las encuestas de El Financiero, si bien el partido en el poder logró colocarse en niveles de 46 por ciento durante los primeros meses del actual gobierno, tuvo una caída al 32 por ciento en julio de 2019, y en abril del 2020, en el inicio de la pandemia, se desplomó al 18 por ciento. Todavía nadie explica cómo, pero logró remontar hasta el 36 por ciento en enero de 2021.

Para tener un punto de referencia real recordemos que en las elecciones federales de 2018, el presidente López Obrador ganó con el 53.19 por ciento de la votación total, pero Morena ganó el Congreso con el 37.24 por ciento. Morena hizo circo y maroma, literalmente, para aumentar su peso en el Congreso, importando legisladores del PRD, PT, PES y PVEM pero se le pasó la mano pues en la Cámara de Diputados logró tener una sobrerepresentación artificial de hasta el 54 por ciento, hoy es de 51.2 por ciento.

Hoy la bancada de Morena cuenta con 256 diputados en San Lázaro, pero comenzó con 191. De ahí que el reestreno en México de la reelección podría cambiar el mapa político en San Lázaro.

Un elemento adicional que ya toman en cuenta los encuestadores son las alianzas. Se cierra mucho la brecha electoral cuando va Morena acompañado, frente a la triada PRI-PAN-PRD.

 

¿Y la oposición?

En realidad, la oposición en el Congreso tiene el reto de superar el estigma de haber sido prácticamente borrada del mapa, tanto que algunos grupos parlamentarios caben holgadamente en una selfie.

Otra expectativa desastrosa para la izquierda es que desaparezca definitivamente el Partido de la Revolución Democrática, por todo lo que implicó en la formación del actual gobierno.

Si la desaparición del PRD del Congreso será una tragedia, el PRI será el gran perdedor sobre todo en número de gubernaturas, en cambio el PAN podría aumentar su stock de diputados y gobernadores. Pero esa es otra historia.

 

Columnómetro de Aquiles Baeza

1.- Chapulinazoo de la semana. El alcalde Xavier Nava, nieto del icónico doctor Salvador Nava, realizó ayer un brinco de fantasía, tres vueltas en el aire para caer de espaldas, todo para dejar las filas del PAN y buscar la reelección capitalina de San Luis Potosí ahora por Morena.

2.- Que las agrupaciones que apoyan la alianza Va por México se quedaron chiflando en la loma, pues no las incluyeron en el reparto de candidaturas. Las ignoraron, pues. En cambio, los mismos de siempre se agandallaron las pluris y todavía lo presumen.

@ChuchoˍSanchez