El nepotismo, el uso de la imagen del presidente en las campañas de Morena y el efecto que tendrá lo sucedido en la Línea 12 del Metro de la CDMX son temas que han impactado en el actual proceso electoral, se trata de asuntos que ayudan a explicar la baja en las preferencias electorales del ahora partido oficial en la actual contienda por los votos.
Botones de muestra
Para quien gusta recordar lo dicho en el pasado por el presidente López Obrador, hay dos momentos que conviene tener en cuenta en este escenario electoral. El primero tiene que ver con el hecho de que ha afirmado que no permitirá que su imagen sea utilizada en campaña, algo que parece que no escuchó Layda Sansores quien como argumento de campaña utiliza la frase: “caminando junto a ‘ya sabes quien’ desde hace más de 25 años”, lo cual espera que le ayude ahora que se ubica en el tercer lugar para la gubernatura en Campeche, luego de que hasta sus mismos correligionarios la han criticado por lo que no hizo –o hizo mal– en Álvaro Obregón.
El segundo momento tiene que ver con la condena que hizo del nepotismo y el amiguismo, incluso prohibiendo que sus familiares cercanos se beneficiarán con contratos, los cuales identificó con la corrupción que se terminaba con su arribo al gobierno federal, pero es algo que Salgado Macedonio y varios de sus primos no alcanzaron a escuchar en este temporada electoral.
Imagen presidencial
¿Qué tanto pesará en la actual campaña electoral la imagen de López Obrador? Es sabido que, gracias a las fotografías del ahora presidente, muchos candidatos de Morena en 2018 ganaron las elecciones en las que participaron, a pesar del poco conocimiento que tenía de ellos la ciudadanía o a los pésimos resultados en cargos previos.
Ahora la historia se repite, como en el caso de Layda Sansores en Campeche en busca de la gubernatura.
En otros estados, también es notorio que los candidatos de Morena están perdiendo terreno, todo lo cual se da a pesar de que muchos de ellos recurren a fotografías o alusiones a López Obrador para apoyar sus esfuerzos proselitistas.
Quizá la explicación está en el desgaste y los errores cometidos, aunque estos últimos no se quieran reconocer.
El orgullo del nepotismo
Hay muchas evidencias de cuántas familias están en la nómina del gobierno federal, algo que también se calla.
Pero no es la primera ocasión en que afloran contradicciones al interior del lopezobradorismo, en una gran variedad de temas que antes fueron promesas de campaña y parte del credo de Morena que se presume en cada mañanera.
Si antes el propio López Obrador se quejó de que Alejandro Murat fuera el candidato a la gubernatura de Oaxaca siendo hijo de un exgobernador, ahora no dice ni pío respecto a lo que sucede en Guerrero.
Pero esto es parte de los usos y costumbres de la 4T, un movimiento que se basa en la palabra del señor que despacha en Palacio Nacional, que como dice una cosa dice otra cada día.
López Obrador se pronunció en más de una ocasión en contra del nepotismo, pero ahora callan como momias ante la designación de Evelyn Salgado, hija de Félix Salgado Macedonio, como candidata del partido en Guerrero.
Efecto Metro
¿Qué tanto dañara las posibilidades de Morena de retener la mayoría en la Cámara de Diputados el accidente en la Línea 12 del Metro? Esta pregunta es central en la dinámica del proceso electoral que se vive en el país.
Las experiencias previas, con sucesos como el terremoto de 1985, muestran que el gobierno en turno es visto como culpable y castigado en las urnas, aunque no sea quien originó el fenómeno en cuestión.
También hay que tomar en cuenta que lo que pasó en Tláhuac no es lo único que los habitantes de la capital evaluarán al momento de acudir a las casillas de votación, pues ya se ha dado otro accidente en Tacubaya, además del incendio al centro de mando que dejó un par de meses sin servicio a 6 líneas del Metro.
Todo esto en medio de denuncias de falta de mantenimiento, de recorte al presupuesto y de que los nombramientos de funcionarios se dan bajo criterios de amistad y militancia y no de capacidad o experiencia.
Por lo visto en algunas estaciones del Metro de la Ciudad de México, en las cuales encapuchados pintaron piensas de protesta como aquello de que “no fue incidente, fue corrupción” y culpando al Estado, es evidente que estamos ante la punta del iceberg de la inconformidad ciudadana.
Al igual que con otras tragedias que se han vivido en la capital del país, lo de la Línea 12 ha sacado a flote lo que muchas personas están pensando, algo que se debe cruzar con el dato de que, en promedio, un 30% de quienes responden una encuesta no expresan su preferencia electoral.
Pero no es imposible que esto se traslade a la corrección de junio próximo y el partido en el poder sea castigado, pues como en ocasiones anteriores, el sufragio es el arma de castigo disponible para que el elector haga saber su descontento.
Hay que recordar que en 2018 el sentido del voto también expresó un castigo para el partido gobernante en ese entonces, algo que no tiene que ser diferente en esta oportunidad.
En junio conoceremos que tanto pesaron en la decisión de los electores estos hechos.