Algo más que un Peacemaker

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Si se tratara de hablar de “hombres de Guerra” alinearía sin ningún problema mil palabras en menos de diez minutos; Genghis Kan, Alejandro Magno, Suliman, Weston Churchill, González Ortega, Zaragoza y decenas más. Ahora, si la idea fuera hablar de “hacedores de paz”  sin duda nombres como Gandhi, Nelson Mandela estarían ahí aunque difícil sería encontrar cinco más.

Así es, hacer guerras es más fácil que construir paz.

Antes de dar la “vuelta a la mesa” para desarrollar el tema del Patrullamiento de hoy se hace necesario comentar los avances que ha tenido en ciertas regiones del mundo el acto de “construir la paz”; aunque más que hablar de la maquinaria Noruega y de comentar la capacidad de órdenes religiosas (Dominicos, etc) para el documento de hoy buscaremos hablar de actores de paz que, sobreponiéndose al dolor han hecho de la tragedia una misión de vida.  Voy más lejos, la Patrulla de Papel hoy le dedica su trazado a Julia Alonso; ella, por mandato del destino se ha convertido en una “hacedora de paz”.

Ahora leamos cuáles fueron las pociones axiológicas que movieron a los “principales” de este laboratorio de ideas para regalarnos su aportación. Así desde su plaza Paul von Hindenburg dice

-Nadie desea menos la guerra, que un soldado- con esa entrada Hindenburg se hizo de nuestra atención eso- el prusiano continúa

-El militar conoce las terribles consecuencias de una guerra. Por ello, no la desea-

Ahora,-dicd Paul- aterrizando en  punto geométrico desde donde trazamos este apunte; Guerrero sabe bien que la violencia solo genera más violencia- y sigue

-Pero, construir La Paz, ese si que es un reto mayúsculo.

Teóricamente, para vivir en paz, debería existir el consenso sobre objetivos comunes y acciones integrales.

Pero ello, lamentablemente, raya en la utopía!- el prusiano sigue hablando

-La democracia no se sustenta en consensos, por el contrario, su base está construida sobre los disensos y los grupos con ideas diferentes, cuando no opuestas- rostros de aceptación pueblan la mesa-

-Aceptar las diferencias y acordar cediendo un poco cada parte, es como podría construirse la paz y contribuir a una democracia fuerte- el germano sella su dicho.

-Que fácil el concepto.

Que difícil su construcción-

Paul von Hindenburg termina su idea diciendo

-Estoy bordando por lo general, sin llegar a situaciones o lugares específicos, porque no existe una receta para la construcción de la paz, ni para el ejercicio de la democracia.

Se construyen ambas con base en los objetivos nacionales, las aspiraciones de la ciudadanía y la situación geopolítica del país-

Paul cambia sus lenguajes (oral y corporal) y dice

-Si, el tema es muy amplio.

Si, su nivel es estratégico.-

Y agrega -no es casualidad, oTra vez estamos inmersos en la condición aspiracional de Seguridad Nacional.- termina diciendo -ese tema, desde el inicio de nuestras reflexiones…

nos persigue. Siempre!-

En automático el sargento Limón toma la palabra.

-Para poder hablar de un “Peacemaker”, es necesario entender la génesis de su existencia, es decir: la guerra- con la atención de todos Limón continúa.

-Para Von Clausewitz, la palabra “guerra” era: “la continuación de la política por otros medios. La guerra es por tanto el medio violento, la última razón que esgrime un país para imponer su voluntad”.-

Quienes escuchábamos asentimos además de que nos congratuló el escuchar el nombre de Clausewitz-

Continúa Limón – entonces nacen tomos como se observa en la afirmación de Clausewitz- el sargento hablaba con cierta pasión. -cuando ocurre una guerra hay un grupo de personas que esta imponiendo su voluntad a otro grupo, ya sea por cuestiones religiosas, económicas, políticas, de prestigio o dinastía… entonces, para Clausewitz- Limón cambia el color de la voz para dar vida a una pregunta  -será valido hablar de la construcción de la paz?.

El sargento Limón pasa a otro orden de ideas  -Existen otras acepciones de Guerra y Paz, sin embargo es pertinente recordar lo que la doctrina militar entiende por esta palabra: “la guerra se manifiesta por el uso de la fuerza armada, por parte de un país o grupo de países contra otro más débil o en condiciones desventajosas, como único medio de dirimir diferencias existentes entre ellos”. Como se observa- dice Limón -ya en su propio significado hay una critica al hecho mismo de que se imponga un país débil sobre otro, y mas aun indica que es el único (o ultimo) medio empleado para solucionar las diferencias.

Como se observa- sigue hablando Limón -en ambos conceptos se entrevé que la guerra es una acción de imposición de voluntad, de una o varias naciones fuertes hacia una débil; en este orden de ideas, existen muchos tratados y estudios sobre el porqué de la guerra, ya que la humanidad desde que empezó a reunirse en colectividades, comenzó con un espíritu de lucha y conquista para subyugar a los pueblos vecinos, existiendo registros de que en la edad de bronce (hace 12,000 años aprox.) aparecieron las primeras armas de cobre y después de bronce en Turquestán y Siam en Asia, es decir, ya había un grupo subyugando a otro.

Pero el registro histórico de una guerra como tal, ocurrió hace 4,500 años, cuando se enfrentaron Lagash y Umma, en la región de la Asia menor (sur de Mesopotamia), la cual tuvo una duración de casi cien años, guerra que partió de la ambición de una ciudad/estado con el fin de apoderarse de la zonas fértiles de otra ciudad vecina. Por lo tanto, vale preguntarse hasta este punto… existió un fin legitimo?-.

El sargento se hizo una pregunta aunque, sin duda esa iba dirigida a sus pares en la mesa -hubo un Peacemaker que interviniera para que finalizara esa guerra?… la respuesta es no- y sigue-

-La guerra, en su análisis como fenómeno de las ciencias sociales ha sido siempre motivo de polémicas discusiones; pero su estudio desde una perspectiva científica, ha generado el surgimiento de otras disciplinas, las cuales la analizan bajo un enfoque cualitativo, como la geopolítica, que observa la influencia de la geografía como la variable de riesgo que un país tiene frente a un vecino con tendencias hegemónicas, es decir, al existir un recurso en un territorio que es ambicionado por un grupo de otro territorio, siempre habrá la posibilidad de que surja una guerra.

Sin embargo, se llegó a hablar sobre todo a partir del siglo XVIII de la existencia de guerras dinásticas o por cuestiones de orgullo o dignidad, lo cual se podría aceptar sin conceder, ya que cuando se analiza a fondo las motivaciones al final siempre aparecerá el ingrediente: “ambición”, enmascarado en títulos como: “guerra legitima”, defensa de la dignidad” y otros… al parecer, en este tipo de conflictos, es cuando llega a surgir un Peacemaker, es decir, un tercero que a través de la diplomacia pone las bases para la negociación de una solución pacifica que sea aceptada por las partes en conflicto; sin embargo, siempre alguien pierde algo, territorio, valores o  dinero en bancos-

Fibronio Limón, sargento 1ero de Infantería usando su voz de instructor dice.

-Culmino este análisis, resaltando que después de la segunda gran contienda mundial, surgió una organismo llamad “Organización de las Naciones Unidas”, que ha sido la piedra angular para la solución de los conflictos de los últimos 50 años ese ha sido reconocido por la comunidad internacional, como el organismo que legítimamente puede intermediar en un conflicto (además de la Cruz Roja Internacional) para reducir el numero de victimas de la violencia, y para sentar a los beligerantes a negociar la paz, pero sobre este ultimo organismo, creo que es mejor aventar otro patrullaje.

Termino mi intervención- dice el sargento-con una frase del Gral. Douglas MacArthur: “Es fatal entrar en cualquier guerra sin la voluntad de ganarla”, pero yo mas bien creo que “Es fatal entrar a una guerra sin la voluntad para primero evitarla”.-

Uf. Que difícil es ser el orador de este taller de ideas. Hacer cualquier comentario de lo dicho por estos dos gigantes de la práctica axiológica es demasiado atrevimiento. Sus aportaciones son justas…perfectas.

Aunque regreso a Acapulco, reconocer las prácticas políticas de Javier Morlet y Julia Alonso en ese laico quehacer de “construir paz” en espacios tan explosivos como estos, es un trabajo difícil; los dos pacificadores sin lugar a dudas merecen toda nuestra atención.

Último patrullaje.- la reciente participación del Dr Juan Ramón de la Fuente Rodríguez en el Consejo de Seguridad de la ONU, dejó más que satisfechos a los exigentes articulistas y columnistas que viven del la observancia de ese tema.

El Dr De la Fuente mostró el rostro de Matias Romero en solo unos cuantos minutos.

Balazo al aire.- un tratado bien hecho ahorra mucha sangre.

Gregoria.- Tolstoi dio el mismo valor a la guerra y a la paz .

Oximoron.- cuánta guerra me das paz.

Haiku.- Luna, tú no te vas,

solo te ocultas detrás.

Estás ahí para mi