Nuevamente los políticos quedaron mal. La sociedad mexicana salió, salimos, a ejercer el voto, a reclamar nacientes formas de gobierno. Participación abundante y pacífica incluso respetando con rigor los protocolos sanitarios pero no así por parte de quienes deben poner el ejemplo. En la jornada hubo violencia, mucha, incluso en Tijuana de arrojaron cabezas humanas en una casilla electoral.
En Metepec los golpes fueron la materia estelar. Pero mas allá, con franca irresponsabilidad, y aún sin cerrar las urnas, los propios candidatos, sin respeto y con arrogancia, tomaron los micrófonos para afirmar habían obtenido el triunfo. Sin datos, sin comprobación, sin cifras alardeaban burlándose de los votantes. No saben espera turnos, tiempos ni códigos. Usan la trampa, mienten y defraudan. Son los que llaman en campaña a respetar nuestras reglas y códigos pero en la práctica piensan que anticipándose le ganan a los demás. Todo esto a nadie ayuda por el contrario intoxica al proceso y genera malestar y confusión.
El único oficial y responsable para garantizar los resultados de la elección es el INE. Nadie más tiene la autoridad ni el espacio para ofrecer resultados. Es imprescindible esperar hasta la confirmación de las cifras oficiales. De franca insolencia resulta el que mientras los funcionarios de casilla estén contando los sufragios los políticos dinamiten el proceso este que determinará y en serio como será la democracia en años futuros. Pero con sinverguenzas oportunistas no se dan avances.
Conductor del programa Va En Serio mexiquensetv canal 34.2
