Cuando la “pacificación” se recarga en la gobernanza

0
528

México está preparado para vivir dentro de un estado eficaz, de calidad e interviniendo este para que sus instituciones siempre busquen formas de gobernartendientes a la perfección; México tiene todo para ser calificado como un Estado Moderno.

¿Cómo llegamos, los del Think Tank, a este razonamiento? Hubo varias rutas; una de ellas es -en uno de los últimos meses del año próximo pasado la representación del Gobierno Mexicano en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tuvo el mallete del Consejo de Seguridad y cuando al Presidente mexicano le tocó dirigirse al mundo libre él, Andrés Manuel, no habló de armas, guerras o misiles, él usó su tiempo y espacio para hablar de “mejor repartición de la riqueza” “combate a la corrupción” y “justicia más allá de las leyes”. Los entendidos entoncesreconocieron

los modos del Embajador Juan Ramón de la Fuente Rodríguez al mismo tiempo la inteligencia de Marcelo Ebrard. ¿otras señales?

El trato que el Poder Ejecutivo le ha dado no solo a la oposición, a la reacción misma, es, y perdónenme, absolutamente republicano, cuando aquellos expresan sus adversidades suelen hacerlo con majaderías e imprecisiones, y AMLO, que más parece campechano que tabasqueño, muestra tolerancia. Sin embargo.

Tanta democracia e incluso flema y pasividad por la innegable violencia criminal tiene enojados a decenas de millones de mexicanos e inversores extranjeros, ¿será tiempo ya de hablar de “pacificación”? y, para esa ¿se deberá usar la violencia legal?

Antes de dar la voz a quienes están a las cabeceras de este Taller de Pensamiento he de recordar, este es el tercer patrullamiento que trae a la mesa el asunto y temas de “tiempo de peacemaker -México ¿necesita pacificadores? –Gobernanza como instrumento de pacificación-. Así pues.

Desde su sillón verde, cito ese en la cabecera de la mesa, Paul von Hindenburg comienza diciendo.

-Estoy seguro de que su país, México, tiene todo para ser un Estado moderno.

De lo que no estoy seguro, es de que ese esté preparado para vivir dentro de un Estado eficaz-. Pronto se dibujaron los gestos de “ahchinga” entre los que escuchábamos, Paul siguió.

-Mi duda es razonable, dada la equivocada interpretación que los mexicanos, en general; o por lo menos una gran parte, tienen, sobre la democracia-.Hindenburg hizo un lento paneo sobre quienes lo escuchábamos y haciendo eso hablaba. -Por el contrario, alimentan una torcida percepción de la misma y Manifiestan por lo regular, ante casi cualquier restricción social o legal, un gran desapego para cumplir la normatividad vigente, porque, dicen, -acá esenfático el Mariscal -…. Este es un país libre …. Ergo, puedo hacer lo que quiera…. –entre los mexicanos presentes hubo gestos de “penita”- Paul continuó.

-Esta actitud, este falso concepto, es en gran medida el factor para no haber logrado gobernanza en este país-.acá Paul, mientras prende una candela dice.

-Juárez lo dijo con sus palabras: el respeto al derecho ajeno, es la paz.

Rouseaw lo expresó en su reconocida obra: El contrato social, donde se hace claro que los derechos de uno terminan, donde comienzan los del vecino- mete la lumbre en el cráter de su pipa y agrega.

-Así convive, idealmente, una sociedad en gobernanza.

Pero el mexicano en general. Ignoro por qué- dice Paul-dado que no soy psicólogo. Rechaza la figura de autoridad.

Por tanto, dificulta el cumplimiento de la normatividad vigente. –acá Paul von Hindenburg lucha contra la terquedad del tabaco por encender, cuando gana dice.

– ¡Y créanme compañeros! Sin la voluntad y participación del ciudadano, no existe estrategia ni política que funcione-. Se pone de pie, y con eso deja saber que lo que sigue es su ya emblemático mutis, y entonces se va diciendo-… ¿Drástico? – y se responde; -a las pruebas me remito-. Acá coloca el canto de su mano derecha contra su cuello y dice – ¡Es cuanto! -.

El toc-toc de los pasos que llevaban al prusiano y los miles de millones de puntos de humo que rodeaban la cabeza del Mariscal acompañaron a ese mientras regresaba a su sillón; al pasar junto al sargento Limón los militares se relevaron en el uso de la voz, Limón comenzó diciendo.

-México está viviendo un momento histórico en el que las acciones realizadas en el exterior a través de sus representantes en embajadas y consulados; ello lo coloca como una nación de vanguardia en temas de concertación, paz y seguridad entre estados-. La batería de miradas inteligentes dirigió sus miras hacia el Sargento.

-Sin embargo- continuó Limón, -no podemos opinar lo mismo de su interior, actualmente se viven momentos en los que las divisiones políticas de su sociedad impiden que exista un avance en proyectos de carácter estratégico, tanto en materia política como económica; esta división histórica de los mexicanos, es un lastre que se viene arrastrando desde la conquista española-.No hubo ni un giño de desacuerdo.

-Pero existe una explicación simple- enfatizó el sargento -el mexicano que hoy intenta participar activamente en la política, es producto de diversos procesos sociales en los que siendo una variable constante la inequidad social, convergieron hacia una corriente de pensamiento democrático, en el que uno de los principales anhelos es la igualdad social-.

Nada interrumpía, Limón siguió. -Algunos de estos procesos muy notorios por su violencia (movimiento estudiantil de 1968), otros velados por su tendencia a revolucionar solo el pensamiento cultural de nuestra sociedad (el positivismo post-revolucionario)

Pero en todos los movimientos sociales que han tenido brotes de violencia o indicios de que pueden rebasar las capacidades del estado, tienen dos ingredientes que son su detonador: “la corrupción y la impunidad”; la corrupción paulatinamente se ha insertado en su sociedad como una actitud normal, al punto tal que la justifican con frases como: ”que robe, pero no mucho”, ”le damos su mordidita”, etc.; para Agustín Basave, la corrupción en nuestro país “es especialmente grave porque se ha convertido en el aceite que impide el resquebrajamiento del engranaje social”.

Con la aceptación de la corrupción como cultura- acá Limón ya había elevado el tono de voz -el mexicano busca justificar la ineficacia de sus instituciones y de su gobierno, asumiendo una actitud de indolencia sucumbiendo a los rituales laicos; los cuales inundan las agendas de todos los gobiernos en forma de aniversarios oficiales, natalicios, informes de labores de presidentes y gobernadores, etc.; sobre este fenómeno social, el mismo Basave enfatiza: ”Tengo la impresión de que la raíz histórica de esa cultura de la corrupción se localiza en la conquista. Creo que está aparejada a nuestra crisis de identidad y que tiene que ver con la incertidumbre de pertenencia que nos dejó como saldo el choque de civilizaciones y el establecimiento de las castas y que se arraigó con la desigualdad socio-étnica que a la fecha persiste”-.Fibronio Limón caminó hacia la jarra de café de Malinaltepec, sirvió su taza, y agregó.

-Coincido con Basave-, dio un largo trago a su taza, bajó el brazo, obvio, llevando la taza, y -dijo las raíces de nuestra evolución histórica y democrática están contaminadas de factores desestabilizadores en toda sociedad:

1) desigualdad social,

2) corrupción y

3) impunidad.

Por lo tanto- siguió diciendo -nuestro país estáviviendo un momento histórico cuya rareza se puede explicar de la forma siguiente:

Al cuerpo le están creciendo paulatinamente las piernas, pero no sus brazos, por lo que esa deformidad no permitirá en el corto plazo definir que es un ser vivo fuerte, al carecer del equilibrio que debe existir en todo estado moderno: una alta independencia y autonomía en su exterior (lo que evidencia una fortaleza de la nación) y en su interior, un ambiente de justicia combinado de un alto nivel de igualdad social y participación de la sociedad en sus procesos democráticos-. Limón nos dejó dos antojos, primero abrió las ganas de investigar y segundo nos hizo llevar nuestras tazas a la cafetera para tomar de esas,exquisitos tragos de aromático-.

Horas después, y trazando yo sobre la libreta las palabras de aquellos dos que hablaron agregué s mis notas el texto siguiente.

Entiendo que, México busca madurar esa forma de gobierno en la que, la interrelación entre el Estado, la sociedad civil y el mercado es equilibrada, y con eso se camina al desarrollo económico y social; entiendo también el interés PATRIOTICO de Paul von Hindenburg y del Sargento Limón porque ese desarrollo sea respetando la integridad de territorio, soberanía, independencia y un robusto aparato de gobernabilidad más, tengo claro que, mientras la “gobernabilidad” en México, solo sea una palabra, eso, no hará cambiar nada.

Último patrullaje. – vienen los ejercicios políticos más importantes en el sur/sureste de México. Oaxaca; hoy todo apunta a que Salomón Jara será el próximo Gobernador, acercamiento con AMLO, fuerza en la 4T, buena cantidad de “grupos de poder” apoyándolo. Volveremos a comentar esto en un mes. Guerrero….

Muy interesante el movimiento del habilísimo político Héctor Astudillo, el exgobernador apoya la candidatura de su amigo Alejandro Bravo a la Dirigencia del PRI en ese Estado; realmente Alejandro tiene los méritos y perfil para ello, igual que lo haremos con Oaxaca, en treinta días volveremos a comentar el asunto del PRI/Guerrero.

Balazo al aire. – de las nuevas maneras de -hacer caminar un Estado-.

Greguería. –pecado quiere decir. “pie chueco”.

Oxímoron. – mar deshidratado-.

Haikú. – ah, vivir en tu palabra.

Yo, entre tu voz,

es. Lo más cerca a Dios.