El año 2020 inició con malos resultados en la economía del año anterior, básicamente por la desconfianza de los inversores nacionales y extranjeros en el gobierno de López en donde las pésimas señales iniciadas con la cancelación del aeropuerto internacional de la Ciudad de México llevó que al final la economía tuviera un saldo negativo de -0.1 % del PIB, así es que con la llegada de la pandemia del Covid-19 la economía ya crujía de debilidad y las temerarias declaraciones de que no se apoyaría con rescates de las empresas por el cierre o las quiebras (según CONCAMIN un millón de pequeños negocios ha cerrado este año como resultado de la pandemia), la ineptitud de no hacer una política económica contracíclica de emergencia, así como la incapacidad de generar una estrategia contra la pandemia con una visión de Estado, dieron como resultados, políticas públicas insuficientes, inerciales y contradictorias y sabedores de que la pandemia tarde o temprano, llegaría el presupuesto para el 2020 no contempló absolutamente ninguna previsión de gasto para apoyos a pequeños negocios o a los trabajadores ( formales e informales ) que se verían afectados por la pandemia ,amén de la frase reiterada de que no se endeudaría el gobierno.
Aún y que se pudo ratificar el TEMEC, la pandemia y la ausencia de una política económica que diera certeza a las inversiones, así como las amenazas latentes de romper los acuerdos y burlar la legislación, los empresarios (nacionales y extranjeros) siguen sin tener confianza en el gobierno y además porque hay un gasto centrado sólo en las obras prioritarias del presidente que siguieron abonado a la desconfianza en la inversión, el resultado es una caída en la economía como no se tenia memoria desde hace 90 años cuando el gran crack del 29-33 que ahora se ubica fundamentalmente por la pandemia en una caída del PIB entre menos 9.3 y 10 puntos.
En el terreno de la violencia y la inseguridad 2019 había sido un año muy violento que dejaba al descubierto el fracaso de la “estrategia “ de López obrador de “abrazos y no balazos “ iniciamos el año 2020 con un saldo de 34,582 homicidios de enero a diciembre del 2019, pero la ineptitud de generar una verdadera estrategia de seguridad, así como las señales de tolerancia y hasta concesiones a los criminales de parte del gobierno han hecho de 2020 un año de terror, violencia e inseguridad con un saldo de 37 mil homicidios dolosos al día de hoy; sin estrategia y condescendiente al crimen organizado el gobierno mantiene a la población en la indefensión pero suma además un elemento muy importante para la mala imagen del país en el extranjero que inhibe inversiones y visitas de turismo que mantiene a esta industria en una situación crítica además por el tema de la pandemia.
La pandemia de Covid dejó al descubierto la ineptitud del gobierno y la charlatanería de muchos de sus funcionarios de salud, así como el negacionismo populista del presidente, pero los saldos son los que hablan aún en sus números oficiales de que el enlutamiento del país es en gran medida responsabilidad de las actitudes del gobierno iniciando por supuesto con las del presidente que alentaba a la gente a salir y a abrazarse “ que no pasa nada “ y hasta la fecha de negarse al uso del cubrebocas. Hoy en sus propios números hay 118 mil muertos por Covid y nunca se aplanó la curva, ni siquiera estamos en un rebrote porque siempre se mantuvo a la alza el contagio, se inventó un semáforo para catalogar los niveles de contagio y no fue capaz el gobierno morenista de coordinarse y llegar a un acuerdo nacional con los gobernadores del país, después fue minimizado por el propio López de salud ( inventor del semáforo) y chimultrufio del gobierno como vocero para la pandemia y nuevamente puesto en práctica ahora en el valle de México cuando la crisis ha llegado a niveles ya insostenibles desde el punto de vista de capacidad hospitalaria, podríamos hacer una amplia relatoría sobre las mentiras medias verdades y contradicciones del gobierno en este tema pero no hay espacio, la única verdad es los dramáticos números de personas fallecidas y hogares de luto por esta grave irresponsabilidad e ineptitud del gobierno de López Obrador, porque eso es lo que es, el gobierno de un solo hombre.
Ahora nuestro país no solo está de luto por la violencia desenfrenada, por las personas que han fallecido por la pandemia de coronavirus, sino es un país con miles sino es que millones de negocios cerrados, quebrados y como consecuencia de ello, millones de mexicanos que han perdido sus empleos y con ello sus ingresos que ha incrementado la pobreza y la desigualdad, y nos pone en un desafío mayor para la reactivación económica y un desarrollo más armónico entre crecimiento económico y bienestar social para los próximos años, porque del gobierno no podemos esperar más que más de lo mismo: ineptitud, cerrazón, intolerancia, más polarización y endurecimiento del dogma populista.