Una reforma electoral de consenso

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Es inminente la discusión de la reforma electoral, primero en sesiones de trabajo de las Comisiones Unidas de la Cámara de Diputados para construir el dictamen a someterse a la consideración del Pleno legislativo en breve, salvo decisión en contrario.

Apenas el fin de semana, el diputado Ignacio Mier Velazco, líder de la bancada de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), prometió diálogo y apertura en dichas reuniones de trabajo, así como incluir las más de cien iniciativas constitucionales y legales existentes.

En ese contexto manifestó la “mayor disposición” del Grupo Parlamentario de Morena, el cual no quiere “hacer valer de manera mecánica (su) mayoría”, pues a las diputadas y diputados morenistas los mueve el origen de su movimiento, “que es vivir en un país más democrático”.

Qué así sea.

Y si es así, Ignacio Mier estaría prometiendo sacar la reforma electoral por consenso desde el dictamen que elaboren las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales, de Reforma Política-Electoral, y de Gobernación y Población, donde Morena junto con sus aliados (PT y PVEM) podrían aplicar exitosamente su mayoría, no así en el Pleno legislativo.

Porque una reforma electoral constitucional requiere del aval de la mayoría calificada, máxime cuando Morena plantea un cambio en el sistema electoral mexicano y en el modelo de integración de los órganos electorales administrativos y jurisdicciones federales y locales.

Se trata de una ‘cirugía’ mayor, compleja y hasta peligrosa para los avances democráticos existentes en la República Mexicana; avances, por cierto, conseguidos por la izquierda cuando era oposición, así como por el PAN, cuando en el país gobernaba el PRI a sus anchas.

Y si bien toda normatividad es perfectible, pues debe adecuarse a las necesidades de la ciudadanía, cualquier reforma que implique cambios profundos debe hacerse con “cautela” y con el más “amplio consenso”, como recomienda la Comisión Europea para la Democracia por el Derecho, conocida como la Comisión de Venecia, en la opinión solicitada por el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.

Incluso, dicha Comisión es enfática cuando considera que la falta de consenso acarrea el riesgo de retrocesos en las conquistas democráticas, empezando por la pérdida de confianza en los órganos electorales, los cuales (considera esta escribiente) si bien tienen vicios de origen en el procedimiento de integración, tampoco es la solución integrarlos mediante el voto popular.

Cualquiera de los dos procedimientos tiende a la partidización. Entonces, las bancadas en la Cámara de Diputados deben encontrar el punto medio; el método que garantice integrar órganos electorales totalmente independientes, imparciales y autónomos.

Y parece una misión imposible, porque la normatividad electoral la confeccionan legisladores con pertenencia política, por tanto siempre buscarán el mayor beneficio para su respectivo partido. Ahí radica el vicio de origen.

Por eso es importante sacar la reforma electoral con el más amplio consenso, porque al menos garantizaría equilibrios y, en consecuencia, paz social.

LA OPOSICIÓN  

La oposición a Morena, representada por el PAN, el PRI, el PRD y Movimiento Ciudadano han manifestado su intención de impedir retrocesos democráticos en la reforma electoral, sobre todo en lo referente a los órganos electorales.

Ya se verá.

La discusión y elaboración del dictamen sobre la reforma electoral, así como su aprobación en el Pleno legislativo, pone a prueba a la oposición. No solamente en mantener su postura en contra de algunas de las propuestas contenidas en la iniciativa morenista, sino en sus propios planteamientos.

Vaya, la oposición tampoco es inmaculada. También intentará obtener ventajas en el andamiaje jurídico electoral, sobre todo en materia de financiamiento y fiscalización.

A VER QUE SALE  

A ver que sale de la discusión de 50 iniciativas de reforma constitucional electoral presentadas por diferentes diputados y diputadas de todos los partidos políticos; paquete en el cual se incluye la del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; así como del análisis de 54 iniciativas de reformas a las leyes secundarias electorales.

Sale una reforma integral de consenso, o una de discenso que de todos modos sería avalada por la bancada de Morena y aliados con el apoyo de algunos diputados de oposición, como salió la reforma militar.

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