Golpe mortal

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AMLO envió al Congreso un proyecto de ley que busca otorgar a Petróleos Mexicanos un mayor poder y control sobre los precios, la distribución, la comercialización y las importaciones de los combustibles. Lo hizo este viernes. La propuesta intentará modificar la ley de hidrocarburos para permitir que la Secretaría de Energía suspenda los permisos “con el objetivo de garantizar los intereses de la nación” (!?!?). Es digamos una estrategia práctica para enterrar definitivamente la Reforma Energética impulsada por Peña Nieto y acelerar su idea del carbón y los combustibles fósiles. De igual forma podría permitir a Pemex tomar el control de las instalaciones cuyos permisos habían sido ya suspendidos.

El proyecto de ley fue enviado a la dirección de la Cámara de diputados y será discutido en la próxima semana, dijo el portavoz del presidencial, Jesús Ramírez. De aprobarse la iniciativa sería la mayor reversión de las reformas de hidrocarburos que terminaron con el monopolio petrolero del Estado en los años de 2013 y 2014. Desde que asumió el cargo en 2018 AMLO ha tratado de reducir la apertura de la industria energética de México al sector privado sospechando cotidianamente de factores de corrupción e indisciplina.

Entendemos que en esto el movimiento administrativo de Carlos Romero Deschamps no fue ocasional ni coyuntural. Los tribunales han frustrado los intentos anteriores del presidente por restablecer el dominio absoluto del Estado en el mercado energético. Un juez a principios del 1021 suspendió indefinidamente la ley que daría prioridad a las empresas estatales sobre las privadas en el mercado eléctrico. Eso molesto al Ejecutivo a tal grado de amenazar con modificar la Constitución mientras descalificaba a los abogados y les etiquetó como “traidores de la patria”. AMLO manifestó literalmente que buscaría impulsar una reforma a la Carta Magna si sus esfuerzos se veían bloqueados.

El arribo de la competencia ha hecho que Pemex pierda participación en el mercado de manera importante incluso los precios de los combustibles han registrado incrementos considerables (la mejor justificación fue culpar a los huachicoleros). De este lado del mundo y del otro califican como retrógradas estas disposiciones, estiman van contra los protocolos de cuidado al medio ambiente y recuerdan con subrayada insistencia cómo López Obrador destacó en el activismo secuestrando instalaciones federales de PEMEX en Tabasco.

Dos Bocas se está traduciendo como un mal ejemplo de las imposiciones absurdas de un gobierno empeñado en destruir al pasado, culpar a administraciones anteriores incluso con acusaciones sin fundamento y proponer sus proyectos como únicos, viables y necesarios. La fuerza legislativa son un escudo muy valioso para avanzar sin que la oposición tenga la más mínima oportunidad de equilibrar, frenar o modificar las ocurrencias. El legislativo no se está convirtiendo, es ya un brazo político operado desde Palacio Nacional y el principal cómplice se llama Ricardo Monreal. Sin embargo queda la esperanza de que don algunos re acomodos electorales a mitad de año las variantes y opciones de equilibrio se puedan lograr.
*Conductor del programa Va En Serio MexiquenseTV canal 34.2