- Análisis de los resultados de las elecciones de junio pasado
- Perdida de la mitad de las alcaldías en la CDMX
- El nuevo enemigo presidencial: las clases medias
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) después de haber analizado los resultados de las elecciones del pasado 6 de junio de este año, las más grandes de la historia moderna del país, a escala estatal, de Congresos locales y municipios, así como federal, con la renovación de la Cámara de diputados; manifestó su fuerte enojo contra las clases medias, donde millones habían dejado de apoyarle >como en el 2018< con la perdida de la mitad de alcaldías en la CDMX >corazón político del país< y la mayoría de las grandes ciudades, así como zonas urbanas.
Uno de los ejes más importantes de la estrategia del presidente López Obrador ha sido: “Primero los pobres” y para ello, ha diseñado estrategias de gobierno, impulsado programas sociales para atenderlos, importantes montos del presupuesto, así como discursos en las mañaneras y durante sus giras estatales, para hacerles sentir que está apoyándoles >de ahí, gran parte de su popularidad<; pero olvido y abandonó un amplio sector social >de alrededor del 40% de la población<, las clases medias.
AMLO en su estrategia populista, falta de cálculo político y estratégico, no atendió a estos sectores medios de la población, no impulsó programas, estrategias, discursos y montos significativos del presupuesto, para atender sus necesidades más esenciales; en cambio cotidianamente había descalificaciones, ataques, polarizando con miembros emblemáticos de este sector, contra Ong’s y la sociedad civil, así como tratarlos de oposición, conservadores, corruptos, egoístas, etcétera.
El presidente esta enojado, porque las clases medias >los de mayores ingresos, por arriba de 15 mil pesos mensuales y estudios universitarios< que votaron por él, en 2018, ahora en las elecciones de junio pasado, sufragaron por el Partido Acción Nacional (PAN) y no por él; iniciando una brutal campaña en su contra, acusándolos de egoístas, aspiracionales >como un signo neoliberal<, entre otros calificativos.
La visión y discurso ahora de López Obrador hacia las clases medias, es de tratarlos como antagónicos u opositores, en un tono despectivo y polarizador, para también fortalecer su cercanía con su “base dura” los 15 millones de ciudadanos que han votado por él, en las ultimas tres elecciones presidenciales, ya que sabe, que en el 2024, no puede contar con el apoyo de las clases medias que tuvo en el 2018 (1), ante el hartazgo de los partidos políticos y la corrupción sin limite del expresidente Enrique Peña Nieto.
Vale la pena recordar, que López Obrador en su campaña proselitista en el 2018, no utilizó los antagonismos y polarizaciones, el concepto de “pueblo” era más amplio, incluyendo a los sectores medios, por sus demandas sociales y la lucha contra la corrupción; pero ahora su definición de “pueblo” es cada vez más angosta o reducida, prácticamente dedicada a los beneficiarios de sus programas sociales.
Desde que AMLO se instaló en Palacio Nacional, dejo a tras el discurso conciliador de su toma de posesión, elevando en las mañaneras el nivel e intensidad del discurso de confrontación y como lo hizo durante sus 18 años de campañas presidenciales, se dedicó >desde el poder< a la construcción de los enemigos; desde la “mafia del poder” a los “conservadores”, al referirse a los empresarios, activistas de derechos humanos, periodistas, medios de comunicación, intelectuales, científicos, entre muchos otros, hasta llegar recientemente a las “clases medias”.
Es importante destacar, que el eje central de la campaña de AMLO en 2018 fue “primero, los pobres”, como una idea fuerza que sintetiza el ideario progresista de que combatir las desigualdades, la pobreza y la exclusión contribuye a un beneficio colectivo de toda la sociedad, junto con la propuesta de combate a la corrupción; fueron los factores determinantes que atrajeron un voto mayoritario por Morena.
El concentrar los programas, políticas y presupuestos, para darle un lugar privilegiado a los desfavorecidos había sido muy positivo >para su popularidad<, pero el cambio del tono y/o la narrativa para articular ese discurso, lo ha venido erosionando, por una forma de ejercer el poder de forma autoritaria; dejando fuera del radar presidencial a las clases medias y a los pequeños empresarios, que tienen un gran poder de persuasión e influencia.
El abandono de las clases medias
El ejemplo más emblemático de los resultados de las elecciones de junio pasado, se da en la Ciudad de México (CDMX), ya que se trata del corazón político de el país y el centro político de AMLO, la 4T, Morena y que gobierna Claudia Sheinbaum >la aspirante en la sucesión presidencial 2024, más avanzada<.
Sin pronósticos, fue sorpresivo que la oposición le arrebatara de manera contundente la mitad de las alcaldías, donde se evidencia de manera clara, que una mayoría ciudadana >mayormente de clases medias< votó por los partidos opositores.
Resultado electoral de la CDMX 2021
A la izquierda, el mapa de Ciudad de México que se viralizó tras las elecciones. A la derecha, el elaborado por el investigador Willibald Sonnleitner, con la distribución territorial del voto y sus características urbanas.
El mapa de la CDMX, que el presidente López Obrador ha mostrado en las mañaneras, es más que claro, muy simbólico del fenómeno que estamos tratando: las clases medias, en el este, pintado de guinda muestra donde ganó Morena, y el oeste, en color azul donde ganaron los partidos de oposición; este mapa sintetiza una realidad muy compleja, de un electorado plural, en las identidades políticas y partidistas.
El investigador Willibald Sonnleitner destaca que el retroceso significativo de Morena en la elección intermedia, también se replicó en muchas otras zonas urbana con características sociodemográficas similares a la capital del país, que ya tenían, en su mayoría, una fuerte inclinación panista y un nivel alto de participación en otras votaciones, con la excepción de las ciudades industriales de la frontera Norte y de la costa del Pacífico; apuntando, que no es un fenómeno exclusivo ni propio de la Ciudad de México: se observa en Puebla, Cuernavaca y Pachuca, en el Estado de México, en Monterrey o en Cancún, entre muchas otras ciudades.
En el Valle de México, se volvió a pintar de azul el llamado corredor que envuelve desde el Edomex, a la CDMX, con ciudades densamente pobladas como: Tlalnepantla, Huixquilucan, Tultepec, Ecatepec, etcétera; donde el análisis postelectoral muestra que las clases medias le dieron la espalda al presidente López Obrador, lo que provocó su enojo y seguramente lo llevó a impulsar la Sucesión Presidencial 2024, tan adelantada y construirle la candidatura a Claudia Sheinbaum.
El autor es coordinador de investigaciones políticas de La Crisis, Zona Zero e Indicador Político
@rabascal
Notas:
- Donde se calcula que AMLO tuvo alrededor de 15 millones de sufragios que votaron en contra de la corrupción de Peña Nieto y los partidos tradicionales, no por él o Morena.