Quintana Roo sucumbe

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Quintana Roo uno de los puntos turísticos más importantes de México en materia turística se encuentra en degradación. Cancún, Chetumal, Playa del Carmen, Isla Mujeres, Puerto Morelos, Tulum  han sido centro de operación del crimen organizado.

Aún cuando el gobierno estatal pretende mantener una buena imagen a través de voceros a modo, las agresiones callejeras, la venta de droga y los ataques armados son cotidianos.

En Playa del Carmen se comenta entre los pobladores que los taxistas y algunos locatarios se han convertido en halcones (soplones) de narcotraficantes. A todo visitante se le advierte de esta situación para cuidar los temas y comentarios públicos. En la Riviera Maya el narcomenudeo es exponencial. En noviembre de 2021, se registró un tiroteo  en Puerto Morelos con saldo de dos vendedores de droga muertos. Los hechos al interior de un hotel. Las autoridades locales ya se han manifestado.

El colmo, los fines de semana que cobran su salario los trabajadores, sicarios los esperan para quitarles un  porcentaje y en varios establecimientos estos delincuentes dejan varios gramos de droga para que los trabajadores los vendan ese día. En 24 horas  regresan por el dinero o dejan más mercancía. Al tercer día amenazan de secuestro o muerte si no entregan las utilidades. Mientras el gobernador intenta disfrazar la situación argumentando que se trata de “hechos aislados”, el fiscal  Óscar Montes de Oca reconoció que “En Tulum tenemos unos 10 grupos de narcotraficantes y en Puerto Morelos hay dos grupos peleando entre ellos”. Sería interesante saber por qué en materia de seguridad operan en la entidad enviados del morelense Graco Ramírez. El impacto internacional ante los disparos a turistas desde motos acuáticas fue inusual y sorpresivo.

En Tulum, en el comedero  “La Malquerida”  irrumpió un comando armado. Una mujer proveniente de la India falleció. Comensales de Holanda Alemania tuvieron que ser atendidas por diversas heridas.

En octubre del año pasado, en los servicios médicos forenses se encontraban 780 cuerpos sin identificar. Las autoridades identifican la presencia de al menos cuatro cárteles: el Jalisco Nueva Generación (CJNG), el de Sinaloa, Los Zetas y el del Noreste, así como varias bandas locales. Y la historia no es reciente. Se ha publicado que Quintana Roo, concretamente Cancún, ha servido de centro de recepción de droga por mar y tierra, cargamentos que se van distribuyendo con ruta a Yucatán.

Es memorable la aprehensión y declaraciones en el 2017 del exgobernador Roberto Borge detenido en Panamá acusado por la venta ilegal de patrimonio del estado de Quintana Roo, calculado en un quebranto por 30 mil millones de pesos, despojos a particulares y violaciones a los derechos humanos.

Y otro caso, el de Mario Villanueva Madrid “el chueco” exgobernador vinculado al “señor de los cielos”. Un reflejo del desgaste en Quintana Roo es que sus cuatro centros carcelarios se encuentran arriba del 125% de su capacidad. El hacinamiento es brutal. Resulta vergonzoso saber que los agentes de viajes de Estados Unidos y la comunidad europea previenen a sus connacionales de que Cancún es un área de alto riesgo y peligro comparándola incluso con Acapulco.

La violencia en Quinta Roo ha determinado un incremento de 88.7% en los homicidios dolosos. De enero a septiembre del 2021 ocurrieron 495, según las cifras oficiales. Los crímenes y violencia se multiplican y un grave error es ocultar o manipular la información desde el gobierno. Sobre todo esto la llegada como candidato al gobierno de José Luis Pech anticipa otro golpe al Estado.

Es  conocido por su paso como rector de la Universidad de Quintana Roo durante la administración del polémico gobernador Félix González Canto de 2005 a 2011. Pech es el mismo personaje que señaló que los periodistas son “unos pobres pendejos”.

Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 (izzi 135)