Reapertura del caso Colosio… ¿se sabrá la verdad?

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Después de 27 años es difícil saber la verdad sobre quiénes fueron los verdaderos autores materiales e intelectuales del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, siendo candidato del PRI a la Presidencia de la República. Seguramente la investigación fue manoseada hasta distorsionar los hechos con el fin de nunca conocerse la realidad.

Sin embargo, la dificultad tampoco conlleva siempre a la imposibilidad.

Quizá hoy que no gobierna el PRI, sino Morena, pueda saberse con algo más de exactitud qué pasó aquella tarde en la colonia Lomas Taurinas, Tijuana, Baja California. Ahora que Mario Aburto, señalado como único autor material, pide “la reapertura de su caso para que se dé a conocer la verdad a toda la sociedad”.

Aunque no queda claro, si la verdad sobre el asesinato del aquél político mexicano, o la verdad sobre la “tortura reiterada” a la que ha sido sometido desde su detención.

Quizá ambas situaciones van junto con pegado.

¿Y quién no quiere saber los nombres y los motivos de las personas que mataron a Colosio? Porque esa historia del asesino único, nadie la cree. Menos cuando meses después ocurre el asesinato de otro priista: José Francisco Ruiz Massieu. Y luego vino la desaparición del diputado Manuel Muñoz Rocha, acusado como autor intelectual de este último crimen.

¿Tendrán alguna vinculación los tres casos: Colosio-José Francisco-Muñoz?

Los dos crímenes y la desaparición ocurrieron en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, a quien las autoridades deberían investigar. Pero es otro ex Presidente de México que anda tan libre como el viento. Quizá por prescripción de cualquier delito que haya cometido, o porque sigue gozando de impunidad.

A ver si ahora que en la Presidencia de México se encuentra la “izquierda”, se remueve la historia de aquellos crímenes.

Por lo pronto, el presidente López Obrador ofreció la protección del Estado mexicano a Mario Aburto si acaso éste tiene otra versión sobre el asesinato de Colosio; y si las cosas son tal como aparecen en el proceso, solo salvaguadaría sus derechos humanos.

¿Tendrá otra versión Mario Aburto? ¿La versión real?

Si él disparó, ¿quién lo mandó? ¿Quién le permitió el paso hasta llegar junto a Colosio en medio de una muchedumbre de miles de personas? Si él no realizó el segundo disparo, ¿quién lo hizo? ¿Cuántas personas actuaron en el asesinato del candidato priista?

Y si no fue él, ¿por qué confesó? ¿Quiénes lo obligaron? ¿Quiénes lo han torturado?

SU IDEARIO 

El transcurso de 27 años no han borrado las dudas, las sospechas, en torno al asesinato de Luis Donaldo, a quien si no lo mató la mafia priista, lo mató el narcotráfico, por estorbar a sus intereses, pues Colosio traía ideas que llevó a sus discusos como aquél que pronunció en marzo de 1994 en ocasión del aniversario del PRI.

Y su discurso, dicen, fue como su sentencia de muerte, porque pintó su raya respecto del gobierno:

“Veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales. 

“La única continuidad que propongo es la del cambio…   

“Empecemos por afirmar nuestra identidad, nuestro orgullo militante y afirmemos nuestra independencia del Gobierno…” 

Y ningún priista dio seguimiento con hechos al ideario de Colosio. Y ahí están las consecuencias: La derrota del PRI en el 2000 cuando por primera vez pierde la Presidencia de México, y su debacle en 2018.

Sigue la extinción del Revolucionario Institucional.

UNA ANÉCDOTA  

En alguna ocasión, hace tiempo (francamente no recuerdo el año) por mera casualidad escuché el relato de una persona: Que cuando fue colada la estructura de uno de los puentes de la supercarretera Oaxaca-México, alguien echó en esas estructuras de fierro restos humanos que ahí quedaron sepultados bajo cemento.

“Se decía que los restos humanos correspondían al diputado desaparecido”, comentó la persona, albañil en esa obra. Y se refería a Manuel Muñoz Rocha.

¿Será? ¿O se trata de una leyenda como aquella del Catrín que cobra vidas humanas por pasar en un tramo de esa misma carretera.

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