Nepotismo, 4T festín de corrupción; con AMLO todos están embarrados

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En su torcida naturaleza el presidente Obrador jamás ve la mota en el ojo del amigo ni en la pila de vigas en el ojo propio. Según él cumple todo a la perfección pero en el más recalcitrante sentido ocurre todo lo contrario. Su gobierno es un desorden lleno de trapacerías. Ajeno a la realidad de la pobreza que azota al país, él vive en su palacio como en otro mundo. El poder lo envanece. A sus colaboradores –desde el más modesto archivista hasta al más conspicuo integrante de su gabinete– los trata como unos paniaguados. 

Su gran poder no le permite ver la muerte que estremece a cientos de miles de familias. Él vive para la gloria. No alcanza a comprender que la historia tiene un propósito y que el pueblo tiene un destino superior. No en balde sucedió lo de Hitler. Es una vergüenza a esa torva forma de la estupidez de quienes le festejan sus ocurrencias. De cómo sus fieles son capaces de aplaudir la vesania en su contra, la más baja e irracional pasión que como lepra pueda tener un ser humano. La “fe ciega”, le llaman. Obrador siente que está escribiendo la historia de los mexicanos como si estuviera escribiendo la historia del mundo, como si la historia se pudiera domesticar. Solo los papanatas creen en él.

Fascista furibundo que comparte el poder con los militares, se adueñó del país y actúa como el rey de los políticos más infames. Le gusta que lo adulen con dulzura, que le aplaudan y llenen de honores. Es un secreto a voces la indecencia de la corrupción de la cuarta transformación que aulla como perro amarrado. 

El nepotismo es una expresión clara y contundente de que algo anda mal. El nepotismo de la cuarta transformación es un festín de la corrupción. A cambio de la lealtad todo se vale. Con la “cuarta transformación” queda más que claro que “vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error”.

La siguiente es una pequeña muestra del nepotismo obradorista:

Gerardo Fernández Noroña –como se llama esa cosa– fue exhibido en las propias narices de los diputados por la amante del “guía moral” del Partido del Trabajo. Martha Angélica Ojeda, la amante despechada de Noroña accedió al Pleno de la Cámara de Diputados para exhibir una manta para protestar, y de paso, denunciar las corruptelas del legislador estrella de la 4T.

En la manta se podía leer: “Noroña vives del pueblo y traicionas al pueblo. Simulador, violento, mentiroso y vulgar ambicioso”.

Ojeda trabajaba como secretaria de Fernández Noroña y tenía un salario de 45 mil pesos mensuales. Ella, acusó a Noroña de nepotismo, pues les consiguió trabajo en San Lázaro, a su hermana Mónica Fernández Noroña, a Raúl y Manuel Fernández Noroña, a Aura Quintana Fernández y Daniel Méndez Fernández, estos últimos sobrinos del diputado. 

Como el diputado Noroña, la senadora Olga Sánchez Cordero a lo largo de su trayectoria en el poder judicial dejó una estela de corrupción, sintetizada ésta en el nepotismo. Hermanos, hijos y sobrinos se reparten cargos y millones de pesos del erario público al que asumen como un botín de la burocracia. En la nómina del poder judicial aparece su hija Paula García Villegas Sánchez Cordero quien se desempeña como Magistrada en el Consejo de la Judicatura Federal. La hermana María de la Asunción Sánchez Cordero Dávila, ocupa el cargo de subdirectora en la Dirección General de Comunicación Social y Vocería en el Consejo de la Judicatura Federal. El sobrino Jorge Emilio Sánchez Cordero Grossmann sobrino es secretario técnico de Estudios Constitucionales, en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. La sobrina María del Roció García Raba, cobra como Coordinadora Técnico B, en el Consejo de la Judicatura Federal. Otra sobrina María Alejandra García Raba, funge como subdirectora de Cursos y Talleres, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Otro sobrino, Francisco Luis García Raba es subdirector de Área en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Otro sobrino más, Enrique de Jesús Nachón García, es secretario, en la Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario, en el Estado de Veracruz y una sobrina más, María Gabriela Nachón García es Directora Académica en el Instituto de Ciencias de la Salud, en la Universidad Veracruzana. 

Pablo Gómez, fiscal de la Unidad de Investigaciones Financieras de la Secretaría de Hacienda es otro ejemplo del nepotismo. Al menos siete integrantes de la familia Gómez Concheiro quienes ocupan diveros puestos en la administración del presidente Obrador. Entre ellos destacan el de la esposa de Gómez, Elvira Concheiro Bórquez quien es la tesorera del Gobierno Federal. Ángel Gómez Concheiro, el orgullo de su nepotismo es director general de Grandes Festivales Comunitarios en la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. Galia Borja Gómez,  sobrina de Pablo Gómez es subgobernadora del Banco de México. Su cuñado Luciano Concheiro Bórquez es subsecretario de Educación en la SEP. Su prima María de los Ángeles Rosario Comesaña y Conchiero es directora de Análisis Económicos de la SCT.  Juan Concheiro Bórquez, hermano de Elvira y Luciano es director de la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados.

Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Segob buscó cobijo para su hijo Alejandro Encinas Nájera quien cobra como titular de la Unidad de Asuntos Internacionales de la Secretaria de Trabajo.

Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo recomendó a su hermana Bertha para ocupar un cargo ejecutivo en el Sistema Nacional de Seguridad Pública.

El esposo de la ex secretaria de Economía, Graciela Márquez, Gerardo Márquez ocupa el cargo de subgobernador de Banxico.

Los hermanos de la ex secretaria de la Función Pública, Irma Sandoval,  Pablo y Netzai Sandoval Ballesteros trabajan en el gobierno del estado de Guerrero. Pablo en el Programa Social y Netzai en el Instituto de la Defensoría.

El secretario de Turismo, Miguel Torruco le pidió un favor especial al presidente Obrador: hacer al junior Miguel Torruco Garza en diputado federal por Morena. 

Manuel Bartlett, tiene al sobrino de su concubina Julia Abdala, Rodrigo Abdalá como delegado de Programas del Bienestar en Puebla, dependiente de la Secretaría del Bienestar, cargo autorizado directamente por el propio presidente Obrador.

Para curarse en salud, ordenó en marzo del año que está por concluir llevar a cabo reformas en contra de la corrupción y el nepotismo en el Poder Judicial. Las reformas a la Ley Orgánica del Poder Judicial y la Ley de Carrera Judicial del Poder Judicial de la Federación, incluyen sanciones a los jueces y magistrados que incurran en actos de nepotismo o corrupción; estas van desde amonestación privada, suspensión o destitución de su empleo y sanción económica.

Lejos de privilegiar el servicio profesional de carrera en la administración pública dependiente del Poder Ejecutivo, Obrador optó desde el inicio de su mandato por premiar la lealtad con el nepotismo. 

Obrador jamás ve la mota en el ojo del amigo ni en la pila de vigas en el ojo propio. Cuando alguien exhibe las trapacerías de su gobierno, Obrador hace “como que la virgen le habla”.