Gerardo De la Concha
Cantinflas tiene una película con una disparatada trama. Había un país imaginario, Pepeslavia, donde los representantes de los países del mundo se iban a reunir y el embajador de la República de Cocos, conocido como Lopitos, adquiriría el grado de Su Excelencia al proponer la paz mundial mediante un discurso tan convincente que provocaría el desarme de los bloques contendientes.
Como se sabe la influencia en él de los personajes de la Edad de Oro del cine mexicano -por ejemplo, su famosa frase emblemática “Me canso ganso” es de Tin Tan-, es válido preguntarse si la inspiración del presidente López Obrador para promover la paz entre Rusia y Ucrania y la tregua por cinco años de todos los contendientes en las guerras contemporáneas del mundo, no fue acaso esta película de Cantinflas cuyo título es Su Excelencia.
Sin duda, las ocurrencias presidenciales pueden tener esta clase de referencias. Pretende con una proclama y un simple discurso, regañar a las potencias mundiales, a la ONU, a la OTAN y a los fabricantes de armas y de esa forma alcanzar la paz mundial.
Ya nombró al Papa, al secretario de la ONU y al presidente de la India como los representantes internacionales de la pacificación del mundo, para la paz entre Rusia y Ucrania y una tregua mundial por cinco años. El Presidente no ha explicado si su propuesta para la paz mundial, significa que todas las guerras se reanudarían después de ese periodo de suspensión de los enfrentamientos bélicos.
Algo más serio es el tema de la guerra entre Rusia y Ucrania. Al Presidente se le olvidó que oficialmente su gobierno condenó la invasión de Rusia a Ucrania, precisamente en la ONU y por su representante el embajador Juan Ramón de la Fuente.
Hay un agresor y un país invadido contra todas las normas del derecho internacional. Salvo las dictaduras y tiranías en el mundo, las democracias de todos los continentes y, en particular, los países occidentales se han opuesto a la invasión del Ejército de Putin. No hay paz posible si los rusos no se retiran del territorio ucraniano.
La resistencia ucraniana es una de las épicas libertarias del mundo contemporáneo. Europa y Estados Unidos han dado armas a los ucranianos. En buena hora, pues así este pueblo ha podido defenderse de un poderoso invasor, que ha masacrado civiles y bombardeado las hermosas ciudades ucranianas.
Algo sobre la OTAN. Todos los que apoyan o simpatizan con el tirano Putin la utilizan de justificación. Ucrania votó separarse de Rusia. Y esto tuvo una razón presente y otra, enraizada en su pasado.
Ucrania progresó en su separación de Rusia, pero su ánimo va más allá, ese pueblo mayoritariamente desea pertenecer a la Unión Europea. Comparten valores, quieren el comercio y la prosperidad. La OTAN es algo secundario para ellos, pues ya demostraron que no la necesitan para defenderse.
La razón que hunde sus raíces en el pasado, tiene que ver con un poderoso motivo por el que Ucrania votó casi de manera unánime por separarse de Rusia, pues en su memoria como pueblo está viva la culpa de Moscú del exterminio de casi cinco millones de ucranianos durante la colectivización forzosa comunista.
Esta tragedia se conoce como Holodomor. Se enseña en las escuelas ucranianas . Ningún gobierno ruso ha pedido perdón por este verdadero genocidio. Eran tropas de bolcheviques rusos los que despojaban a los campesinos ucranianos, los sometían al hambre, a las deportaciones y a los fusilamientos. Si el lector lo puede soportar, es recomendable el libro Hambruna Roja, de Anne Applebaum.
Mientras militariza la seguridad pública mexicana -sin haber defendido a la población ni iniciado ninguna investigación sobre los recientes incendios de comercios y ataques a civiles por parte de sicarios del narcotráfico-, el Presidente hace un posicionamiento internacional francamente ridículo.
Mijailo Podoliak, asesor del presidente ucraniano, Volidímir Zelenski, tiene razón al decir que esta postura apoya a Rusia. El contexto es muy desafortunado. La contra ofensiva ucraniana tiene alguna esperanza de derrotar al invasor y acaba de descubrirse en un bosque cercano a la ciudad liberada de Izium, una tumba colectiva que prueba otra matanza rusa contra civiles, donde aparecieron medio millar de ciudadanos ucranianos muertos con huellas de torturas. Entre ellos había varios niños.
Aunque lo imite, el Presidente no es Su Excelencia. Representa a nuestro país. El Senado de la República le debe exigir seriedad.