Como sucedió en 2015 y 2018, asoman barruntos de “negociación” de la cúpula nacional del PRI para entregar Tabasco. El primer indicio de que al Revolucionario Institucional no competirá con posibilidades de triunfo es el naufragio de la alianza con PRD y PAN que ya estaba a punto de cocción.
Como preludio vale recordar las elecciones intermedias de hace cinco años, cuando las encuestas le daban nueve puntos de ventaja al candidato priísta a la alcaldía de Centro, Evaristo Hernández Cruz, a quien le reveló ese dato el mismo presidente nacional del partido, el mexiquense César Camacho Quiroz, durante el cierre de campaña.
Así, fue “sospechoso” que una semana antes de las votaciones le retuvieron al comité directivo estatal los recursos para “aceitar” la estructura electoral que cuidaría las casillas en el municipio de Centro.
Sin nadie que vigilara las actas, Hernández Cruz fue prácticamente barrido por el régimen perredista.
En este punto no debe pasarse por alto que el entonces gobernador Arturo Núñez Jiménez mantenía un inmejorable relación con el presidente Enrique Peña Nieto, al grado de que rompió –o al menos eso hicieron creer a los tabasqueños– con su paisano Andrés Manuel López Obrador.
Anulada la victoria del PRD en la capital del estado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en los comicios de 2015, para las extraordinarias de 2016 el CEN tricolor le trancó el paso a Evaristo y nominó a Liliana Madrigal, quien resultó un exquisito flan para el perredismo.
En 2018 también fue ostensible que la abanderada priísta a la gubernatura, Georgina Trujillo Zentella, fue dejada sola.
Hace dos años la sospecha de que el PRI negoció Tabasco alcanzó a Núñez, quien se puso del lado de Morena para el triunfo vinotinto.
Hoy de nuevo la dirigencia a cargo de Alejandro Moreno da señales de que en 2021 el tricolor seguirá huérfano.
Esta columna está en posibilidades de informar que ha fracasado la gran alianza que habían alcanzado en un primer acercamiento el exgobernador priísta Manuel Andrade Díaz y el senador perredista Juan Manuel Fócil Pérez.
Peor aún: será el CEN de Moreno el que decida las candidaturas, de tal manera que ya hay dos plazas palomeadas, pese a que los nominados no le representan la victoria: en Comalcalco el abanderado a la alcaldía será Gregorio Arias, mientras que a la diputación local por el distrito 12 irá Carlos Mario Ramos Hernández, quien enfrenta señalamientos públicos de haberse quedado con los recursos para pagar la estructura electoral en la jornada extraordinaria.
Además, ni Andrade ni Andrés Granier Melo serán postulados a la presidencia municipal de Villahermosa.
En el caso del segundo, el pago a su activismo será un espacio en el Congreso local para su hijo Fabián Granier Calles, aunque aún no se decide si será por la vía plurinominal o si tiene que competir en las urnas.
El PRI nacional, pues, ya negoció el Edén…
PARA SU INFORMACIÓN…
EL TABASQUEÑO ERUBIEL Alonso Que fue designado delegado del CEN del PRI en Campeche, luego de haber ocupado el mismo espacio en Chiapas. El expresidente del tricolor tabasqueño estará en los primeros lugares de representación proporcional de su partido para la Cámara baja.
MOVIMIENTO CIUDADANO TAMBIÉN le cederá uno de sus lugares de arriba a otro choco: el perredista Gerardo Gaudiano Rovirosa, quien competirá por una diputación federal, pero irá “protegido” con un espacio pluri.