Bien reza la vox populi: “Del plato a la boca se cae la sopa”, una máxima sin desperdicio aplicada en política sobre todo cuando los partidos políticos definen sus coaliciones y sus candidaturas a cargos de elección popular.
Ahí están los ejemplos de San Luis Potosí y Nuevo León, para cuyas gubernaturas el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) no necesita de Morena para ganar en tales entidades federativas, donde sus prospectos son punteros: José Ricardo Gallardo Cardona y Clara Luz Flores, respectivamente.
Punteros según encuestas y las cuentas alegres de líderes formales y fácticos del Verde. Ayer mismo el senador Manuel Velasco lanzó una advertencia en la red social: “Clara Luz no necesita de Morena para ganar la gubernatura de #NuevoLeón porque cuenta con el respaldo ciudadano mayoritario. Morena sin @claraluzflores quedaría en cuarto lugar…”
Así que cuando prácticamente concretaron la coalición Morena-PVEM-PT y Nueva Alianza en Nuevo Léon, ¡zaz!, viene el amago y el riesgo de ruptura entre los que parecían aliados incondicionales: Verdes y morenos.
¿Ya se agotarían hasta los vínculos de agradecimientos entre Manuelito y AMLO? El recuerdo de aquellos tiempos en que uno vivió en casa familiar del otro; los planes futuros en común. Según que no.
En fin, el amago hasta se asemeja a la canción “cuando más seguro estaba me diste en el alma el golpe traidor…”
Aunque el Verde puede tener razón: Que sus prospectos sean los mejor posicionados para competir por las gubernaturas de San Luis Potosí y Nuevo León, y Morena sea el partido testarudo y quiera imponer las candidaturas.
De hecho, en algún momento los órganos competentes dieron a conocer algunos criterios o condiciones para concretar coaliciones, entre éstos que los pretendidos partidos aliados coincidieran con los objetivos de la “Cuarta Transformación” y que las candidaturas las pondría Morena. Algo así.
Bueno, pues el Verde, que ha sido aliado legislativo de Morena, parece discrepar sobre el punto de las candidaturas y reclama su derecho a llevar mano en la postulación en aquellos estados con renovación de gubernaturas donde los prospectos verde-ecologistas son competitivos.
Y los morenos no quieren.
Y ahí está el jaloneo tan duro, que hasta ya provocó el rompimiento en San Luis Potosí para ir en coalición con el PVEM.
Al parecer, esa será la tónica del Verde: Ir con sus propios candidatos o candidatas en aquellos estados donde aventajen en la preferencia para la elección de gubernatura.
RIESGO
El jaloneo por las gubernaturas conlleva al riesgo del rompimiento de la coalición parcial o flexible para renovar la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
Y también las coaliciones locales entre Morena, el PVEM, el PT y algún partido estatal para renovar diputaciones y/o ayuntamientos.
Hay entidades federativas donde Morena y el Verde se ven como el agua y el aceite.
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