“Lo bueno de ser bueno”.
Eslogan del Método ExE: Educación por la Experiencia
Siempre que pensamos en lo que significa la palabra “educación”, la relacionamos -muy probablemente- con la manera como las personas hacen suyas algunas normas, teorías, procesos y convenciones que mantienen unida a la sociedad, o con técnicas de trabajo y/o piezas de conocimiento sobre cómo es el mundo, y cómo nosotros -todos los mortales- interactuamos con él. Sin embargo, hay otro tipo de educación, que va mucho más allá de este aprendizaje técnico: y esa es muy bien reconocida ya, como la “Educación en Valores”
Obviamente, el concepto de “Educación en valores” es bien amplio, pero en términos generales se refiere al conjunto de estrategias, tácticas y/o dinámicas de relaciones, que tienen todas -como propósito final- formar en honestidad, civismo y en modelos de convivencia basados en el respeto, la empatía y la igualdad con los demás integrantes de la comunidad.
Basados en lo anterior, tenemos que aceptar que la “Educación en Valores” va mucho más allá de la enseñanza de materias relacionadas con el funcionamiento de la naturaleza y de las sociedades, y es transversal con y para todas las demás áreas del saber y del conocimiento. Tratando de concluir, podríamos aseverar que si estas primeras materias nos hablan sobre el “qué” y sobre el “cómo”, la “Educación en Valores” nos habla sobre el “para qué”.
Por eso, la “Educación en Valores” está relacionada con la escala ética y con los valores que sirven para ordenar las prioridades, lo cual influye en el modo como las personas eligen y persiguen esos objetivos que pretenden alcanzar, mediante los conocimientos que aprenden en el resto de materias. Así, todo ese acervo de conocimiento que tiene la humanidad (incluidas esas cinco (5) áreas que integran el “Pentágono del Politing”: (1) el MPR: Marketing Político Renovado (2) las PP: Políticas Públicas (3) el CM: Citymarketing (4) la MP: Marca Personal y (5) los TT: Think Tanks), que -además- son útiles para estructurar la “EEE: Estrategia Electoral Efectiva” y a su vez son las bases para concretar y presentar “Una forma nueva forma de ver, entender y hacer Política”…pero esa Política con “P mayúscula” que tanto hace falta hace hoy día… y que tiene que estar sustentada en valores.
Por eso, ninguna de esas cinco áreas puede ser catalogada o etiquetada como ética o falta de ética, moralmente buena o mala…pues quien es ético o no, correcto o incorrecto en su proceder, es la persona, el ser humano racional y pensante…Así es como cada una de esas cinco (5) áreas del “Pentágono del Politing” tienen que ver -necesaria y obligatoriamente, en forma real e inseparable- con lo que todos reconocemos como “Educación en Valores”.
De ahí la urgente y fundamental necesidad de hacer la distinción entre esas cinco (5) áreas que como campos de estudio-investigación-acción, son instrumentos efectivos (eficientes y eficaces) para lograr “una nueva forma de hacer Política”, pero separada de la(s) persona(s) que la(s) aplica(n), pues como decía mi tía Lupe: “La calentura… NO está en las sábanas”
