PRD

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Es hoy tiempo de ajustes, de acomodos y de posiciones. Pronto estaremos en cambio de gobierno federal. A AMLO le quedan dos años, el tercero ya es de campañas y candidatos.

Frente a un gobierno de ocurrencias, desatinos, corrupción (un ejemplo Pío López Obrador) y de impunidad (un ejemplo, Emilio Lozoya en el Hunan) las voces reclamantes piden equilibrios y es entonces que el PRD asoma la cabeza y habla de refundación. Jesús Martínez es enfático, serio, directo “Transformamos al PRD bajo la premisa de que el País requiere una fuerza de izquierda democrática.

Una izquierda Social Demócrata que impulse y logre el bienestar de la gente sin cancelar libertades. y, por lo tanto, confrontaremos al gobierno de López Obrador, porque somos una oposición que no comparte la militarización del País; la estatización de la economía y del conjunto de la vida social; que rechaza que el gobierno violente la constitución y las leyes, que actúe conforme a los deseos y caprichos del presidente.}

Nos oponemos al gobierno de uno solo y combatimos que se pretenda someter al poder judicial y al Congreso de la Unión”, así la contundencia, pero además proponen a un PRD que de vigencia de los derechos humanos.

“Entendemos”, afirma Jesús Ortega, “que sin crecimiento económico suficiente no habrá empleos, y sin empleos dignos y justamente remunerados no se podrá combatir a la pobreza. Los programas asistenciales sólo garantizan clientela electoral para el gobierno. La pobreza no se combate con limosnas, con conmiseración del gobierno; se combate de manera verdadera con inversión productiva, con empleos dignos y bien pagados y con una seguridad social universal (salud y educación de calidad, seguro de desempleo, pensión digna)”.

E Insisten los perredistas en qué hay que crear un ambiente de convivencia civilizada en México para alentar las inversiones privadas nacionales y extranjeras, respetando, ojo, la propiedad privada legítimamente obtenida y lo mismo con el patrimonio familiar.

Y Ortega se mete en un tema vigente y polémico “sin la ciencia el país está condenado al atraso. Proponen que el desarrollo científico sea sin cortapisas y al mismo tiempo la creación artística y cultural.

En pocas palabras el PRD, los amarillos, aseguran que son una oposición sin concesiones al conservadurismo reaccionario de López Obrador. “Nos oponemos a su régimen autoritario y al desastre de su política de seguridad y a su proyecto económico.

Su propuesta de reforma eléctrica es estatista pero además ineficaz para garantizar para todas y todos los mexicanos el acceso a la electricidad como un derecho humano” insiste Jesús Ortega.

El PRD tiene un par de retos históricos, mantener el registro y presentar a un candidato digno, creíble y decente para las elecciones federales si es que no decide sumarse a una alianza opositora con el PRI y el PAN. Eso, entre otras cosas, consideraría la desaparición, muy probable de los verdes, que necesitan colgarse y venderse a alguien para sobrevivir.

AMLO pretende con la Reforma Eléctrica romper las alianzas y el partido que más ha resentido la traición de AMLO es sin duda el PRD. AMLO recibió la confianza de la izquierda aun cuando su ADN es y era priista. Fue patrocinado, promovido, tolerado y en su figura se apostó cargos de elección popular que le ganó cumplir sólo sus intereses y ambiciones dando la espalda a todos, incluyendo a Cárdenas, a Muñoz Ledo, a Jesús Zambrano, al mismo Jesús Ortega y hasta metió a la cárcel a Rosario Robles.

En la traición abierta AMLO ha protegido a Bartlett, a Ebrard, a Durazo y otro puñado de personajes que, en su tiempo, como a Quirino Ordaz y a Alfonso Romo calificó de “corruptos”. El PRD sabe que AMLO tiene como incondicional a la activista Sheinbaum dispuesta siempre a servir a “Andrés”.

El PRD está sujetándose a una tableta que flota en un mar embravecido. Tiene la obligación de exhibir a AMLO y desmantelar sus propósitos no únicamente populistas sino inclinados a un comunismo que atenta contra las libertades incluyendo la de expresión, manifestación y propiedad privada. Creer hoy en el PRD sólo será posible si reconocen sus errores, pero más aún, si hablan con verdad y entereza de quién es y ha sido el tabasqueño, de no ser así, los van a aplastar y que le pregunten a Porfirio, no Diaz, sino Muñoz Ledo.

Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34,2