Respuesta a Córdova y asistentes: la democracia es de todos, no rosa

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Justo por todo lo que jeremiqueó en el Zócalo, por todo eso, es que él y quienes se vistieron de rosa de manera facciosa, merecen saber que la democracia no tiene colores. Y es de todos, aunque no se vistan de rosa. Les guste o no les guste. Es de todos.

 

Porque en democracia todos caben. Hasta Morena, que la desprecian e insultan a sus militantes y simpatizantes. Sería bueno que ya se dejen de ese faccioso discurso de “los de rosa sí son demócratas”. Y decirnos qué país quieren, pues su candidata está incapacitada de articularlo. El discurso mesiánico repitiendo todos a coro, fue tan patético. Y llenársele la boca a Córdova con la palabra democracia nos recuerda que Córdova es el menos indicado para hablar de su defensa. Sí, en la mexicana es una sociedad donde todos cabemos, por eso no se entiende la postura panista de llamarse ellos solos como los demócratas. Su llamado a que la gente se involucre fue acompañada de la idea de atacar a quien no piensa como tú. Porque defenderla era contra quienes discrepen de su idea peculiar de democracia. ¿La que se reparte cargos, Marko Cortés? No, pues gracias, mejor no.

 

Dio su “Grito” a falta de la oportunidad de un día conseguirlo como presidente de México. Faceto. Faccioso. Lo bueno, si breve, dos veces bueno dicen, que contrasta con la perorata de Córdova. Su media hora de gloria bajo un sol de justicia para lanzar los mismos lloriqueos que le sirvieron para quedar impune al frente del INE. ¡Qué fastidio, qué cruz!

 

Ahí, en esa suma mostrada en el Zócalo y otras plazas, está una visión facciosa, tanto o más que la que critica.  La democracia es de todos y no solo de unos cuántos, es inadmisible la actitud de reclamarse unidos para tildar a Morena de no ser demócrata. Siempre será censurable esa actitud desde sus opositores. Y por eso no resta sigo seguir diciéndolo y seguir señalándolo. Los detractores de López no son los dueños de la democracia. Por el contrario, en sus filas hay muchos más que la entorpecieron y la quisieron a su modo que demócratas de cepa y no aceptan que la gente les siga negando el voto; les sabemos su trayectoria, no lo olviden, como para sí sostener estas palabras.

 

Qué bueno que Córdova, vocero de los que representa y sí han excluido e insultado y por mucho, a quienes no piensan como ellos, reconozca ¡por fin! la pluralidad y diversidad. Qué bueno que el 18 de febrero reconozca que todos somos parte de la Nación Mexicana. La libertad, la igualdad, los derechos y la democracia son de todos, ya que su acto color rosa marca dos bandos, es faccioso y divisor, pese a aclamar unidad; siendo entonces una incongruencia total. Y que no lo olvide. Las elecciones libres y autenticas pueden darle el triunfo a Morena, aunque no le guste y actúe en consecuencia. Justo por haber democracia.

 

Es exitosa la democracia, dice, pero se la pasó desde el INE bloqueando a Morena, denostándola. ¿Entonces? Que no le gusta y no les gusta darle mérito alguno a tal partido. Y cuando dijo que la bandera es de todos, perfecto, el PRI la tiene secuestrada en su logo y es uno de los partidos que apoyó que fuera orador. Por eso, Córdova no deja boquiabierto a nadie con sus fuegos de artificio e incongruencias. Sí, bajo la Constitución caben todos. Por eso, es deplorable cuando PRI y PAN cuestionan que Morena gane elecciones, sobre todo echándolos a ellos de los cargos. Las gana con la Constitución, aunque no con su anuencia, naturalmente, cual perdedores.  La postura de PRI y PAN no es demócrata.

 

Diagnostica mal Córdova, el mal existente. Si la democracia es defender y ejercer el poder, entonces ¿a qué viene tanta inquina a Morena, de su parte o de quién sea?. Ya donde yerra es en usar ese tonito lastimero de describir, según él, la realidad que no le acomoda con Morena, ganando; o perdiendo sus patrocinadores (los de Córdova) como si democracia fuera la que mueve llenar el Zócalo, mientras utilizaba el tono de ataque velado a López Obrador y recurría otra vez a la santificación de su propia personita y de los grupos que lo invitaron a ser orador. Así de incongruente. Ni un atisbo de crítica a ellos. Faltaba más. No es la democracia de alguien en particular, cabe decírselo, es de la gente toda, no solo de quienes se asolearon, no, sino solo iban justificando que los grupos de poder no favorecidos este sexenio procedan contra este gobierno, porque, claro, hay democracia, ahora sí la hay, pero no a modo como les gustaba a ellos, como la hubo a medias. Lo de siempre, si eres tú, no vale, si soy yo, vale 70 años y más.

Córdova confirmó el tono de hartazgo de tales grupos detentadores por 36 años continuos del poder, que no toleran, no aceptan que otros lo tengan. Parece que se cansaron ya muy rápido de una democracia incluyente que no los pone a ellos en primera fila. Se entiende su hartazgo. Que lo manifiesten en las urnas y en una de esas, ganen su derecho a regresar. Córdova va de iluminado y mesiánico. ¿Entonces? sus aplaudidores dicen que no les gustan los mesiánicos y acabaron vitoreando a uno. Incompresible. ¿No que eso no es lo que lo motiva a ser el orador de ese acto de campaña encubierta a favor del Frente amplio? y agandallarse el color rosa para fines políticos es ser faccioso y es etiquetar a la gente con un color. Como en la Alemania nazi. Ya Claudio X. González hablaba tiempo atrás de hacer listas para emprender la revancha contra sus oponentes ¿recuerda?

Desde ya, los verdaderos demócratas no deben permitir que se use un color para ponérselo a la democracia, de manera que si no lo portas seas señalado de manera inquisitorial, que es la consecuencia del uso del rosa. No lo permitamos. ¡La democracia carece de color y es de todos! Y esa democracia que enarbola Córdova no es autocrítica, como no lo son panistas y priistas con su pasado. Lo evaden. Es la misma excluyente que claro que no puede ver a Morena, pero igual de claro es que no está para admitir nada, que no es autocrítica, porque en democracia también se debe ser autocrítico –Córdova el 18, fue omiso– y proceder en consecuencia. Justo lo que ni PAN ni PRI, y léase, sus seguidores desde luego que también, no han hecho. Eso sí, más de uno exige a los morenistas, serlo. Tendrán cara. Ni la más leve autocrítica de su derrota de 2018. Balbucean: “es que había efecto López Obrador” en vez de señalar puntuales sus errores y omisiones como opositores cuando desgobernaron, llevándolos a su derrota. Puede no gustarles Morena, pero ni resultaron mejores ni con agenda sensata como prueba. Y lo saben. Por cierto, ningún oponente pudo jamás explicar porqué López pasó de 7 a 14 y a 30 millones de votos en cada elección, pues hacerlo era inversamente proporcional a los malos gobiernos de PRI y PAN y también lo saben. Se explican su silencio a la autocrítica.

 

“En algunas ocasiones” corrió sangre construyendo nuestra democracia, dice Córdova. ¿Algunas? casi todas, desmemoriado. Escupió al cielo describiendo una realidad política priista, siendo uno de sus auspiciadores y de quienes aplaudieron que fuera orador. Que nadie sea perseguido por opinar diferente, dijo. Entonces, el acoso de Claudio X. González a Morena ¿qué es? Los mayores insultadores son opositores. Y qué tal por actuar diferente a lo que quieren ellos. Entonces sí y más son quienes persiguen morenistas. Incongruentes. En eso, el espantajo otra vez de desmantelar instituciones sin decir de qué forma, lo uso y se vuelve eso, un espantajo. En ejercicio de nuestros derechos constitucionales sí, ese respeto que claman no lo prodigan contra Morena y los morenistas, empezando por Lorenzo Córdova que fue evidenciado en sus sueldazos por Morena, así que qué esperar del resto.

 

La marcha del 18, sobraba. No hay dictadura, el diagnóstico de Córdova es un espantajo de engañapastores, en sí misma que ya daba muy poco de sí, porque de tan sobada, aburre, pues ni la democracia peligra ni Xóchitl Gálvez se ve ganadora. La marcha, acaso, tenía más sentido meses atrás, pues hoy ya no porque la democracia ya va en camino electoral. Su lista de riesgos enunciada es burda. Reglas y condiciones de voto, ya están. Elecciones auténticas y equitativas. ¿Habla de equitativas? ¿cuándo a él le ha importado? Solo si no ganaba Morena.

 

Y la autonomía y la ley. Sin estar bajo amenaza y nunca la estuvo y lo sabe. Esas que les sirvió igual para sueldazo y ampararse para no disminuirlo. ¿Y el sueldazo de Ciro Muyarama y Jacobo? Esas autonomías sí les gustaban y también sirvieron para eso. La idea de que la escalera es ridícula. López Llegó por la escalera y por el voto, ambas, que no lo olvide Córdova y los asistentes a esa marcha. Y, además, recordarle que las condiciones y reglas son la ley que le ha sido elemento detonador, a la que ha de someterse igual el INE. Y él no la hizo cumplir, empezando por no saltar el cargo al hacerse INE.  Y otra de sus marrullerías: el “no se vale” lastimero lo practicaron siempre los que apoyaron a Córdova como orador. PRI y PAN. Y tuvo cara para decir que no era costoso el INE y evadir lo que él nos costó.

 

Se ha llamado hostigado, será que se refiere a su sueldazo insultante. Y cuestiona los recortes enfocándolos no como lo que fueron: reducir su evidente e innegable dispendio. Denuncia reformas constitucionales ilegales, sin decir porque las que sí eran constitucionales Ciro Muyarama las atacaba desde la página del INE. Fatal que lo hayan designado orador. El menos indicado, sin legitimidad. Y claro, dice que la democracia no evita inmovilismo y cambio, máxime, respondemos, si es para echar a Morena. Entonces ¡claro! que se puede. Si se puede el inmovilismo para defender su sueldazo insultante. Y no hablemos de su finiquito, que fue más insultante, aún. Total, un discurso desaseado, una intentona contraria a los valores democráticos su participación en la marcha del 18 de febrero. Es lo que hay.