“El político piensa en la próxima elección,
el estadista piensa en la próxima generación”. Bismark.
Muy certeramente, un alumno en clase de Politing, asimilaba la acción gubernamental al cauce de un gran río, en donde su caudal correspondía a las políticas públicas. Y al igual que esos cursos de acción política (representados por el agua del río) que raudo avanza dentro de los cauces impuestos por las riveras, hacia la comunidad representada por el mar, donde ese río aporta sus aguas, fuerza y caudal. Pero al igual que el agua -que rauda circula entro de ese cauce- es –a su vez- el resultado de otros varios pequeños ríos afluentes del principal, así las políticas públicas están conformadas por varias otras fuentes que se pueden integrar en tres grupos principales: los actores polìticos, las organizaciones privadas y la sociedad civil que es la que recibe el impacto
Y es que llegan disímiles recursos hídricos que vienen como caudales de diferentes partes, distintas velocidades, disparejas fuerzas, desiguales volúmenes, heterogéneas procedencias a solucionar los problema públicos, los problemas de la social,.donde estamos tanto Usted apreciado lector, como yo. Precisamente, uno de los grandes dilemas actuales, es ¿cómo hacer para que el gobierno de turno, ofrezca soluciones a algunos de esos problemas, que afectan a esa comunidad?
La alternativa efectiva (eficiente y eficaz) para ello, es detectar los actores pertinentes y proceder a comprometer y direccionar sus acciones –todas aquellas que se consideran que son parte de la solución del problema específico- con el fin de estructurar verdaderos “cursos de acción política”, que sirvan para dar repuestas integrales a los concretos problemas sociales. Esa es -precisamente- la función de las Políticas Públicas: ofrecer respuestas integrales –ciertas, certeras, viales y oportunas- a algunos de los innumerables problemas sociales. Más aún, lo ideal sería, que el gobierno de turno se anticipara a esos problemas, ofreciendo -con la debida anterioridad- las soluciones pertinentes.
Como su nombre lo indica, esas “Políticas” -en forma de directrices- son “Públicas”, porque es el mismo público el que las debe ofrecer, en el sentido de que -no sólo el gobierno de turno– sino también la iniciativa privada y la misma ciudadanía, TODA LA SOCIEADAD es la que tiene la gran responsabilidad tanto en la elección y hechura de las soluciones más apropiadas, como en su puesta en marcha y su posterior evaluación y análisis. Por eso, se asegura que toda Política Pública debe ser siempre “integral”.
El gobierno de turno que se comunica con la sociedad (con nosotros) es por medio de políticas Públicas como cursos de acción política y encuentra en ellas la forma de resolver los problemas que nos aquejan a todos, sin excepción.
La iniciativa privada, debe involucrarse como parte y actor importante de estas respuestas que ofrece el gobierno de turno, no sólo como una de las formas de cumplir su “Responsabilidad Social Empresarial” (RSE), sino porque de ellas depende su misma supervivencia pues son parte inherente de su entorno y la manera como se estructuran y se ponen en marcha esas respuestas, puede impulsar, limitar, favorecer o perjudicar el desempeño de toda organización sin distingo, bien sea privada, pública, con o sin ánimo de lucro, local nacional o internacional. Y es que estos cursos de acción política (conocidos como Políticas Públicas), son parte de la misma esencia y actividad de la comunidad que tiene –en un todo que se unifica en torno a estas respuestas- la razón de ser de toda organización que quiera actuar, participar y desarrollarse dentro de ella.
La ciudadanía, tampoco puede estar alejada estas soluciones que ofrece el gobierno en forma de Políticas Públicas, porque es precisamente ella la que recibe las bondades o padece las consecuencias negativas de su puesta en marcha. Por eso, la misma comunidad debe ser tan co-rresposable de las políticas públicas que se formulen e implementen desde el gobierno de turno, como los otros actores comprometidos en el proceso. De ahí que el pueblo sea una parte muy importante de la solución, al igual que es una parte muy importante del mismo problema.
Así, el cauce en cuanto Estado, está lleno de intencionalidades, propuestas y acciones aportadas por todos los actores y cuyo rumbo fuerza y sentido se conjugan, unen y toman rumbo en forma de respuestas que son las políticas públicas. Por eso, saber que todos somos actores, responsables de hacer políticas públicas, evita el “síndrome de la rémora delirante” que siempre va nadando pegada al gran tiburón, viviendo de los desperdicios de las victimas que deja ese depredador, pero a veces olvida que es parte de la fauna de acompañamiento y no parte de ese magnifico y temible depredador.