CEEPyS, Departamento der Análisis Político
No existe ninguna regla escrita que señale quiénes son los aspirantes a la candidatura presidencial del gobierno en turno. Muchas veces son los propios funcionarios que desean la nominación quienes inducen sus nombres en columnas políticas para que salten a las páginas informativas de primeras planas.
De 1920 a 1970, el modelo fue el del tapado: el presidente era el único que conocía el nombre del feliz afortunado, pero lo ocultada de golpes y presiones hasta el día de la nominación primero como precandidato oficial. Echeverría fue el primero que acudió a la versión de las listas reconocidas de manera oficial. En 1975 envió a su secretario de Recursos Hidráulicos, Leandro Rovirosa Wade, a dar una plática informal de banqueta con la fuente presidencial y mencionó a seis aspirantes. El hermano del secretario de Obras Públicas, Luis Enrique Bracamontes, era dueño de un diario y coló su nombre.
López Portillo movió su sucesión en el modelo tradicional del tapado, aunque con una corta lista de dos nombres que representaban dos propuestas: la política a través de Javier García Paniagua en funciones de presidente nacional del PRI y Miguel de la Madrid Hurtado en el cargo de secretario de Programación y Presupuesto.
El presidente De la Madrid formalizó la lista publica de seis y llevó a los preseleccionados a dar un discurso de propuestas ante la cúpula del PRI; otra vez, la competencia fue entre dos: el político Manuel Bartlett Díaz y el economista Carlos Salinas de Gortari. La cúpula del PRI se reunió un domingo en el partido y ahí dio a conocer el nombre del seleccionado.
Salinas de Gortari filtró seis nombres, en orden alfabético: Pedro Aspe Armella, secretario de Hacienda, Manuel Camacho Solís, jefe del Departamento del DF, Luis Donaldo Colosio, expresidente del PRI y secretario de Desarrollo social, Emilio Gamboa Patrón, secretario de Comunicaciones y Transportes, Emilio Lozoya Thalman, secretario de Energía, y Ernesto Zedillo Ponce de León, secretario de Programación y Presupuesto. Los dos finalistas fueron el político Camacho y el salinista Colosio. El asesinato de Colosio trastocó las alianzas de cúpulas, pero Zedillo mantuvo y profundizó el modelo neoliberal salinista, aunque sin Salinas.
Zedillo se alejó del PRI y la XVII asamblea nacional de 1996 taponó el camino a los preferidos economistas Guillermo Ortiz Martínez y José Angel Gurría Treviño porque las bases pusieron el candado de un cargo previo de elección popular; sin candidato, Zedillo provocó una votación de militantes con seis aspirantes y la competencia se redujo al político Roberto Madrazo Pintado y al secretario de Gobernación Francisco Labastida Ochoa. Al final, Labastida ganó la elección priísta, pero perdió la elección presidencial.
Fox y Calderón quisieron reproducir el modelo priísta, pero la nominación del candidato se mantuvo en el seno del PAN.
La última lista oficial ocurrió con Zedillo en 1999 cuando puso a competir en elección de militantes el nombre del candidato. Fox y Calderón tuvieron preferidos. Pero el juego de la candidatura estuvo en el PAN. Y Peña se catapultó desde el gobierno del Estado de México y su enorme cantidad de recursos para promocionar grupos de campaña en todo el país.
El presidente López Obrador regresa a un método mixto priísta: el clásico del tapado, pero con una lista informal presentada por él en su conferencia mañanera. En efecto, son muchos en la lista, nadie sabe las razones presidenciales, aunque al final la decisión estará en el dedo presidencial que señalará al candidato. El modelo de las encuestas sería una variante, pero en Morena las encuestas nunca han existido y sólo esconden las decisiones unilaterales desde la punta de la pirámide del poder.
En este sentido, aquí se hará una primera aproximación a los nombres por partidos, en el entendido de que pudiera haber alianzas y dejar la competencia del 2024 sólo en los candidatos de dos bloques de poder. Se trata, también, de las personas que han asumido como viables las empresas encuestadores y sobre los cuales caen los estudios demoscópicos.
Morena: en principio y por orden alfabético de su apellido, se perfilarían sólo tres aspirantes con posibilidades de llegar a la nominación: Marcelo Ebrard Casaubón, Ricardo Monreal Ávila y Claudia Sheinbaum Pardo. Otros fueron enlistados por el presidente López Obrador: Juan Ramón de la Fuente Ramírez, representante permanente de México en la ONU, Esteban Moctezuma Barragán, embajador de México en EU; Tatiana Clouthier, secretaria de Economía. Y algunos que pudieran ser parte clave de la continuidad del proyecto de la 4ª-T: Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda, Lázaro Cárdenas Batel, jefe de asesores del presidente, Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, y Alfonso Durazo Montaño, exsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana y hoy gobernador de Sonora.
PAN: Ricardo Anaya Cortés, candidato de la alianza PAN-PRD en 2018; Margarita Zavala Gómez del Campo, diputada panista y esposa del expresidente Felipe Calderón Hinojosa; Javier Corral Jurado, exgobernador de Chihuahua; Santiago Creel Miranda, secretario de Gobernación del primer gobierno de alternancia con Vicente Fox Quezada; Mauricio Vila Dozal, gobernador en funciones de Yucatán: Francisco Domínguez, exgobernador de Querétaro; Mauricio Kuri, gobernador en funciones de Querétaro, María Eugenia Campos, gobernadora en funciones de Chihuahua, Francisco García Cabeza de Vaca, gobernador en funciones de Tamaulipas; Miguel Márquez Márquez, exgobernador de Guanajuato.
PRI: Alfredo del Mazo Maza, gobernador del Estado de México, Alejandro Moreno Cárdenas, exgobernador de Campeche, presidente nacional del PRI y diputado en funciones; Omar Fayad, gobernador de Hidalgo en funciones, Alejandro Murat Hinojosa, gobernador de Oaxaca, y Enrique De la Madrid Cordero, hijo del expresidente Miguel de la Madrid.
PRD: Miguel Angel Mancera Espinosa, exjefe de gobierno de Ciudad de México y senador en funciones; y Silvano Aureoles Conejo, exgobernador de Michoacán.
Movimiento Ciudadano: Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, Samuel García Sepúlveda, gobernador de Nuevo León, Luis Donaldo Colosio Riojas, presidente municipal de Monterrey, Patricia Mercado, senadora actual y candidata presidencial en 2006.
PVEM: Manuel Velasco Coello, exgobernador de Chiapas, senador y dirigente del partido; Ricardo Gallardo Cardona, gobernador actual de San Luis Potosí.
Empresarios: Gustavo Hoyos, expresidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, y Claudio X. González; estos dos empresarios han potenciado la alianza PRI-PAN-PRD y la coalición Sí Por México.
Independientes: Casillero vacío que pudiera llenarse con alguno de los candidatos que no alcancen partido.
Estos son los aspirantes se han posicionado del espacio de debate público, más los que se vayan agregando en el largo camino sucesorio.