Hasta el momento es un enigma: ¿de dónde ha surgido la hepatitis aguda infantil? Desde el pasado mes de abril comenzó a reportarse en Reino Unido e Irlanda y poco a poco se ha ido extendiendo a más países y ya son una veintena con casi 250 niños afectados, un 10% ha sido trasplantado del hígado y empiezan a reportarse fallecimientos.
En Lisboa, Gerald Rockenschaub, director regional de Emergencias de la OMS, aseveró que están dándole “prioridad absoluta” y trabajan coordinadamente con el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades.
El directivo destaca que están realizando investigaciones en países que han identificado casos e incluyen historias clínicas y de exposición más detalladas con pruebas de toxicología y pruebas virológicas, así como microbiológicas adicionales.
Una de las hipótesis tiene que ver con el adenovirus tipo F41. La OMS explica que los adenovirus son patógenos comunes que generalmente causan infecciones autolimitadas.
“Se propagan de persona a persona y, con mayor frecuencia, causan enfermedades respiratorias, pero según el tipo, también pueden causar otras enfermedades como inflamación del estómago o los intestinos; ojo rosado e infección de la vejiga”, de acuerdo con Rockenschaub.
Hay más de 50 tipos de adenovirus inmunológicamente distintos que pueden causar infecciones en humanos. El adenovirus tipo F41 se presenta típicamente como diarrea, vómitos y fiebre, a menudo acompañados de síntomas respiratorios. Si bien hay informes de casos de hepatitis en niños inmunocomprometidos con infección por adenovirus, no se sabe que el adenovirus tipo F41 sea una causa de hepatitis en niños por lo demás sanos.
Según la OMS, las hipótesis relacionadas con los efectos secundarios de las vacunas antiCovid carecen de respaldo, dado que la gran mayoría de los niños afectados no recibieron la vacuna contra el coronavirus.
A COLACIÓN
En España, hablé con Juan Jesús Gestal Otero, en su opinión los datos recabados carecen de relación unos con otros, lo que tiene a mucha gente “perpleja” buscando el hilo conductor que provoca esas manifestaciones hepáticas tan graves en los infantes.
Me dijo preocupado que no hemos salido de los problemas y entre medias la guerra de Rusia con Ucrania. La salud pública es algo imprevisible porque puede aparecer un problema en el extremo del mundo y luego extenderse.
Gestal Otero razona que si fuera un origen infeccioso por un adenovirus contagiaría a la gente próxima; la otra incógnita, un origen tóxico, habría que hallar cuál es ese tóxico que pueda estar presente en todas partes para infectar así.
Él como jefe del Servicio de Medicina Preventiva del complejo Universitario de Santiago ha visto muchos casos de infecciones, enfermedades, así como brotes de sarampión.
Le pregunté si dado el clima tan enrarecido a nivel mundial con las tensiones geopolíticas, lo que estamos viviendo con la pandemia y ahora con la hepatitis aguda infantil de origen desconocido, si todo puede ser parte de una guerra biológica deliberada; para Gestal Otero son puras teorías conspiranoicas que no se adhieren a la realidad.
Aunque reconoció que China no ha permitido el acceso cabal y amplio para realizar las investigaciones pertinentes lo que dará lugar a que se quede como sospecha.
Después está la duda de si nos hemos cuidado tanto estos dos años con medidas extremas de higiene, de limitado contacto social, de aislar a los niños de las aulas que quizá los virus y otros patógenos puedan ser más dañinos y resistentes.
Gestal Otero me comentó que hace unos días en un Congreso de Microbiología, los participantes señalaron que se ha centrado toda nuestra atención en el Covid-19 que no descartaban resistencias en las bacterias. Sobre todo en los gérmenes hospitalarios que pueden estar aumentando. Seguro que el coronavirus nos dejará un amplio abanico de secuelas.
@claudialunapale