El revés a la reforma eléctrica, ¿el principio del final?

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Sin entrar al fondo de la reforma eléctrica, concretándonos solo al hecho de haber sido desechada por no alcanzar la mayoría calificada, éste representa un durísimo golpe político al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Y, por supuesto, a Morena y partidos aliados.

Tanto AMLO como Morena intentaron todo para convencer a los Grupos Parlamentarios del PRI, del PAN y del PRD, para aprobar la anhelada reforma eléctrica del presidencial; sobre todo a la bancada priista con la cual podían alcanzar la mayoría calificada.

Pero fallaron. Y eso que hasta echaron mano de la compra de conciencias de algunos legisladores.

Pero ocurrió el milagro: PRI-PAN-PRD, votaron en contra. Especialmente milagro en cuanto a la bancada priista, cuya postura a veces tan condescendiente para analizar la reforma eléctrica propuesta por el presidente López Obrador, hacía dudar sobre su voto en contra.

Acción Nacional desde el principio había manifestado su postura de absoluto rechazo a dicha reforma eléctrica, y se mantuvo así hasta el desenlace de la noche del reciente domingo de resurrección. ¿Premonición hacia el 2024?

También el Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano (MC) votó en contra.

Morena, PT y PVEM solamente sumaron 275 votos en favor de la reforma eléctrica; pero requerían por lo menos 332.

EL MILAGRO 

El ‘milagro’ del revés a la reforma eléctrica del presidente López Obrador, tampoco se trata de un milagro por obra y gracia del Espíritu Santo. No.

Quizá AMLO y Morena no supieron llegarle al precio a los opositores.

O el ‘milagro’ simplemente se llama: Sucesión presidencial 2024, año en el cual además se renovarán las cámaras del Congreso de la Unión, y hay elecciones concurrentes en la mitad de las entidades para renovar congresos locales, presidencias municipales y gubernaturas.

Entonces, el duro golpe por el rechazo a la reforma eléctrica, políticamente representa el punto de arranque de la oposición para ir por todo en 2024, o al menos por recuperar la mayoría de las cámaras de Diputados y de Senadores, así como gubernaturas.

Aunque la apuesta, sobre todo de Acción Nacional, es ganar la Presidencia de la República y la mayoría cameral federal. Quizá lo consiga si próspera la coalición con el PRI y el PRD.

El problema será el desacuerdo en cuanto al partido político a aportar la persona candidata a la sucesión presidencial; el PAN quiere, y el PRI también.

ES COMO DICE UGALDE 

Ese duro, durísimo golpe, del rechazo a la reforma eléctrica del presidente AMLO, puede ser como escribió Luis Carlos Ugalde en Twitter:

“Hoy termina el obradorismo todo poderoso. @lopezobrador_ seguirá siendo popular, poderoso y estridente, pero cada vez más acotado. Termina fase ‘transformadora’ a nivel constitucional. Adiós a la reforma electoral y quizá al cambio de la Guardia Nacional. Inicia declive.” 

Puede tener mucha razón el Director General de Integralia Consultores y ex consejero presidente del IFE, pues si la oposición actúa en bloque como lo hizo respecto de la reforma eléctrica, tampoco pasara la reforma electoral de fondo, para la cual es necesario modificar la Constitución Política General con el aval de la mayoría calificada.

Y esa mayoría calificada Morena y aliados ya no la tienen, ni la reúnen siempre y cuando la oposición se comporte como tal: Como oposición en bloque y de manera responsable.

Entonces, el partido en el poder presidencial no podrá ‘transformar’ y mucho menos desaparecer a instituciones que son pilares en la democracia mexicana como el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Ante el comentario de Luis Carlos Ugalde, un amigo, también especialista en materia política electoral, comentó: “Yo le agregaría: Después de haber ganado todo, a mitad de sexenio todo se está derrumbando, sus mentiras. El PRI lo mantuvo un poco más de 70 años; se llama hegemonía política”. 

Bueno, no todo se le está derrumbando a AMLO; la jornada de Revocación de Mandato en su vertiente de que “siga” en la Presidencia de la República, le arrojó la evidencia de su voto “cautivo” para de ahí armar sus estrategias político-electorales rumbo al 2024, pasando por las elecciones locales 2022 y 2023.

PALO DADO 

Aunque el presidente López Obrador consiga la aprobación de una reforma a la Ley Minera para que el Estado tenga la rectoría del litio (reforma para la cual no se requiere mayoría calificada), así como para hacer contra-peso al durísimo golpe del domingo, pues como reza la vox populi: “Palo dado ni Dios lo quita”. 

“ALITO” 

Sin echarle un ojito al fondo, podría decirse que el presidente del PRI nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, se fortalece con el rechazo de su Grupo Parlamentario a la reforma eléctrica, a menos de que a él no le haya quedado otra ante la presión de diputadas y diputados priistas.

Pero si él impulsó ese rechazo, “Alito” se fortalece y tal vez rumbo al 2024.

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