No somos ángeles porque nos encanta arrancar las alas al sonido de viejas notas que alimentan nuestra voz.
No somos ángeles porque la loca rabia siempre ha quemado la ligera lluvia que amenazaba con hacernos dejar de arder.
Y nosotros tan humanos, tan diablos nos aferramos al laguito de alcohol que nos abrió tan amablemente las puertas a la eternidad.
Luna
Los primeros en notarlo fueron los atónitos pescadores aterrorizados ante la gigantesca marea.
Después comenzaron los terremotos y erupciones volcánicas y, en medio de la confusión, la gente se preguntaba ¿dónde está la luna? Hasta que la mermada población de la tierra comenzó a ver la lluvia de asteroides consecuencia de la explosión.
@OSKRgcm
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