El próximo domingo 29 de mayo cierra campaña el candidato común del PRI-PRD a la gubernatura de Oaxaca, Alejandro Avilés Álvarez, en el Auditorio Guelaguetza cuyo cupo va de las 15 a las 20 mil personas sentadas.
Y dicen que a dicho mitin multitudinario se espera la presencia del presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”) para “cerrar con broche de oro” la campaña del abanderado tricolor.
Pero en círculos priistas oaxaqueños preguntan: “¿Será correcto que venga ‘Alito’ al cierre de campaña de Avilés y lo acompañe el gobernador (Alejandro Murat Hinojosa)…? ‘Alito’ no está en su mejor momento de aceptación. Pero el gurú de Piñeyro lo está valorando.”
Pues correcto quien sabe. Pero prudente, no.
La presencia de “Alito” puede hacerle un flaco favor a Avilés Álvarez, porque ciertamente Moreno Cárdenas no se encuentra en su mejor momento de aceptación ciudadana. Más bien, se localiza en el ‘ojo del huracán’ y en la decepción de la ciudadanía.
¿En qué grado? Es incierto, pero sean ciertos o falsos los últimos audios de su voz, que revelan presuntas acciones de corrupción y agresión a periodistas, han puesto a “Alito” como un ejemplar de la degradación política, que (mientras no compruebe la falsedad de los audios) le restan calidad moral para hablar del autoritarismo morenista.
Es más, esos audios (donde se escucha una voz idéntica a la de “Alito”) le dan armas a Morena para hacer proselitismo en contra del PRI (y de su alianza con el PAN y el PRD) con el discurso en contra de la corrupción, lo cual pega en las seis entidades con elección de gubernatura 2022, pues actualmente están gobernadas por los partidos aliancistas.
Mejor que ni se acerque “Alito” a Oaxaca, donde las proyecciones de diversas encuestas le son adversas al PRI; su candidato Avilés Álvarez sí logró crecer, pero al parecer no lo suficiente como para alcanzar al abanderado de la coalición Morena-PT-PVEM-PUP, Salomón Jara Cruz.
Veremos qué pasa en la jornada electoral del próximo cinco de junio, porque no todo es preferencia electoral. Pero por el momento, la diferencia parece insuperable a favor de Jara.
Entonces la famita que se carga ahora “Alito”, puede afectar la candidatura común PRI-PRD en Oaxaca, además la imagen de su tocayo Alejandro Murat, que será muy su ‘amigo’, pero también tiene la misma aspiración de Moreno Cárdenas: La candidatura priista a la Presidencia de la República, por lo menos para poder negociar espacios para los suyos en el Congreso de la Unión, Congresos Locales y ayuntamientos, para 2024.
Bueno, hasta candidaturas en 2023 en el Estado de México, considerando que Alejandro Murat es nativo de esa entidad, no de Oaxaca donde tan solo llegó a ‘gobernar’, empezando a conocer el interior de la entidad en la campaña. La capital oaxaqueña la conoció cuando don José Murat fue gobernador, de 1988 a 2004; muy recientemente.
A decir verdad, ni siquiera sería prudente la presencia de Alejandro Murat en el cierre de campaña de Alejandro Avilés, porque la administración de aquél no ha sido la mejor, entonces el abanderado tiene muy poco de qué presumir de dicha administración, además necesita demostrar que, en el remoto caso de ganar, no será un subordinado de la dinastía Murat.
NI LES IMPORTA
Cuando inició la campaña, lo dijimos: Lástima que ahora que un militante es candidato a la gubernatura de Oaxaca, las condiciones sean tan adversas para el PRI.
Y ahora además puede decirse que a “Alito” y a Alejandro Murat poco les importa la suerte de Alejandro Avilés; la prioridad de ellos es su aspiración a la candidatura del PRI a la Presidencia de la República.
Bueno, en el caso de Alejandro Murat tiene dos opciones más: La presidencia nacional priista o por lo menos un cargo en el gabinete de AMLO.
Así que la importancia de la campaña priista a la gubernatura en Oaxaca, radica en la utilidad de la misma para la presencia de “Alito” y de Alejandro Murat.
¿O no?
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