- La agitada, contradictoria y decisiva agenda presidencial no permite llegar a conclusiones concretas sobre la lista y preferencias el candidato presidencial de Morena. Los principales seleccionados tienen que pasar todavía por temas de la coyuntura, entre ellos las escuelas de la votación de revocación de mandato y sobre todo la ley eléctrica.
- En la semana, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, tuvo una serie de tropiezos operativos por apoyar la votación por la ratificación del mandato presidencial. La afirmación del presidente de que el funcionario no era precandidato sino el principal operador político de Palacio Nacional fue más bien una operación de distracción para evitar que el asunto del avión de la Guardia Nacional pudiera causarle más estragos.
- El que aparece más tranquilo en las tareas cotidianas –que no son pocas ni superficiales– es el canciller Marcelo Ebrard. La agenda diplomática con el Gobierno de Estados Unidos la está manejando de manera directa el presidente López Obrador y Ebrard ni siquiera tiene que darles cauce a sus declaraciones. En algunos sectores se considera que está operación política es también una forma de cuidar la figura del canciller y editar confrontaciones con Estados Unidos.
- La oposición sigue sin preocuparse por la sucesión en sus filas, pero si es sin tener un listado corto de precandidatos fuertes y no ha podido deslindarse de la presión del activista ultraderechista Claudio X. González para imponer la precandidatura del expresidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos. A pesar de haber irrumpido en medios de comunicación con artículos semanales, De Hoyos sigue sin tener un buen posicionamiento en el ambiente político-electoral y la Coparmex pareciera estar enviando mensajes en el sentido de que podría ser más una figura de desgaste que de nominación.
- El que parece más tranquilo y ajustado azul turismos políticos es el líder senatorial morenista Ricardo Monreal Ávila, a pesar de que sigue siendo excluido de la lista oficial de Palacio Nacional. Monreal está confiado en que no existe una pieza de recambio en el escenario político de Morena y por tanto permanecerá en ese cargo y le corresponderá a su capacidad personal y política la posibilidad de mantenerse en la carrera presidencial. La experiencia política de Monreal le permite entender que en un año habrá un enorme desgaste de los precandidatos oficial y que en ese contexto podrían aumentar sus posibilidades de colarse en la lista oficial.
- El económico está preocupando a los precandidatos porque no perciben ninguna preocupación en Palacio Nacional para atender los tres temas fundamentales de la crisis: el aumento en las tasas de interés, la inflación y de manera sobresaliente el desplome del PIB a niveles ya de estancamiento crónico. La falta de actividad económica está impactando en los niveles de empleo y por tanto generando preocupaciones e inquietudes en la sociedad mexicana.