Oaxaca está a un mes de iniciar el Proceso Electoral 2021-2022 para renovar gubernatura; el Congreso Local expedirá en breve el decreto correspondiente para que el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEEPCO) convoque a la elección.
Y así, casi todo listo para arrancar el proceso en la primera semana de septiembre próximo en una entidad donde ha habido alternancia partidista, más no transición democrática, lo cual no significa que ésta la garantice la izquierda porque ya gobernó y fracasó.
La izquierda gobernó de 2010 a 2016 con Gabino Cué Monteagudo, en cuyo gabinete había de chile, de mole y de manteca, pues a cambio del respaldo en la coalición electoral que lo llevó al poder otorgó posiciones a militantes del PRD, del PT, del PAN y de Convergencia.
Y el gobierno fue un desastre. La pluralidad se confundió con polarización interna, y aunque el mandatario hacía su mejor esfuerzo, reflejaba estar atado de manos. Alguna vez un personaje perredista comentó: “Aquí estamos, siendo oposición dentro del gobierno”.
¡No sabían gobernar! Incluso, en el gabinete de Cué también tenían posiciones liderazgos de organizaciones sociales, que siendo servidores públicos se las ingeniaban para realizarle marchas y plantones al propio gobierno gabinista.
En su gabinete hubo personajes polémicos como Rogelio Hernández Cázares, Germán Tenorio Vasconcelos, Salomón Jara Cruz y, entre otros, Benjamín Robles Montoya.
Rogelio Hernández Cázares fue director del Seguro Popular; la Auditoría Superior de la Federación (ASF) habría detectado que el Régimen Estatal de Protección Social en Salud (REPSS) habría incurrido en irregularidades durante el 2016. Nunca se supo nada más.
En 2019 Hernández Cázares fue elegido por el Senado de la República como comisionado presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), mediante terna enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Germán Tenorio Vasconcelos, Secretario de Salud, fue detenido por abuso de autoridad en perjuicio de la sociedad oaxaqueña por un presunto desvío de 26 millones de pesos destinados a la construcción de 2 mil 257 sanitarios ecológicos.
En marzo de 2015 apareció muerto a balazos el exsubdirector general de Administración y Finanzas de la Secretaria de Salud de Oaxaca, Rafael Pérez Gavilán. De la investigación sobre el crimen, nunca más se supo nada.
La Contralora del gobierno de Cué, Perla Woolrich, acusó al entonces Secretario de Desarrollo Agropecuario, Salomón Jara Cruz, de haber desviado 50 millones de pesos, y que alguien le pidió encubrirlo, por eso ella renunció al cargo. El hoy senador ha negado toda acusación; incluso ha dicho haber sido exonerado porque no hubo tal desvío.
Benjamín Robles Montoya fungió como Jefe de la Oficina de la Gubernatura y como Coordinador de Módulos de Desarrollo, desde donde ejercía gran poder. Poco después sale del gabinete de Cué y emprende una campaña en contra de éste, hasta pidiendo juicio político.
En el gobierno de Cué Monteagudo pulularon los personajes cuya actuación estropearon el primer gobierno de “izquierda” en el estado de Oaxaca, bueno, mayoritariamente de izquierda porque también hubo mezcla de “derecha”.
Al final del sexenio la entidad vivió grandes y graves bloqueos carreteros, en su mayoría por parte del maestros del ala democrática que se pelearon con Gabino cuando éste les aplicó la ley educativa peñista. Además, traía a cuestas el enfrentamiento ocurrido en Nochixtlán.
Quien sabe hasta donde fueron provocados los incidentes y cuántas traiciones tuvo, pero para la población oaxaqueña el gobierno de “izquierda” de Cué no fue del todo una grata experiencia.
PRESENTE
En Oaxaca, en 2016 con Alejandro Murat Hinojosa el PRI recupera la gubernatura, que antes de Cué, éste partido había detentado por más de 70 años de manera interrumpida.
Alejandro es una persona educada, amable, de buenas intenciones. Su propia gente dice que tiene más vocación administrativa que política. Cuando asumió el cargo declaró haber encontrado un estado “colapsado económicamente”. La ciudadanía tenía esperanzas en que concretaría “el milagro oaxaqueño” del que habló en campaña.
Sin embargo, ha sido un gobernador con mala suerte. En los primeros años de su administración Oaxaca fue azotada por fenómenos naturales: Inundaciones, los sismos de septiembre de 2017, luego la pandemia Covid-19.
Y aunque ha tenido la fortuna de contar con una buena relación con el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el desarrollo de Oaxaca no ha podido despegar como hubiera sido lo deseable, pues además la mayor parte del presupuesto se va a gasto corriente, principalmente en materia educativa (maestros).
La terminación de las súper carreteras al Istmo y a la Costa (iniciadas hace más de dos sexenios) serían las principales grandes obras de su administración, además de las bases para el proyecto interoceánico, siempre y cuando el mandatario nacional apoye.
En fin.
FUTURO
Cuando cualquier entidad federativa entra al proceso de renovación de gubernatura, el futuro es incierto desde la arista de la persona que asumirá el cargo; y Oaxaca no es la excepción.
Hasta el momento lo único cierto es que Morena es el partido con posibilidades de ganar la elección de 2022; solamente una profunda división interna podría evitarlo y entonces el PRI retendría la gubernatura, pues sigue siendo la segunda fuerza electoral en la entidad.
Lo incierto en Morena (lo cual repercutiría en la suerte del estado) es quién será el candidato o la candidata a la gubernatura oaxaqueña.
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