Ese martes por vez primera Antonio sintió la suficiente seguridad para
salir a comprar la leche y el pan vestida de aquella manera. Una extraña
sensación encontrada le oprimía el pecho: la libertad y el miedo, de
algún modo ese sentimiento le susurraba una sola frase en la cabeza
“chocolate con chispas “. Trató dé concentrarse en esa frase para
olvidar el nervio y las miradas curiosas cuando al doblar la esquina el
encuentro fue inevitable… una fracción de segundo, miradas que se
cruzaron y encima de aquel uniforme una sola palabra que destruyó
todo a su paso: “¿Papá?”. Siguieron las risas de sus compañeros pero
él sólo distinguía las lágrimas que comenzaron a brotar de aquellos
ojos incrédulos. Luego todo fue un borrón cuando comenzó a correr
y el sonido del auto que la golpeó… En un desesperado intento por
alcanzarla, por regresar el tiempo, como pudo se desprendió de los
negros tacones que entorpecían su carrera y sin siquiera percibir los
guijarros que laceraban sus descalzos pasos, sin saber ya quién era o sí
algo había en el mundo que aún le importara, con un dolor terrible en
el pecho comenzó a correr…
@OSKRgcm
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