Guerrero

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Guerrero es un Estado clave para el país después de estas elecciones y por muchas razones, dos fundamentales: el turismo y el narcotráfico. Morena, Félix Salgado, Mario Delgado y el propio amlo se están jugando una enorme capital político para tratar de controlar a esta entidad.

Saben que el municipio de Acapulco casi lo tienen perdido y Mario Moreno, el opositor conserva enormes posibilidades de triunfar, pero vayamos por partes. Vamos a atribuirle todas las capacidades, la inteligencia, el talento y la estatura política a amlo, un personaje que participó en varias elecciones, principalmente las presidenciales. Un político que abandonó al PRI, ha dominado a la izquierda, ha traicionado al PRD, construido Morena y su poder de negociación lo colocó como candidato dejando en el camino a Heberto Castillo y a Marcelo Ebrard, entre otros.

Ahora bien con esa enorme capacidad de movilidad, negociación y biografía política podríamos pensar que no sabía el grado de violencia en Guerrero: ¿Que nunca se enteró quienes eran los Abarca? ¿Que no conoce a los grupos delincuenciales que han favorecido el corredor de drogas de Acapulco a Cuernavaca? ¿que ignora la trayectoria de Salgado? ¿Que no se enteró del apoyo estratégico de Ebrard a Iguala cuando fue Jefe de Gobierno? ¿Que hace a un lado los pormenores de la gubernatura de Angel Aguirre y de Zeferino Torreblanca?

¿En verdad podemos siquiera suponer que el hombre que nos ha convencido que conoce todos los municipios del país no estaba, ni está informado de lo qué pasa en Guerrero sobre todo la insistencia del actual mandatario estatal Hector Astudillo por debatir en serio el conflicto que representa la Amapola?

Junto a esto está el asunto de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, una bandera política que ha servido a la 4aT y al propio amlo para golpear el gobierno de Peña Nieto y desviar la atención.

Ellos, los del actual gobierno desacreditaron peritajes nacionales y extranjeros, eliminaron la llamada “verdad histórica”, han financiado a los reclamantes que permanecen en campamento permanente en Paseo de la Reforma, hacen del comercio de las víctimas un negocio como acostumbra Epigmenio Ibarra y van para tres años con Alejandro Encinas sin dar pormenores, explicaciones y menos resultados con ese asunto. Una enorme interrogante, quién o quiénes están interesados en quedarse con las enormes ganancias que deja el crimen organizado. Tecpan de Galeana es una zona propia de delincuentes, ya se rompió el triángulo dorado (Ixtapa, Acapulco, Taxco), la producción de plata en el Estado está en riesgo y varias minas han cerrado. Entonces por qué el interés de Morena por preservar esa geografía? Saben los de la 4aT que si en verdad abren los expedientes de Ayotzinapa y la escuela rural Raul Isidro Burgos salpicarían a muchos activistas y políticos de su lado.

Acusar al gobierno pasado les costaría muchísimo si en los archivos relucen nombres de incómodos incrustados en el poder de Guerrero y del Gobierno Federal. No es de extrañar el silencio de Alejandro Encinas y menos de la CNDH. Quizá terminemos el sexenio sin información, resultados y aprehensiones por la desaparición de los jóvenes en Ayotzinapa y menos se atreven las autoridades a revelar cómo la escuela rural ha servido como bodega de vehículos y trailers robados, que su esencia académica se trastocó para llegar al adoctrinamiento político, que varios ahí adentro presentan antecedentes penales. Echemos un vistazo a la historia reciente del Estado, a sus gobernantes, los trágicos acontecimientos, la manipulación mediática y ahora la terquedad por mantener a un Felix Salgado y entenderemos muchas cosas.

No podemos ser tan ingenuos ni se nos puede considerar tan imbéciles como para creer que los altos gobernantes que aparecen fotografiados con delincuentes es “porque me tomo la foto con todo mundo” si es así entonces vamos a creer que la foto con la mamá del Chapo fue inesperada e infortunada como el mismo encuentro que se rubricó con una taquiza.

Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2