Aún no acabo de comprender las disposiciones a más de un año y medio que se declaró oficialmente la pandemia. Hoy se habla de un rebrote peligroso, de una nueva cepa (delta) que está fuera de control, el incremento de contagios y decesos.
Mientras las líneas aéreas sólo en papel aplican medidas muy estrictas, ya dentro de la aeronave las disposiciones se relajan. Y me sorprendió ver los partidos de las semifinales de la Eurocopa con estadios a reventar y con aficionados, todos, aglutinados y sin cubrebocas.
Sin embargo, Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 confirmaron que los eventos de la justa en la capital se realizarán sin la asistencia de público. Yoshihide Suga, primer ministro declaró estado de emergencia para ciudad por el incremento de casos de COVID-19. Está medida entrará en vigor el 12 de julio hasta el 22 de agosto abarcando el periodo en el que se celebrarán los juegos. Seiko Hashimoto, del Comité Olímpico Japonés, dijo que no había más remedio que “celebrar los Juegos de forma limitada”. He conversado con Carlos Padilla Becerra, Presidente del Comité Olímpico Mexicano (entrevista que difundiere el próximo jueves 15 por MexiquenseTV canal 34.2) en donde me confirma lo atípico y delicado de la situación. Los atletas se verán sometidos a pruebas que verifiquen su estado de salud y estarán completamente aislados en la villa olímpica en donde se prohibirá el acceso a periodistas y familiares.
La ceremonia de inauguración será extraña por al ausencia del público y porque solo desfilarán 10 representantes por país, no más. Se han reservado la sorpresa del encendido de la flama olímpica. Por otra parte los deportistas de todo el mundo llegan a esta justa francamente mermados.
Muchos no han podido entrenar, otros han sido contagiados y como en nuestro país, se les han recortado los recursos y apoyos. Por tanto la calidad puede verse disminuida y el esfuerzo de los competidores sin alcanzar nuevas metas y récords. Toda vez que concluya una competencia los atletas perdedores de inmediato serán regresamos a su nación. Así que mientras en unos eventos y circunstancias los requisitos son exagerados y muy precisos, en otros se ha perdido la cultura de protección hacia los demás, incluso, como en Estados Unidos, se permite a la población no cumplir con la sana distancia o el uso de cubrebocas por qué “ya fueron vacunados”.
Los Juegos Olímpicos en Japón serán diferentes, extraños, atípicos y seguramente los más vistos por televisión y redes sociales. Serán una muestra más de las consecuencias de calamidades que han diezmado a poblaciones y economías al tiempo de dibujar a gobiernos improvisados y con pocos reflejos en la reacción.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2