La seguridad, y la procuración de justicia en Oaxaca

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La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, nuevamente visita el estado de Oaxaca. Ahora ha programado encontrarse con el gobernador Salomón Jara Cruz en la región natal de éste: La Sierra Norte.

Hasta donde se sabe, el encuentro es de carácter privado. Y viene bien en este momento en el cual la paz y la seguridad pública en Oaxaca ha dado qué hablar incluso en el ámbito nacional e internacional: Muerte de dos turistas extranjeros en la Costa oaxaqueña, movilizaciones de organizaciones ‘sociales’ y del magisterio ‘democrático’.

Tal vez convenga que Rosa Icela encabece el Tianguis Bienestar en la región de la Costa oaxaqueña, donde ocurrió la muerte de los dos turistas para canjear armas por atículos incautados o decomisados a la delincuencia organizada o de cuello blanco en el país.

Una acción así como la realizada en la región de la Mixteca donde el Tianguis ha beneficiado a 21 mil 260 familias, las cuales han recibido 272 mil 100 artículos nuevo en una segunda etapa que abarca 238 comunidades de 17 municipios, según explicó en una de las recientes conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Claro, la seguridad pública en la compleja entidad oaxaqueña necesita mucho más que acciones del Tianguis Bienestar, programa que en hora buena beneficia a familias de escasos recursos sobre todo de entidades como Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Chiapas.

En Oaxaca (y seguramente en las otras tres entidades) se necesita el desarme, el control del tráfico de drogas, el control del consumo de éstas (incluso de alcohol), policías municipales capacitados y bien pagados y, entre tantas cosas más, estrategias eficacés. Tal vez una coordinación más estrecha y eficiente entre las corporaciones de seguridad federal, estatal y municipal.

LA SEGURIDAD EN LA COSTA

Oaxaca cuenta con destinos turísticos sumamente concurridos, como su acanterada capital y sus hermosas playas. Pero como todo destino turístico, están expuestos a la incidencia delictiva que muchas veces tiene que ver con consumo de drogas y alcohol.

Entonces, en los destinos turísticos se necesita fortalecer la seguridad pública y protección ciudadana, materia que en Oaxaca se encuentra a cargo de Iván García Álvarez, quien harta tarea tiene para de entrada coordinarse con los gobiernos municipales.

EL FISCAL EN LAS CONFERENCIAS DE SEGURIDAD

Una cosa es la prevención del delito y otra, la procuración de justicia. Lo ideal sería la eficacia de la prevención. Sí, porque es mejor prevenir que lamentar y luego investigar.

La prevención corresponde a las dependencias en materia de seguridad y protección ciudadana, y la procuración es competencia de la Fiscalía General, en este caso de Oaxaca.

Lo anterior viene a colación porque los gobiernos federal y estatales suelen confundir un tema con otro. O tal vez no confunde, solo explican vía las Fiscalías los delitos que no pudieron ser prevenidos por negligencia, falta de estrategia, ineficacia, descoordinación con otras autoridades.

En la prevención del delito cuentan hasta los rondines de las policías, principalmente por zonas con alta incidencia delictiva y los lugares turísticos por su misma naturaleza. Es necesario cuidar a los extranjeros, pero también a la ciudadanía de este país. En los destinos turísticos de todos el país circulan las drogas, el alcohol y una diversidad de vicios; prácticas que no son exclusivas de los mexicanos.

En fin, el Fiscal General del Estado de Oaxaca, Bernardo Rodríguez Alamilla, participó en la conferencia del gabinete de seguridad, en la cual aseveró que ya hay líneas de investigación sólidas ante los dos casos de homicidio de turistas extranjeros ocurridos en la región de la Costa, en uno de los cuales una persona se encuentra vinculada a proceso y en prisión preventiva.

El argentino y el canadiense.

Hay un Fiscal eficaz, pues hay líneas de investigación sólidas.

Lo que anda fallando en Oaxaca es la seguridad pública, la prevención del delito. ¿O no?

Y el secretario de Gobierno, Jesús Romero López, aseguró que se trata de casos aislados. Y más vale, porque a Oaxaca no le conviene proyectar una imagen de inseguridad cuando se aproxima la Guelaguetza, máxima festividad de los oaxaqueños. Y como más vale prevenir que lamentar, el gobierno local deberá reforzar la seguridad.