No podía despedirse de este sexenio la opsición de quinta cuestionando una transformación de cuarta como la tildó, con una frase más mediocre y con una mezquindad solo propia de miserables. Esa oposición boicoteadora y que recibió un arrastrón mayúsculo en las urnas el 2 de junio y del que no parece haber aprendido nada y ni quererlo. Su estercolero lo usa de guarida y como antes, con absoluto beneplácito y no quiere abandonarlo. México no merece tan miserable proceder opositor. ¿Qué disfruten lo votado? Se oyen ardidos.
Quienes no le dieron voto a esa oposición no solo disfrutan el éxito en las urnas de Sheinbaum, ganándole a su candidata, sino que no le iban a pedir permiso a esos opositores para emitir un voto y, menos, a consultarles el sentido que les hubiera encantado, es decir, de votar a Gálvez, tan impresentable y deshilachada que por eso no ganó las elecciones. Ahora, los opositores ¿no están disfrutando? Deberían, a la par de estar aprendiendo y reflexionando las razones de su derrota. Como persistan en ser mangoneados por el Señor X, carecer de propuestas, mostrarnos las mismas caras, su clasismo y su racismo y persistir en insultar al pueblo de México, seguirán perdiendo. Es que no es cosa extrasensorial, sino sencillamente, lógica.
Difícilmente, ibamos a disfrutar los mexicanos de una extraviada Gálvez mangoneada por el Señor X. Eso, ténganlo por sentado. La frasecilla suena a que los opositores están muy ardidos, más que en 2018 y se muestran más miserables que en 2018. No deberían. Si perdieron es porque sencillamente, no construyeron opción estos 6 años. No lo hicieron y se creyeron el cuento de que con una candidata Gálvez, la mar de improvisada, podían ganar.
Así, ha circulado en las semanas recientes la anodina y vulgar frasecilla “disfruten lo votado” desde opositores que la sueltan a diestra y siniestra, sin distinguir a toda situación compleja ligada o no a las acciones del gobierno federal morenista, dando por sentado que los electores debieran abstenerse de “celebrar” o, que mejor hubieran preguntado a esos opositores si estaban de acuerdo con votar por Morena; el tono es como si debíeran pedir disculpa a ellos, opositores, por no haberle dado el voto a una impresentable como Gálvez y como si todo suceso negativo debiera obedecer a que existe Morena, lo cual supone que que si gobernaran ellos, pero sobre todo PAN y PRI seríamos Suiza, como parece que lo éramos hasta 2018 aludiendo a un país que no iban bien y por mucho bajo sus siglas.
Si no están informados de las causas humanas del desastre acapulqueño, mejor callarse.
La fracesilla en comento es propia de ardidos. ¿No les gustó que repitiera Morena? se entiende el enojo, se van a quedar otros seis años fuera del presupuesto nacional. ¿No les enfada más carecer de propuestas serias, de ser incapaces de renovar nombres –siempre mostrando las mismas caras ajadas de Creeles, Corteses, Alitos– y ser una mar de ineptitud y corrupción probadas? ¿eso no? se entiende, igualmente.
Ya luego usar la frase para culpar a Morena del desastre de Acapulco, anegado, donde personajes ligados a PRI y PAN se dieron permisos y fraccionamientos, donde el PRI acomodó a grupos clientelares desde los años 80 en sitios donde no era adecuado fincar, resulta francamente propio de miserables. Lucrar políticamente con la tragedia acapulqueña y esa, la frasecilla “disfruten lo votado” dirigirla a reprochar lo alcanzado en las urnas, porque no le perdonan a los acapulqueños haber dado la espalda a PRI y PAN que, sobre el todo el PRI, ahí dejó tan malos recuerdos con Añorves y demás fauna, resulta eso, propio de miserables y los pinta mezquinos a los opositores.
¿Esa es la oposición que veremos el siguiente sexenio? Esa, la que no aprendió nada de este y ahora se alza con esa vacilada, rotunda vacilada llamada Frente Cívico Nacional, para verle la cara otra vez a los ciudadanos. Es bueno saberlo. Si en el mentado Frente asoman ya las narices gente como Acosta Naranjo, es una invitación a negarle el voto. Esos altares no los necesita la Patria. Y la verdad es que la Patria nada les debe ya.
Por cierto, también circula entre opositores expresiones asaz vejatorias como “presirvienta”. Qué patéticos resultan. Bueno, cabe varias respuestas. Primero, que quién se feriera así aludiendo a cualquier mujer política, solo refrenda su condición de miserable. Segunda. Es pasarse por el arco del triunfo el 8 de marzo y la Ley General para el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia. Es muestra de una bajeza y una ruidad, de impudicia y de carencia total de inteligencia. Es mostrarse irresponsable con un lenguaje vejatorio, amén de irrespetuoso. Además, quienes usen esa palabra olvidan que no hace mucho querían una presidenta. Ojo, ahí. ¿Es que no hay capacidad de articular ideas inteligentes y solo acudir al insulto?
Por cierto, hasta ahora de nuevo, no vemos a Marko Cortés yendo a levantar palmeras a Acapulco. Panista que berree de las ayudas que tardan en llegar, inclúyalo, que no se le ve un pelo a Marko Cortés por Acapulco, ya que solo va por la vida intentando tomárnoslo.
