2024: ¿La alianza del odio?

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Avenidos por la tunda que les zumbó Morena el mes pasado, políticos opositores se han dado a la tarea de reagruparse con miras a 2024, cuando todo indica a que el régimen mantendrá sin problemas la gubernatura de Tabasco.

Estos tiempos se parecen a aquellos del PRI en el Ejecutivo cuando ganaba todo en elecciones sexenales, dice un experimentado político.

Se vislumbra, vaya, el regreso de “carro completo”, la expresión más bruñida de la era de “un solo partido” y, peor aún, “de un solo hombre”.

De acuerdo con analistas, en el corto plazo en el Edén los adversarios del gobierno carecen de posibilidades para recuperar espacios.

A nivel nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador domina la escena y el reflejo en su tierra es que sin figuras locales su partido pueda mantenerse en Plaza de Armas.

Para el 2024 no se alcanza a percibir que algún contrincante del régimen pueda siquiera darle pelea al vinotinto:

1) En el Revolucionario Institucional la caída no ha tocado fondo aún. Baste con mencionar que su figura principal es el exgobernador Andrés Granier Melo, a quien se puede considerar, sin temor a equivocación, el político criollo más desacreditado de todos los tiempos.

Figúrese usted: hay voces que aseguran que Granier fue “más corrupto” que el perredista Arturo Núñez Jiménez, lo cual muestra qué tan abollada se encuentra la imagen del priísta.

La debacle del tricolor, que se situó como la segunda formación política del estado en los comicios del 6 de junio, no ha concluido: la disputa por la dirigencia nacional sigue viva y en la medida en que el presidente del CEN, Alejandro Moreno Cárdenas, pierda apoyos, esto se resentirá en Tabasco.

2) El PRD prácticamente ha sido desaparecido del mapa público. El exmandatario priísta Manuel Andrade Díaz no fue ese “refuerzo de lujo” que esperaban.

Los pocos militantes con experiencia que le quedaban han seguido al exalcalde capitalino Gerardo Gaudiano Rovirosa a Movimiento Ciudadano (MC), aunque a este instituto no puede dársele muchas perspectivas de crecimiento por los cuadros que a él llegaron, como el experredista Roberto Romero del Valle, a quien se identifica como el clon tabasqueño de Gerardo Noroña.

3) Al PAN se le enumera porque se trata de uno de los partidos fuertes en la esfera nacional, aunque en Tabasco es solo un membrete.

El blanquiazul ni siquiera sirve para echar montón: en 2015 que acuerpó a la abanderada del PVEM a la presidencia municipal de Centro, Rosalinda López Hernández, no le aportó ni el 1 por ciento de la votación.

En el listado de la oposición en Tabasco no puede considerarse al verde por la razón de que este siempre se ha aliado con los partidos de los gobiernos en turno.

Por ejemplo, en la era del PRI todopoderoso, el PVEM venía a ser su hermanastro; en los dos sexenios que el PAN logró la presidencia de la república, el ecologista le aportó sus votos en el Congreso de la Unión.

Y ahora, en la era del lopezobradorismo, se ha puesto del lado de Morena el instituto en el que participa la familia del tabasqueño Roberto Madrazo Pintado.

Aun con esas circunstancias, ya hay actores políticos trabajando en la necesidad de una alianza en 2024.

El problema es que se está usando como “conejillo de laboratorio” a Gerardo Gaudiano, quien salió del negriamarillo enfrentado con la corriente dominante, y también le tiró golpes al PRI por la nominación de Granier.

Pero solo para eso alcanza.

@RodulfoReyes