Guerrero e Iturbide: Compromisos del Plan de Iguala, 24 de febrero de 1821

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— Fue un amanecer rico en intercambio de conceptos, Agustín. Comparamos borradores del plan, revisamos las propuestas que sus amigos de la capital enviaron; podemos decir que el plan está listo. Revisemos los nuevos borradores.

— Los escribanos están haciendo copias. En lo que las traen, descansemos tomando un café.

— Ya casi es hora de comer. Comenzamos apenas saliendo el sol. El pozole está casi listo.

— Me apetece tomar un baño antes. Hace calor.

— Vayamos al río. Baja de los montes de Huitzuco, no lejos de aquí. Usted conoce la zona. Recuerdo nuestro breve encuentro secreto del 5 de febrero, en este lado del río. Algunos de mis hombres se resguardaron entre los matorrales y usted me recibió acompañado de un grupo de oficiales.

— Fue un honor recibirlo. Confirmé su valentía cuando lo vi acercarse solo. Aunque supuse que sus hombres estarían observando. Por eso, ese día, no le di un abrazo.

— Pudimos vernos y reconocernos. Somos hombres precavidos. Primero medimos a quien dice ser amigo, a pesar de las palabras intercambiadas. Aquí dominan los criollos y hacendados; no hemos considerado en el plan acabar con las encomiendas; por el contrario, quedó escrito que se respetarán las pertenencias de todos los habitantes de México. Entiendo que esto terminará en cuanto usted tenga el poder.

— Recuerde, Vicente, que este plan tiene como objetivo lograr la independencia total. Después, con Dios de nuestro lado, cambiaremos leyes para, como usted dice, hacer justicia. Le ruego que vayamos a refrescarnos al río.

— En ese breve saludo, aceptamos volvernos a reunir, lo que ha sido una realidad. Henos aquí, ahora, con un plan terminado, en el mismo lugar, al pie del cerro de las culebras pintadas…

Febrero 24, 1821: Plan de Iguala con 24 puntos, f. 1. AGN.

— Entiendo la ironía, Vicente…

— También le llaman al lugar “cerro de las cabezas pintadas”: una cabeza verde sobre un cerro está pintada en los papeles de los dueños originales, los indígenas, que fueron despojados de sus tierras. En el bosque que ve allá, tras los pinos y encinos, de un lado del río había hombres suyos y del otro, nuestros insurgentes.

— El agua del río de Tepecoacuilco es fresca y dulce; el marquesote me dejó con sed. Ahora sí tengo apetito.

— ¡Traigan agua de guanábana! Y después, probará nuestro pozole verde; se acompaña con mezcal.

— Tenemos que revisar el plan, los borradores copiados por nuestros escribanos.

— Apurémonos. Comencemos. Usted con su borrador y yo con el mío. “1° La Religion C[atólica] A[postólica] R[omana] sin tolerancia de otra alguna. 2° La absoluta Independencia de este Reyno. 3° Gobier[n]o Monarq[ui]co templado p[o]r una Constit[ució]n analoga al País”. Lea usted ahora estos tres puntos en su nuevo borrador.

— “1° La Religion de la N[ueva] E[spaña] es y será la C[atólica] A[postólica] R[omana] sin tolerancia de otra alguna. 2° La N[ueva] E[spaña] es independ[ient]e de la antigua, y [de] toda otra Potencia aun en nuestro continente. 3° Su gobierno sera Monarquia moderada, con arreglo a la Constitucion peculiar y adaptable del Reyno.”

— En este, el plan dice, en su punto 4, que “Fernando 7° y en sus casos los de su dinastia ó de otra Reyn[an]te seran los emper[adore]s, p[ar]a hallarnos con un Monarca ya hecho y precaver los atentados funestos de la ambision”. Amigo Agustín, así dice, pero insisto en que esto es contrario al sistema independiente y republicano que México necesita.

— Necesitamos que el plan sea aceptado por el virrey y los españoles. Después de logrado el objetivo, cambiaremos de gobierno.

— La nueva constitución deberá ser federal. Comprendo que ahora este plan es un medio, sólo eso.

— Para tener pacíficos a españoles y criollos, el punto 4 se modificó; quedó así: “Sera su Emperador el S[eñ]or D[on] Fernando 7° y no presentandose personalmente en Mejico, dentro del termino q[ue] las cortes señalaren a prestar el juram[en]to, seran llamados en su caso el Serenisimo S[eñ]or Infante D[on] Carlos, el S[eñ]or D[on] Franc[is]co de Paula, el Archiduque Carlos, ú otro individuo de casa reynante, q[ue] estime mas conveniente el Congreso”.

— No deberán presentarse. Debemos elegir… Continuemos. El punto 5 dice que “Habrá una Junta interin se reunen Cortes q[ue] haga efectivo este Plan”, compuesta por “los vocales ya propuestos al S[eñ]or Virey”, lo que quedó como punto 6.

— Aquí tengo redactados estos puntos 5 y 6, con el lenguaje que gustan usar las autoridades españolas.

— El siguiente punto, el 7, está así: “Governara en virtud del juram[en]to q[ue] tiene prestado al Rey é interin este se presenta en Mejico y lo presta y hasta entonces se suspenderan todas sus ulteriores or[de]n[e]s”.

— Mire, lea usted, Vicente, la forma en que quedó este punto 7.

— Agregó “ó la Regencia á nombre de S[u] M[agestad]”…, “juram[en]to de fidelidad”. Sé que es necesario que el plan esté lleno de inteligencia. Pero, recuerde, Agustín, que si de monarquía se trata y para no derramar más sangre, ínterin se instaura el gobierno republicano, será mejor coronar emperador a uno de esta nación. Punto 8: “Si Fernando 7° no sé resolviese venir á Mejico la Junta ó la regencia mandara á nombre de la Nacion mientras se resuelve la texta q[u]e deba coronarse”.

— Cambiemos este punto 8. ¿Qué le parece? Sería: “Si el S[eñ]or D[on] Fernando 7° no se dignare benir á Mejico, interin se resuelva el Emperador q[ue] deba Coronarse la Junta ó la regencia mandará en nombre de la Nacion”. En lo que en la Vieja España resuelven sus conflictos, aquí lograremos coronar una testa americana.

— Cabeza mexicana, Agustín, que sólo será coronada si las circunstancias lo exigen y para lograr la paz. Como se lo dije, usted podría ser emperador, pero sólo si fuera necesario, lo que los insurgentes comprendemos. Con límites fijados por la nueva constitución y para tener, en breve tiempo, un gobierno republicano. Este es el fin de la lucha.

— Por eso en el plan no hablamos de gobierno republicano ni de democracia. Hacerlo, encendería las pasiones en esta Nueva España.

— En México, Agustín. Acostúmbrese usted. A lo sumo, también usemos en el plan la palabra “americanos”, “bajo cuyo nombre comprendo no solo á los nacidos en America sino á los Europeos Africanos y Asiaticos que en ella residen”.

— Después hablamos de los puntos sobre el nuevo ejército. Continuemos. El 10: “Las Cortes resolveran la continuac[ió]n de la Junta, ó si debe substituirla una regencia, interin llega la persona q[ue] deba Coronarse”.

— De acuerdo con lo que agregó, Agustín, aunque no nos guste la palabra “coronarse”.

— El punto 11 es necesario para nuestros planes, como lo habíamos hablado; en nuevas palabras: “Las cortes estableceran en seguida la Constitucion del Imperio Mejicano”.

— Los puntos 12 y 13 deben ser claros: “Todos los habitantes de el sin otra distincion q[u]e su merito y virtudes son Ciudadanos idonehos para obrar cualquier empleo” y “Sus personas y propiedades seran respetadas y protejidas”.

— A ver qué le parece de esta forma: “Todos los Habitantes de la N[ueva] E[spaña] sin distincion alguna de Europeos, Africanos, ni Indios, son Ciudadanos de esta Monarquia, con opción á todo Empleo, segun su merito y virtudes” y “Las personas de todo Ciudadano y sus propiedades, seran respetadas y protejidas por el Gobierno”.

— Concuerdo con anotar monarquía y gobierno. Falta incluir a los asiáticos.

— Al punto 14 solamente se le corrigió alguna palabra. Casi quedó igual: “El Clero secular y regular será conservado en todos sus fueros y preeminencias”.

— Por el momento, Agustín. No está lejos el tiempo en que deberán repartirse las tierras y propiedades del clero, tiempo cercano en que un valiente mexicano también le quitará el control y el poder sobre acciones que deben ser responsabilidad del gobierno.

— Ahora necesitamos su unión.

— Nunca olvidaremos que fue un cura, un letrado, quien dio el primer grito por la independencia, el insigne cura Hidalgo, y que otro sacerdote continuó con la lucha: el valiente Morelos. Dieron su vida por la justicia. Su sangre alimenta la libertad de esta nación.

— Brindemos por ellos. Le acepto un mezcal, y que su gente entone algo.

— Va a escuchar un canto que es fuerte, de provocación, pero que denuncia, como una voz que clama, la injusticia. No es ni insulto ni falta de argumentos. Son cantos del pueblo insurgente.

 

Soldados victoriosos / del invicto Calleja, / seguid vertiendo sangre, / sangre preciosa vuestra, / sangre de Americanos, / que el Consulado os premia / representando á España / que sois peores que bestias, / y probando su acerto / con esta lid sangrienta, / diciendo que vosotros / habeis matado á ciegas / mas criollos que animales, / por sola la simplesa / de que os mande el hispano / poniendoos mil cadenas.

Seguid, seguid soldados / matando á rienda suelta, / que si os negárais todos, / se acabaría la guerra / sin derramar mas sangre, / ni criolla, ni europea, / y las Naciones todas, / alabarian lo nuestro / de recobrar sin armas / su libertad primera / esa preciosa joya / que tanto se desprecia.

Mas no, seguid soldados / que el pillaje, y las presas, / p[o]r humanos, y unidos / ¿como habeis de perderlas? / Seguid, seguir matando / ni oigais las voces tiernas / que el Dios de paz dirige / á todas sus obejas.

 

— Sus cantos son bravos, Vicente. Lo que se comprende. Por eso nuestro plan tiene sus argumentos en las líneas iniciales. Es un plan político. Ambos sabemos que político que insulta y se burla de otros es porque carece de ideas, de palabras, de argumentos y propuestas.

— Como dice el Dios de los Ejércitos, “Sarcasmos e insultos son propios de los soberbios”. Pero no es el caso. Este canto es del pueblo; se lo confiscaron a María Josefa Núñez, moza sirvienta de Luis Núñez, quien fue acusado de ser cómplice de Almaguer, correo insurgente. A éste se le juzgó por infidencia en 1814. Pero continuemos, Agustín.

— El punto 15 original dice: “Todos los ramos del Estado y empleados publicos subsistiran en el pie en q[u]e estan y solo seran removidos los q[u]e se opongan á este Plan, y substituidos por los q[u]e mas se distingan en su adesion y merito”. Agregamos al nuevo 15 algunas palabras: “La Junta cuidara de q[u]e todos los ramos del Estado queden sin alteracion alguna, y todos los Empleos politicos, Ecleciasticos, Siviles, y Militares, en el estado mismo en q[u]e existen en el dia. Solo seran removidos los q[u]e manifiesten no entrar en el Plan, substituyendo en su lugar los q[u]e mas se distinguen en virtud y merito”.

— Dígame, Agustín, quién escribió los cambios. Porque ya llevamos varios borradores.

— Comprenda, amigo Vicente, que para los criollos y españoles se requiere usar palabras y tono de autoridad, y darles seguridad en sus empleos. Estamos haciendo política.

— Nuestra versión también habla de autoridad, aunque con menos palabras. Continuemos.

— Pasemos a los puntos del nuevo ejército, que ya quedó nombrado según sus ideas. El Punto 9 quedó casi igual: “Este gobierno será sostenido por el Exercito de las tres garantias”. ¡Escribano! Agregue: “de q[ue] se hablará despues”, para no hacer más borradores ni copias.

— Recordad la divisa de los insurgentes: “libertad, independencia, ó muerte”. Pensé en lo que nos une y unirá; un ejército que refleje los fundamentos de la nueva nación: religión católica, independencia y unión, que garantice estos tres principios de nuestro plan para lograr la felicidad. El punto 16 está así: “Se formara un Ex[érci]to protector q[u]e se denominara de las tres garantías y q[u]e se sacrificara del prim[er]o al ult[im]o de sus individuos antes q[u]e sufrir la mas ligera infraccion de ellas”.

— Se repite un poco… Haremos su estandarte…

— Una única bandera con los colores verde, blanco y rojo… Terminemos de comparar las copias borradores.

— Modifiquemos el punto 16. Escribano, anote: “Se formará un Exercito protector que se denominara de las Tres Garantías, por q[ue] baxo su proteccion toma: lo primero la conservacion de la Religion C[atólica] A[postólica] R[omana] cooperando de todos los modos q[ue] esten en su alcance, para q[ue] no halla mescla alguna de otra secta, y se ataquen oportunam[ent]e los Enemigos q[ue] puedan dañarla. Lo segundo la Independ[enci]a baxo el sistema manifestado. Lo tercero la union intima de Americanos y Europeos; pues garantiendo vaces tan fundamentales de la felicidad de N[ueva] E[spaña] antes q[ue] consentir la infraccion de ellas, se sacrificará dando la vida del primero al ultimo de sus individuos”.

— Muy bien dicho, Agustín. Así tendremos al clero tranquilo. El punto 17 lo tenemos así: “Este Ex[érci]to observara á la letra la ordenanza, y sus Gefes y oficialidad continuaran en el pie en q[u]e estan, con la espectativa no obstante á los empleos vacantes y á los q[u]e sé estim[e]n de necesidad ó combeniencia”.

— Conozco a los realistas. Por eso propongo que quede de la siguiente forma el punto 17: “Las tropas del Exercito observaran la mas exâcta disciplina a la letra de las ordenanzas; y los Gefes y oficialidad continuaran baxo el pie en q[ue] estan hoy: es decir, en sus respectivas clases con opcion a los empleos vacantes, y q[ue] vacaren por los q[ue] no quicieren seguir sus vanderas, ó qualquiera otra causa, y con opcion á los q[ue] se consideren de necesidad ó combeniencia”.

— Tiene razón. Hay que poner límites y opciones, y luego una sola bandera. El punto 18 es el siguiente: “Las Tropas de q[u]e se componga se consideraran como de Linea…”. Aquí sugerí a usted que se dividiera. Continúo como está: “…y lo mismo las q[u]e abraz[are]n luego este Plan: las q[u]e lo difieran y los paisanos q[u]e quieran alistarse sé miraran como milicia Nacional y el arreglo y forma de todas lo dictaran las Cortes”. Veamos lo que le enviaron.

— El punto 18 fue dividido en dos. El plan tiene así 24 puntos. Leo los nuevos puntos 18 y 19 y dígame su parecer: “18. Las tropas de d[ic]ho Exercito se consideraran como de Linea. 19. Lo mismo sucederá con las q[u]e sigan luego este Plan. Las que lo difieran, las del anterior sistema de la Independ[enci]a q[ue] no se unan inmediatam[ent]e a d[ic]ho Exercito, y los Paisanos q[ue] intenten alistarse, se consideraran como tropas de Milicia nacional, y la forma de todos para la seguridad interior y exterior del Reyno, la dictaran las Cortes”.

— Eso significa que el ejército y la milicia dependerán del gobierno… Debe quedar un solo ejército, Agustín.

— Lo requiere un nuevo gobierno, el temporal, Vicente. Aunque utilicemos la palabra “reino”, sabemos que se habla de una nueva nación. El plan requiere incluir a todos. Que así lo sientan.

— Han quedado anotados varios nombres de monarcas españoles para coronarse en esta patria independiente, lo que no gusta, pero comprendo que la cuestión política usted la resolverá… Continuemos. Punto 19 en esta copia borrador: “Los empleos sé daran en virtud de informes de los respectivos Gefes y á nombre de la Nacion provicionalm[en]te”.

— Para el nuevo punto 20 se puede decir: “Los empleos se consederan al verdadero merito, á virtud de Informe de los respectivos Gefes, y en nombre de la Nacion provisionalm[ent]e”. Es casi igual.

— Lo que será provisional serán las nuevas Cortes y la Junta. Punto 20 de mi borrador: “Interin sé reunen las Cortes se procedera en los delitos con total arreglo á la Constitución Española”.

— Cambiemos “reúnen” por “establecen” en el nuevo punto 21.

— Que quede claro que no son las mismas Cortes. Punto 21 de este borrador, que quedó igual a como usted lo habló en nuestro anterior encuentro: “En el de Conspiracion contra la indep[enci]a se proced[er]a á prision sin pasar á otra cosa. Hasta q[u]e las Cortes decreten la pena correspond[ien]te al m[ay]or de los delitos despues del de Lesa Mag[esta]d Divina”.

— En la copia que tengo, que es punto 22, hay palabras tachadas, pero es lo mismo.

— Punto 22 de nuestro borrador: “Se vigilara sobre los q[u]e intenten sembrar la Divicion y se reputaran como conspiradores contra la Independ[enci]a”.

— Que es punto 23 en el nuevo; cambiemos dos palabras y corrijamos una: “sembrar” por “fomentar”, “división” por “desunión” y que diga “reputaren”.

— Totalmente de acuerdo. Desunión… ya que hablamos de unión; pues aún divididos por amenazas e intrigas, estaremos unidos en el objetivo. Punto 23 y último de este borrador: “Como las Cortes q[u]e sé han de formar son Constituyentes deben ser elegidos los diputados bajo este concepto. La Junta determinara las reglas y el tiempo necesario al efecto”.

— En el punto 24 nuevo, ya se incluye un primer paso a la democracia mexicana que usted desea, su propuesta de un Congreso de México y elección de sus diputados.

— Primer paso…, si usted respeta el plan, si la Junta acepta los objetivos del plan, todo para tener un gobierno republicano. Veamos cómo quedó la propuesta que le enviaron.

— Nuevo punto 24: “Como las Cortes q[ue] ban a formarse han de ser constituyentes se hace necesario q[ue] recivan los Diputados los poderes vastantes para el efecto, y como á m[ay]or abundam[ien]to es de mucha importancia q[ue] los electores sepan q[ue] sus representantes han de ser para el Congreso de Mejico, y no de Madrid. La Junta prescrivira las reglas justas para las Elecciones y señalara el tiempo necesario para ellas, y para la apertura del Congreso. Ya q[ue] no puedan verificarse las Elecciones en Marzo se estrechará quanto sea posible el termino”.

— Tenemos que conciliar quiénes serán esos diputados.

— Recibí una lista de las personas que conformarían la Junta Gubernativa. Tengo que confesarle que esto es del conocimiento del virrey Ruiz de Apodaca, pues sabe que la independencia está por consumarse. Conviene tener su reconocimiento, que sería el de España. Vea usted la lista, que es confidencial.

— México no necesita reconocimiento extranjero, menos de aquellos de quienes nos independizamos, Agustín. Veo que la lista la encabeza el virrey, a quien se llama “presidente”…

— Política, Vicente… Llegará el tiempo en que los insurgentes sean los presidentes de México. Ahora es una Junta provisional.

— Toca a usted, como hemos acordado, dar a conocer el plan y a los integrantes de la Junta.

— Hoy es miércoles 21 de febrero. Convoquemos a los jefes de nuestros ejércitos para que sean testigos.

— A los que estén cerca. Démosles dos días para llegar.

— Propongo que el Plan sea firmado el sábado 24 en Iguala.

— Que es donde usted tiene su cuartel…

— No desconfíe, Vicente. Usted fue quien propuso que yo firmara el plan y que encabezara la consumación de la independencia.

— Desde ya, acordemos la fecha principal, que lo será cuando las tropas del nuevo ejército estén reunidas y unidas, frente a nosotros. Propongo que sea el viernes 2 de marzo y que preparemos el juramente que harán.

— Estoy de acuerdo. Mientras, nos vemos en Iguala el 24, o desde ya. Usted, Vicente, y sus hombres, serán bien recibidos.

— ¡Escribanos! Hagan una copia del plan. No se equivoquen. Y si hay errores, ya se corregirán. Agustín, que cada quien se quede con sus copias borradores. Y que una se firme por usted el 24. No olvide incluir en su copia las líneas argumentativas, porque “Las Naciones q[u]e se llaman grandes en la estencion del Glovo, fueron dominad[a]s por otras; y hasta q[u]e sus Luces no les permitieron fixar su propia opinion, no sé emanciparon”.

— El 24 de febrero, lea usted los argumentos y yo el Plan. Veamos cómo están.

— Hay líneas que combinan pensamientos suyos y míos, como las siguientes: “Trescientos años hace la America Septentrional de estar bajo la tutela de la Nacion mas Catolica y Piadosa, Heroica y Magnanima. La españa la educo y la engrandecio, formando esas Ciudades opulentas, esas Prov[incia]s y Reynos dilatados, q[u]e en la Historia del Huniverso ban á ocupar lugar muy distinguido, aumentadas la Poblacion y las Luces, conocidos todos los ramos de la Natural opulencia del suelo”; agregué: “Su riqueza metálica, las ventajas de Situacion topografica…”, porque hay que anular las Leyes de Indias que continúan justificando abusos y saqueos. Hasta el Plan que hemos hecho asienta respetar las propiedades de españoles como están, propiedades que son de los indígenas de México, lo que el nuevo congreso constituyente deberá cambiar y dejar claro en la nueva constitución federal. ¿Estamos de acuerdo?

— Por eso precisan esas líneas que “la opinion publica y la g[enera]l de todos los Pueblos es la de la Independencia absoluta de la España y de toda otra Nacion. Asi piensa el Europeo, y ási los Americanos de todo origen”. Continúe, Vicente.

— “Esta misma voz q[u]e resono en el Pueblo de los Dolores el año de 1810, y q[u]e tantas desgracias origino al vello Pais de las delicias p[o]r el desorden, el abandono, y otra multitud de vicios; fixó tambien la opinion publica de q[u]e la union g[enera]l entre Americanos y Europeos, Indios é Indigenas es la unica base solida en q[u]e puede descansar nuestra comun felicidad…”. Soy de la opinión que si el 24 de febrero próximo va a proclamar nuestro Plan frente a algunos jefes, las siguientes líneas, llenas del espíritu insurgente, las lea usted, Agustín. Demostrará su adhesión, su compromiso con la causa, comprenderán que el Plan es político, y que usted estará al mando de un solo ejército unido desde ese día. Lea usted.

— “Es llegado el momento en q[u]e manifesteis la uniformidad de sentim[ien]tos y q[u]e nuestra union sea la mano poderosa q[u]e emancipe á la America sin necesidad de auxilios estraños. A la frente de un Ex[érci]to valiente y resuelto he proclamado la independ[enci]a de la America Septentrional. Es ya libre, es ya Señora de si misma, ya no reconoce ni depende de la España ni de otra Nacion alguna. Saludadla todos como independ[ien]te y sean buestros corazones vizarros y vuestros fuertes vrazos los q[u]e sostengan esta dulze voz, unidos con las tropas q[u]e han resuelto morir, antes q[u]e separarse de tan heroica empresa. No le anima otro deseo al Ex[érci]to q[u]e el conserbar pura la Santa religion q[u]e profesamos y hacer la felicidad general. Oid; escuchad las vases solidas en q[u]e funda su resolucion.”

— Luego de leer los 24 puntos del Plan, lea usted las líneas que dictamos hace días. ¡Escribano! ¡Coteje esas líneas mejoradas en lenguaje con las copias! Continúe, Agustín.

— “Americanos hé aqui el establecimiento y la creacion de un nuevo Imperio, he aqui lo q[u]e ha jurado el exercito de las tres garantías…”. Oiga, Vicente, todavía no han jurado.

— Usted leerá esto después de proclamar el Plan. Para ese momento, los ánimos de los presentes estarán inflamados de unión y los presentes habremos jurado, en lo que se hace el juramento formal. Importa que primero jure usted cumplir con el plan, para dar seguridad a los jefes insurgentes. Estas líneas se leerán también el día 2 de marzo. Continúe leyendo, amigo Agustín.

— “…cuya voz lleva el q[u]e tiene el onor de dirigirla he aqui el obgeto para cuya cooperacion os invita nose os pide otra cosa q[u]e la que vos otros mismos debeis pedir y apeteser union fraternidad ord[e]n quietud quietud interior…”

— ¡Escribano! ¡Trajo otro borrador! Traiga la otra copia, la que no tiene tachaduras; o el mismo borrador que revisamos hace rato. ¡Chintetes!

— Les extiendo mis disculpas. Hay varios borradores, copias de borradores; dos escribanos, él y yo, el realista y el insurgente. Alguna copia la escribimos a dos letras. Aquí está el borrador que leyó el jefe don Vicente. Tenga usted, don Agustín.

— “…quietud interior, vigilancia y horror á qualquiera movi[mi]ento turbulento. Estos guerreros no quieren otra cosa q[u]e la felicidad comun…”. Dígame, amigo Vicente, que lo veo cavilar.

— Llegará el día en que la felicidad también será reconocida como un derecho de los seres de todo el globo, felicidad que dependerá de sus virtudes…

— Concentrémonos. Continúo: “Unios con su valor p[ar]a llevar adelante una empresa q[u]e por todos aspectos (sino es por la pequeña parte q[u]e en ella hé tenido) debo llamar heroica”… Acepto leer la línea entre paréntesis que proponen los insurgentes. Cierto es que, de no haber sido por invitación suya, yo no estaría aquí.

— Me he asegurado de sus convicciones y me ha convencido de su política: ahora toca a usted engrandecer la parte que le toca, que luego será el turno de los padres de la Patria. Continúe, se lo ruego.

— “No teniendo enemigos q[u]e vatir confiemos en el Dios de los Ex[érci]tos q[u]e lo es tambien de la Paz, q[u]e quantos componemos este cuerpo de fuerzas combinadas de Europeos y Americanos, de Disidentes y Realistas…”. Corrijamos: “insurgentes y realistas”.

— Habla de los valientes disidentes de la Nueva España que pronto dejará de existir, de aquellos que se han unido a la causa insurgente. Continúe, continúe.

— “…Disidentes y Realistas seremos unos meros protectores[,] unos simples espectadores de la obra grande q[u]e hoy he trazado, y q[u]e retocaran y perfeccionaran los Padres de la Patria. Asombrad á las Naciones de la culta Europa. Vean q[u]e la America Septentrional se émancipo sin derramar una sola gota de sangre. En el trasporte de vuestro júbilo decid: viva la Religion Santa q[u]e profesamos. Viva la America Septentrional independiente de todas las Naciones del Glovo. Viva la union q[u]e hizo nuestra felicidad.”

— ¿Qué le parece? Pasamos de reino a Nueva España, a imperio, a nación. Queda la puerta abierta. Habrá que irla ajustando.

— Me parece bien, Vicente. Refleja nuestros ideales y mi compromiso, de eso no tenga duda. Y pronto la nueva nación se llamará México.

— República Mexicana. Recuérdelo. Firme usted, por favor, este borrador, que será mi copia. Pogámosle por lugar y fecha “Iguala 24 de febrero de 1821” y escriba su nombre.

— Tenta usted, Vicente. La he fechado, he puesto mi nombre, “Agustin de Iturbide y Aramburo”, y la he rubricado.

— Tenemos ya un plan político que nos une para instaurar el nuevo sistema republicano, aunque pasemos temporalmente por un imperio. Ahora, enviemos mensajeros para que los Gefes nos encuentren en Iguala. Unos llegarán en uno o dos días, como ya le expresé. Los demás llegarán para el 2 de marzo.

— Que así sea. ¡Alea iacta est!

— Esto es mayor que un Rubicón, Agustín. Va más allá del tiempo y el espacio: ¡Estamos sembrando la semilla para “la felicidad común de todo el Reyno…”, la felicidad del México libre e independiente!