Para su laboratorio de revocación promovió una fuerte presión a la suprema corte de justicia lo mismo que para la reforma eléctrica. Para el proceso legislativo este domingo no solo amenazó a los partidos políticos sino les calificó de “traidores”.
En pocas palabras la imposición suplanta a la democracia. “O están conmigo o están contra mi”.
Es del dominio público que AMLO ha poténcializado su influencia en la Suprema Corte de Justicia. Tampoco lo es su fuerza para destruir a instituciones autónomas como el INE o su intervención en la UNAM. Dentro del poder legislativo fue vergonzoso el comportamiento y las diatribas de los militantes de Morena y simpatizantes que aún apoyan a AMLO bajo condicionamientos de programas asistenciales.
Incluso se intentó manipular a la sociedad mediante un bombardeó de mensajes en redes sociales por parte de sus “influencers” consentidos (los que reciben exceso de privilegios en los Tianguis Turísticos), comandados por un extranjero de origen español.
Los favorecedores del griterío contra la oposición un no han ignorado lo esencial del debate serio que indica que la propuesta de reforma propondría un monopolio destrozándose a la competencia y a la inversión cancelando como primer impacto contratos vigentes ocasionando el incremento del costo de las tarifas por el servicio de suministro eléctrico. La falta de infraestructura provocaría constantes apagones procurando daños económicos considerables al erario y provocando endeudamiento. Incluso violaría tratados internacionales firmados por México, incluyendo el T-MEC, El TPP y el TLCUEM (por ello el rechazo de USA y Canadá).
El factor de degradación ambiental y contaminación es otro de los factores que ocupan y preocupan en lo doméstico pero también en la calificación internacional. Como sea, lo que antes de obstruía como la Reforma Energética de Peña Nieto hoy se trata de imponer por la decisión del presidente . Los que antes acusaban de “asesino” a Bartlett y de promotor del quiebre electoral de México, hoy le aplauden y lo reconocen.
Morena convirtió al escenario legislativo en un patético cuadrilátero para la ofensa, la agresión y los insultos. No fueron capaces de sostener una argumentación de nivel, ni tenían información ni capacidad de convencimiento. Triste espectáculo de ofensas y arrebatos. Poca, muy poca estatura como la que siempre contestataria intenta imponer Andrea Chávez que a los doctores y catedráticos en Derecho de la UNAM les acusa de haber comprado sus títulos. Así no presidente.
El desconocimiento a los poderes de la unión y usando a la población comprada como escudo no es democracia.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135
@cramospadilla