Cuando Obrador anhelaba el poder prometía construir una “república amorosa”, llegó incluso a proponer un “termómetro” para medir la felicidad. Pero cuando asumió el verdadero poder mostró su verdadero rostro: se inauguró una etapa rencorosa, de resentimiento y encono. Todo lo que prometió fue simple politiquería.
El tabasqueño carga con un enorme sentimiento de odio que será muy difícil de curar.
Suele echar en el mismo costal a sus críticos y enemigos, a los que acostumbra llamar “conservadores”. Un misántropo que siente una aversión ciega por los ricos.
Lo que verdaderamente lo complace es la adulación. Para él nada es mejor que el pueblo “bueno” y “sabio” que ha depositado en él una fe ciega.
La obsesión de Obrador es someter al pueblo a sus deseos.
Con la “cuarta transformación” –que se caracteriza por irracional y corrupta–, se ha llegado al extremo de degradar nuestra democracia al convertir a su gobierno en una oclocracia. Hemos atestiguado cómo para legitimar algunos actos de su gobierno ha dejado en manos de la muchedumbre la toma de “decisiones”. Lo que le importa es el borreguismo multitudinario. Los números, la masa, que sustituye a los argumentos.
Así ocurre en el Congreso donde la decadencia de la “cuarta transformación”, se manifiesta cuando los legisladores incurren en el indebido uso de su mayoría aplastante. En las cámaras (diputados y senadores) no hay diálogo ni cabe la negociación, mientras en la sede del Poder Ejecutivo vemos todos los días en las mañaneras la manipulación de la información bajo el argumento de “los otros datos” a los que se recurre de manera irracional. Ya sabemos cuáles son las formas de Obrador para ejercer justicia y repartir bienes.
En su ambición para ganar adeptos explota el sentido común de las mayorías, les ofrece cauce y representación, y no le importa si lo que dice es verdad o mentira, si aclara o confunde, lo relevante es ganar la voluntad de los seguidores a los que alimenta de prejuicios (“los ricos son malos”, “los conservadores son enemigos de la patria”). Se trata de la manipulación de las emociones para ello es necesaria la descalificación moral del adversario, la autoindulgencia o en el extremo, la violencia (“Quien suelte el tigre, que lo amarre. Yo no voy a estar deteniendo a la gente luego de un fraude electoral”).
La adulación es la esencia de la “filosofía moral” del padre de la “cuarta transformación” no importa que se raye en el ridículo bajo la efigie del demagogo.
Las siguientes son unas muestras de adulación que complacen el ego del tabasqueño:
–Obrador es el mejor presidente que han tenido los mexicanos –Dijo Donald Trump cuando AMLO visitó en julio de 2020 la Casa Blanca en su primera visita internacional con motivo de la entrada en vigor del T-MEC que sustituyó al TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte).
Con el hashtag #amlonobeldelapaz, la diputada por Morena, Patricia Armendáriz, expresó que el plan mundial propuesto por el presidente ante la ONU es digno de un premio Nobel de la Paz. El Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar “es de gran calado y tiene gran viabilidad”.
En enero de 2020 Ricardo Monreal senador por Morena presentó una iniciativa de ley para que el presidente Obrador una vez concluido su mandato pueda ser electo gobernador de Tabasco “para que se aproveche su experiencia, conocimiento y trayectoria”.
En septiembre de ese mismo año Alejandro Rojas Díaz Durán quien pretendía la dirigencia nacional e Morena propuso que en 2024 se lleve a cabo una consulta ciudadana para buscar cambiarle el nombre al estado de Tabasco por el de ‘Tabasco de López Obrador’. La idea, dijo, es dar “honor” al presidente Obrador, para que sus paisanos sientan orgullo por el puesto tan alto que este alcanzó.
A los fanáticos de Morena los conmueve el llanto de Gerardo Noroña cuando recita un poema en el que dice que “es un lujo tener a un presidente como Obrador”. (Ver video)
Layda Sansores, la gobernadora de Campeche se desvive en elogios a AMLO en la mañanera. “Sabes que siempre para nosotros fuiste el guía, el líder, el libro, el poema, el que siempre marca la ruta y vamos a seguir cumpliendo con tu ley: no mentir, no robar…”
En plena abyección Antonio Attolini militante de Morena y del movimiento movimiento estudiantil #YoSoy132 en el programa “Tragaluz” en entrevista con Latinus presume que Obrador está al nivel de Jesucristo, Mahatma Gandhi, Luther King y Mandela.
En el Día de las Madres (10 de mayo 2019) la escritora Elena Poniatowska entra en éxtasis porque México ha cambiado con la llega de Obrador al poder.
Beatriz Gutiérrez Müller, a punto de soltar una lágrima –lo cual rompe la creencia de que es una mujer fría que administra sus emociones–. Dice Poniatowska:
«Mira, mamá: tú que estás aquí, tú que estás en el cielo, míranos aquí a todas estas mujeres. Es la primera vez que en tantos años un presidente nos llama en una situación, en un lugar cálido, con voz sencilla y con algo que es tan importante: con amor y cercanía. Mira, mamá: yo creo que has de estar muy contenta, has de estar sintiendo que México ha cambiado mucho, que México va por un camino que nunca tú recorriste con los presidentes anteriores, con el gobierno anterior. Mira, mamá: creo que somos muy felices aquí en este día entre mariachis y tantos corazones que nos acompañan.»
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Obrador el héroe de la Patria al que la cónsul en Estambul, Isabel Arvide incluye en las arengas del 15 de septiembre.
–“Viva el cura Miguel Hidalgo, viva la justicia, viva la libertad, viva López Obrador” –Dijo la cónsul al blandir la bandera ante la muchedumbre.