José Luis Camacho Acevedo
A las cinco pm del domingo 10 de abril el pronóstico era el esperado: la votación fue a favor de que el presidente Andrés Manuel López Obrador continúe el ejercicio de su mandato hasta la fecha para la que fue elegido.
Los críticos a muerte de la 4T se solazan diciendo que fueron muchos 1500 millones de pesos gastados en un ejercicio de resultados predecibles.
La revista Proceso que circula esta semana trae una portada donde retrata a López Obrador como un alucinado por pasar a la historia engañando, con un corte fascistoide, a millones de mexicanos.
Si uno hace memoria de lo que ha costado a México quitarse de encima la sombra de ser un país que vive en una dictadura perfecta, que se empezó a descomponer gravemente en la elección de Carlos Salinas de Gortari, los 1500 millones de pesos que costó el ejercicio de ayer, en realidad pudieran palidecer ante los que el estado mexicano ha gastado con la creación de un nuevo padrón electoral, una nueva credencial de elector. Después, otro padrón y otra credencial ahora con fotografía. Y la creación de un organismo excesivamente caro, tan caro como es el tamaño de la desconfianza de los mexicanos en los procesos electorales de los tiempos dorados del partido único.
La realidad es que el ejercicio que popularmente se conoció como la revocación de mandato, no fue para nada una fiesta cívica.
Los famosos no aparecieron en las pantallas de la TV enseñando sus dedos pulgares marcados con la tienta indeleble.
Solamente fueron los personajes del oficialismo lopezobradorista los que cantaron la pírrica victoria del ejercicio de ayer.
No habrá sino una celebración de los que cobran al amparo del clientelismo de los programas sociales del régimen. Tanto de los que cobran mucho como de los recogen las migajas del populismo.
Afortunadamente la semana Santa apagará todos los juegos de abalorios que en los siguientes tres días tratarán de disfrazar la mascarada en un ejercicio democrático pleno.
Es el estilo de un régimen que se debate entre la consolidación como un gobierno “honesto” y una creciente desconfianza ciudadana.
Y a pesar de todo, con la escuálida y entreguista “oposición” que tiene la 4T, es previsible que, en el 2024, se repita el triunfo de los que hoy se proclaman como los salvadores del pueblo.
EN TIEMPO REAL
1.- Una satisfacción para AEInoticias.com y AEIholding.com, ha sido la designación de nuestra ejecutiva Ana Cristina Cabrejos como secretaria del Colegio de Arquitectos de Guanajuato. Cris siempre ha sido ejemplo de superación, responsabilidad y constancia.
2.- El que de plano no supo a qué lo mandó AMLO a Guanajuato fue el procurador del consumidor, Ricardo Sheffield Padilla, quien en su declaración pública después de votar se concretó a decir que en esa entidad se había dado la más baja votación del país. Le urge un asesor de la 4T a Sheffield.
3.- En Michoacán y Guerrero se hicieron de plano bolas con la instalación de casillas. Ello debido a las ansias de los mandatarios Ramírez Bedolla y Evelyn Salgado, respectivamente, de “tutelar el proceso”. O sea, de hacerle de plano al mapache en el más puro estilo priísta.
