La Alerta de Género es una herramienta de emergencia para la protección de los derechos humanos de las mujeres ante la alarmarte cifra de violencia feminicida en el país, instituida en 2007 en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en que le da a la Secretaria de Gobernación la potestad de la Declaratoria de alerta de género.
Hoy tenemos 25 declaratorias de alerta de género emitidas desde 2015, en 22 estados que incluyen 643 municipios, en el que hay más de 522 medidas recomendadas a gobiernos y órganos autónomos locales para implementar acciones que eliminen la violencia feminicida. Sin embargo, estas estrategias son fallidas ya que no se da cumplimiento por parte de las autoridades responsables y los grupos de trabajo para atender la SAVGM.
La alerta de género fue creada con el impulso de un grupo de legisladoras en el que destacan la Dra. Marcela Lagarde y de los Ríos y Angélica de la Peña, donde redactaron su definición en el artículo 22 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia “es el conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado, ya sea ejercida por individuos o por la propia comunidad”.
La institución de la Alerta de Género, nos hace creer que empodera a las mujeres garantizando sus derechos humanos y el resguardo de su integridad física, emocional y psicológica, pero está fuera de la realidad ya que persiste el incremento de violencia de género en los estados y municipios que se decreta, por lo que las alertas son un definitivo fracaso.
Los feminicidios siguen al alza al 100%, aunque Inmujeres, la CONAVIM, la ONU y la agencia de Iniciativa Spotlight, lanzaron una Reforma a la Ley de Acceso y una campaña informativa para fortalecer acciones legislativas y contra la violencia de género y feminicidios. Los esfuerzos institucionales no son suficientes ante la ola feminicida, la Alerta de Género requiere de resiliencia, fuerza y empatía ante las exigencias de la agenda de género.
La alerta de género ante el movimiento feminista ha perdido credibilidad por su falta de efectividad, ya que cuando se da seguimiento a la agenda de violencia se concluye que en las evaluaciones que emite la CONAVIM de los 25 estados que tienen decretados la alerta, se arrojan resultados en que solo el 9% de las medias son cumplidas, el 5% no son acatadas y el 86% se encuentran en opacidad y sin cumplimiento, sumado a que las autoridades responsables nunca cumplen con los plazos para emitir los informes de evaluación.
Los feminicidios evidencian las fallas estratégicas y la inadecuada operatividad de las Alertas de Género, el aumento sostenible de 11 mujeres asesinadas todos los días por violencia comprueban su fracaso. De nada sirve activar la Declaratoria de las alertas de género, si a las mujeres nos siguen matando, se requiere con urgencia más que la consigna ¡Alerta! ¡Alerta, Alertaaa Feminista! para combatir los feminicidios en México.