Si bien es cierto que hay diferencias entre la democracia representativa y la participativa, esto es entre unas elecciones constitucionales y una consulta ciudadana, a esta última del domingo pasado los adversarios del presidente Andrés Manuel López Obrador le están dando un sesgo partidista.
Sin excepción, analistas relacionan la pregunta para decretar si se castiga a los “actores políticos del pasado” (los últimos cinco expresidentes) con que el proceso del año próximo para determinar si el mandatario del país continúa en el cargo.
En Tabasco uno que otro trasnochado quiere anclarse en el área de confort de no comparar unos comicios con una consulta popular.
Más allá de perder el tiempo con personas insustanciales, lo real es que el régimen debe haber tomado nota de que a Morena le faltó movilización, a fin de enmendar lo que haya que corregir para no ser tomados por sorpresa en marzo de 2022.
A juicio de este reportero, una lectura a botepronto del hecho de que solo haya participado el 7 por ciento del padrón de 93 millones de electores, es que a nueve de cada 10 ciudadanos no les interesa mandar a la cárcel a Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón o Enrique Peña.
O bien están hartos de los problemas políticos nacionales.
Ahora bien, en el primer trimestre del año próximo Morena deberá tener engrasada la maquinaria para que la oposición no le coma el mandado y logre la renuncia de López Obrador.
Son, en efecto, dos cosas diferentes la consulta ciudadana y el plebiscito para la revocación del mandato: la primera no tiene un efecto directo sobre los mexicanos, lo que sí ocurre con la permanencia o renuncia de López Obrador, pues el país se encuentra divididos entre los que quieren y los que detestan al tabasqueño.
Hay una porción ciudadana que anhela que el de Macuspana siga trabajando en Palacio Nacional, mientras otra desea que dimita antes de terminar su sexenio.
El diario El Financiero publicó poco antes de las elecciones del 6 de junio que si en las votaciones de ese día se hubiera aplicado el plebiscito para la revocación del mandato, el 49 por ciento habría estado a favor y el 52 por ciento en contra.
En marzo seguramente acudirá más gente a las urnas que el 1 de agosto. Por eso la movilización del vintotinto es vital.
¿No pudo Morena “trasladar” a los suyos para participar en la consulta del domingo? De ser así, es un mal mensaje a ocho meses del referéndum sobre la revocación del mandato.
JOLGORIO
La prueba de que los adversarios de AMLO están viendo la consulta del domingo como un ejemplo de que Morena ha perdido poder de convocatoria, es la participación de actores del PRI y PRD en las redes sociales con publicaciones para ridiculizar al presidente por la escasa participación en el proceso avalado por el INE.
“Si alguien piensa que solo seis (en realidad son casi siete) de los 93 millones de electores (que participaron el domingo) respaldan al presidente, se está equivocando gravemente”, escribió el martes el periodista Carlos Loret de Mola, el mayor crítico de López Obrador.
PARA SU INFORMACIÓN…
EN LOS ÚLTIMOS días, a los mencionados como posibles sucesores del gobernador Adán Augusto López Hernández, en caso de que vaya al gabinete presidencial, se ha sumado al alcalde Evaristo Hernández Cruz, cuyo estado de salud, sin embargo, aún se desconoce, aunque al parecer ya regresó a sus actividades.
@RodulfoReyes