Zacatecas: El debate que no existió

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Las elecciones no se ganan en los debates. Sólo que seas John F. Kennedy o el chicharronero Vicente Fox con el “hoy, hoy, hoy” que lo puso en los reflectores y el “cállate chachalaca” de AMLO que hizo a este perder la elección.

El debate zacatecano, diseñado por el órgano electoral que preside el empleado de JOSÉ NARRO, VIRGILIO RIVERA, fue planeado para evitar el debate: más de 100 reactivos con sus respuestas y un espacio libre para cada candidato, que no ayudaron en nada a la toma de decisiones del pueblo, que terminó absolutamente confundido oyendo tantas ideas juntas, de tanta gente junta. Cada candidato habló como si fuera presidente de la República o dueño del Estado, todos por igual, aunque la mayoría de los nombres sean desconocidos por los electores… que se quedaron igual de confundidos y desencantados que antes del “gran acontecimiento”.

LOS GANADORES: JAVIER VALADEZ y FLAVIO CAMPOS. Discurso conceptual, buena dicción y profundidad en los temas tratados.

LA SORPRESA: La candidata FERNANDA SALOMÉ PERERA con un discurso bien estructurado y un lenguaje corporal excelente. Corrigió con argumentos fundamentalmente a Claudia Anaya cuando esta se refirió a apoyos inexistentes al grupo social que es parte de las minorías que la candidata de Redes Sociales Progresistas representa.

LOS PERDEDORES: CLAUDIA ANAYA con un discurso frontal como en pleito de cantina, dando cifras inexactas con una neurosis evidente que ya parece habitual en ella, dedicada a atacar al candidato oficial de manera innecesaria. DAVID MONREAL por su parte, utilizó sus herramientas para respuestas trianguladas con las que le respondía.  Anaya es perdedora de lo que había logrado cosechar.  Monreal, es un sope de frijoles o de nopales: no dejó de serlo. Utilizó a Morena como un escudo contra su historia chicharronera: Se esperaba de él una menor habilidad discursiva. No gana en el debate, pero mantiene su ventaja que es el fraude electoral.

LA MORRALLA: LA NANIS con la misma ropa de cuando fue tesorera de ARTURO ROMO, con un buen discurso, sin lenguaje corporal atractivo, pero la señora sabe de la administración pública y ha sido una académica insistente, no con los doctorados ni con las maestrías que presume (porque para obtenerlos debiera tener por lo menos 80 años). GUADALUPE MEDINA, quien cambia de indumentaria de un panismo familiar: su padre fue un gran dirigente fundador del PAN en Zacatecas y su hermano diputado federal, pero el hambre de figurar la derrotó. Su discurso fue bueno, lo fue también su lenguaje corporal. Resulta atractiva para los electores, lástima que los porcentajes serios no la perciban adecuadamente.

LOS QUE FALTAN: Para ellos ofrecemos una disculpa porque no recordamos siquiera sus nombres. Es un problema nuestro, no de ellos. Probablemente los electores tampoco puedan mencionarlos.

Insistimos: la definición no será ni de candidatos ni de partidos. El fraude electoral está planeado para que el líder del senado, que gana todas las votaciones que el presidente le pide y luego las pierde en tribunales, se alce con la victoria “sin tocarle una coma”. Ha resultado un problema para López Obrador, porque en el senado se requiere de un buen abogado litigante. Él no entiende de los temas que defiende. López Obrador pide modificaciones jurídicas pero el doctorado de plastilina de RICARDO MONREAL no ajusta contra los abogados del PAN, sobre todo, que bloquean todo lo que él pone en el plato. Se avanza de a mentiritas y se pierde de a de veras.

EPÍLOGO: Zacatecas volverá a ser víctima del fraude electoral. Los que hoy denuncian al gobierno de MIGUEL ALONSO y de ALEJANDRO TELLO, fueron cómplices de estos dos para cederle la gobernatura a la familia MONREAL.

VIRGILIO RIVERA vuelve a ser el que antes era: un peón de los gobiernos desde que vergonzosamente fue rector de nuestra alma máter.

@jaimenriquez