De las frivolidades del INE hacia un proyecto de austeridad institucional frente a la crisis paradigmática nacional

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Gerardo Lozada Morales

La política global ha sido un tema de alarma desde las severas crisis que se mantienen intermitentes desde 2008, y que se han agudizado desde el 2014 hasta el presente, involucrando por completo al modelo económico capitalista (neoliberal) que impera desde la década de los 80, y que ha evidenciado no sólo la gran concentración de la riqueza mundial sino también las grandes brechas de desigualdad entre ricos y pobres. Este fenómeno se ha presentado tanto en las potencias mundiales como en países más azotados por aquel modelo económico que defendió a ultranza la desarticulación del Estado a manos del empoderamiento del sector empresarial privado (nacional e internacional) con la utópica propuesta del progreso, desarrollo y modernización.

Tal es el caso de México, donde no es gracia mirar que tras su desarrollo como país moderno, hablar de la pobreza, la desigualdad es un tema tan común que pareciera normalizado por estar en el inconsciente colectivo; como un constructo socio-cultural e ideológico construido y perpetuado desde el viejo régimen. Esto sin nombrar los variados casos de corrupción política, burocrática y empresarial que han salido a la luz durante los últimos años.

El proyecto de nación de austeridad republicana propuesto por el gobierno actual, ha dejado en evidencia al INE, uno de los órganos constitucionales “autónomos” que han emprendido una batalla frente al gobierno federal por la negativa de la reducción de sueldos y de presupuesto, dando evidencia que no logran comprender o ignoran la situación tan grave que enfrentamos a escala global y nacional. Y si lo entienden, muestran de manera más ruin su defensa antidemocrática y frívola por mantener un estatus de privilegios económicos sin precedentes, hasta el grado de posicionarse como una de las instituciones más caras del mundo, sin importar su reprobación desde hace años en el índice de integridad electoral realizado por la politóloga Pippa Norris de Harvard.

Después de los escándalos y las negativas del INE encabezado por Lorenzo Córdova para la realización del ejercicio democrático de la revocación de mandato, y tras justificar “la falta de recursos” con el descontento del presupuesto asignado para el presente 2022, han salido a la luz más evidencias de los gastos multimillonarios que realizó la institución por encima de los sueldos escandalosos que perciben los consejeros y sus subcontratados. La periodista Nancy Flores develó una investigación para el periódico Contralínea donde expuso los gastos excesivos del instituto, y enumero los más alarmantes: en 2021 gastaron 1 mil 2 millones 111 mil 305 pesos en renta de edificios, coches, equipos, bienes informáticos, máquinas, y mobiliaria. También se expuso que lo que más gasto generó fue la cuestión de arrendamiento de edificios y locales con una cantidad de 509 millones 379 mil pesos, precedido de “renta de vehículos” por una cantidad de 373 millones 593 mil 600 pesos, en donde se encuentran automóviles, aviones, helicópteros, transportes marítimos, etc., etc., etc… Y se expuso  la trasferencia a dos fideicomisos de la institución por 542 millones 338 mil 742 pesos, violentando que la Cámara de Diputados le negó el presupuesto.

Lo más escandaloso es que para servicios de lavandería, limpieza e higiene, instalación, reparación, mantenimiento y conservación, se gastó 95 millones 885 mil 601 pesos, para otras asesorías y la operación de programas, devengaron 74 millones 862 mil 177 pesos, servicios para traducciones con el gasto de 1 millón 549 mil 642 pesos, seguido de los apoyos a la investigación científica y tecnológica de instituciones sin fines de lucro, por una cantidad de 20 millones 8 mil 120 pesos, ayudas sociales, gastos relacionados con actividades culturales, deportivas y de ayuda extraordinaria con 54 millones 81 mil 324 pesos, al igual que cuotas y aportaciones a organismos internacionales con una cantidad de 27 millones 376 mil 822 pesos, entre más…

Cabe destacar que los gastos excesivos del INE son excesivos contemplando la problemática que enfrentamos como país, y más aún con la contingencia sanitaria y muchos más conflictos que se vienen arrastrando desde sexenios pasados. Pero el consejero presidente sigue denunciando un supuesto “hostigamiento” por parte del gobierno federal hasta el grado de mencionar la entelequia donde asegura que somos como la república de Weimar que fracasó con el ascenso del nazismo. Pues según él, la defensa de sus privilegios económicos es la defensa por la democracia.

Hace una semana, dos consejeras presentaron una propuesta para el ejercicio de revocación de mandato, pero no ha tenido difusión por obvias razones. Sin embargo, de la misma manera el presidente López Obrador ha mencionado que en los próximos días les darán una propuesta austera para realizar el ejercicio democrático. Lo que suena entre líneas es que, se avecina el futuro próximo de la reforma político-electoral que tanto necesita México.

El autor es doctor en Ciencias de Gobierno y Política por el ICGDE-BUAP, Catedrático de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).