Por cosas como estas, estamos como estamos

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Hay ocasiones en que lo que sucede en el escenario político muestra que somos un país en donde las ocurrencias dominan. Y no sólo hablamos de lo que a diario se da en Palacio Nacional –que bien ocupa amplios espacios de opinión–, sino de las reacciones de muchos ciudadanos y miembros de la mal llamada oposición, pues da la impresión de que la capacidad de análisis se ha convertido en una especie en extinción.

 

Estas son las cosas

Sabemos que la propaganda en el actual sexenio y la manera en que se ha polarizado a la sociedad son la marca del actual gobierno, pero lo que no se ha discutido es la manera en que muchos ciudadanos han permitido que dicha propaganda sustituya su capacidad para tener opiniones propias basadas en su experiencia.

La cantaleta del presidente de que es el más atacado, merece una comparación con lo que vivió Felipe Calderón, no sólo respecto a las acusaciones de fraude, sino también a las continuas revelaciones del actuar de colaboradores directos suyos en la administración pública que implicaban actos de corrupción, sus constantes intentos por entrometerse en la vida interna de su partido, sus acciones contra el narcotráfico, la promesa incumplida de ser el “presidente del empleo”, así como las versiones de un supuesto alcoholismo.

Quizá López Obrador no ha querido hacer la comparación, pero si la hiciera no diría que ha sido el más atacado.

Pero llama la atención que haya quienes creen esta versión del actual presidente y la expresen en la primera oportunidad que tengan y he aquí un ejemplo:

En el Estudio apropiación de contenidos informativos y de opinión que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ha dado a conocer respecto a 2019, llama la atención parte de las conclusiones del mismo.

Las personas que respondieron la encuesta, de acuerdo a los resultados del estudio, destacan tres cuestiones consideradas por quienes fueron entrevistados: que hay una nueva relación medios-gobierno, la cobertura de las mañaneras genera polémica y los jóvenes no son público de las conferencias desde Palacio Nacional.

De acuerdo al estudio: “En particular sobre los cambios con respecto al tratamiento de la información en el contexto de la 4T se distinguen las siguientes apreciaciones:

“Se piensa que se ha marcado una nueva relación entre medios y gobierno. Buena parte de estas opiniones se han generado a partir de la salida de conductores de sus espacios habituales (se menciona mucho a Carlos Loret de Mola y a Joaquín López Dóriga).

“Hubo opiniones encontradas respecto a la cobertura de las acciones del nuevo gobierno, generalmente centradas en el presidente, que todos consideran como abundante. Algunos piensan que sigue habiendo presión sobre los medios para promover la imagen presidencial, así como para la posible compra de opiniones a su favor. Otros piensan que sólo se destaca lo negativo, y se preguntan por qué no era así en sexenios pasados.

“Respecto a ‘Las Mañaneras’ Los grupos de 30-44 prefieren ver fragmentos, resúmenes o análisis en diarios y portales digitales sobre el tema, y reconocen que los contenidos dependen de la línea editorial de cada medio. Los más jóvenes, en general, no mostraron interés en esta actividad. Se percibe hartazgo frente a la información”.

Lo que hay que destacar es lo que resaltamos en negritas, que hay quien piensa que todo lo que se dijo en el sexenio de Felipe Calderón –las críticas en contra de la “guerra” contra el narcotráfico, el movimiento #NoMásSangre y las versiones sobre su alcoholismo– o todos los señalamientos en el de Enrique Peña Nieto –la “Casa Blanca”, su pésima manera de expresarse, la corrupción que se dio– no existieron, ¿dónde estaban aquellos que piensan que sólo se resalta lo negativo del actual gobierno, que no se dieron cuenta de todo lo que dijo de los presidentes anteriores?

Pero lo que sucede en el ámbito opositor también da para pensar. Ricardo Anaya busca, nuevamente, ser candidato presidencial. Como parte de su nueva estrategia, ha empezado a publicar videos en sus redes sociales en los cuales comenta algunos temas de actualidad.

Uno de éstos últimos incluye un reclamo a quienes despilfarran sus recursos económicos en “caguamas”. Desde luego que los memes no se hicieron esperar y el expresidente del PAN ha estado apareciendo en las redes con imágenes en las que se burlan de sus expresiones, incluso a su llegada a Monclova, Coahuila, fue recibido con una caja de cervezas y un bar de Veracruz le prohibió la entrada “por pasarse lanza con las caguamitas”.

Un poco antes, su intento de vivir en carne propia lo que padecen muchas personas de escasos recursos en sus recorridos diarios rumbo al trabajo generaron burlas, al igual que su intento de conocer directamente cómo vivían familias pobres, pero lo que llama la atención es que lejos de analizar si su estrategia va a llegar a algún lado y su futura candidatura tendrá viabilidad, todo se queda en memes en las redes sociales.

Si una buena parte de los ciudadanos se limitan a repetir las consignas de la propaganda de Palacio Nacional o generar memes ante lo que hace algún político opositor, nos podemos explicar porque tenemos a la clase política que tenemos en el poder.

@AReyesVigueras