La crisis que nace desde el Estado de Guerrero

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Dirían los clásicos “en el capítulo anterior” hablamos del verdadero riesgo del “caso Ayotzinapa” y nos extendimos hasta la prospectiva que anuncia la llegada de “la hora cero” hoy, es decir, en esta tenida daremos espacio para leer las opiniones que aquel patrullamiento trajo a la mesa; más, habrá que decirse, aquella agenda trazada por el subsecretario Alejandro Encinas está por desbordar y causar efectos no calculados.

Antes de dar espacio a los apuntes trazados por un General mexicano al que, por protocolos de la Logia, le damos el alias de Paul von Hindenburg, siento la necesidad de mandar como “vanguardia” un apunte que haga veces de recordatorio para que sea “la voz del ser de esta columna y de nuestros apuntes totales”. Va.

Alguna vez desde el oriente de mi universo el arquitecto que traza mi vida me dijo “lo único que estás obligado a cumplir es hacer de tu vida un arte” aquel gran ser no se extendió con explicaciones ni ideas pragmáticas o retóricas. Entonces, ya con esa premisa yo decidí al tipo de arte que iba a desarrollar y, casi naturalmente opté por ser un alumno más del “arte militar”, ojo, no por eso quiero decir que desde los 15 años me vestí de gladiador o jenízaro y, como lo hiciera primero Rolando el Furioso y después Alonso Quijano me metiera a los caminos para ir por Angélica o por mi Dulcinea para que durante la búsqueda de esa(s) tomara tiempo para desfacer entuertos, no, ese no es el uso que le quiero dar a mi “arte militar”.

Decidida así mi forma de andar opté por lo siguiente, antes de cada acción vital en mi vida, fijo perfectamente la TAREA por cumplir, doy su devida importancia a esa, y ya teniendo el total conocimiento del quo vadis de mi espíritu estudio hasta la exageración el TERRENO sobre el que habré de andar, sin importar si ese es un minifundio, una alquería un paisaje llano y cómodo o un pantano fangoso y oscuro; con el control de lo anterior me aboco para identificar hasta sus células al ENEMIGO, ojo, no hablo de un adversario ni de un contrincante, directamente señalo que aquel ente que se presenta frente a mí con la intención de impedir mi misión lo habré de calificar como lo que es, enemigo. Y ya, por último, antes de dirigirme a mi objetivo mis manos deben haber palpado los recursos con lo que cuenta, esos, los medios que usaré pues conociendo esos mediré el esfuerzo, energía y fuerza que gastaré. Eso, queridos 9 lectores es desarrollar con arte (militar) un plan de vida, sea entonces.

En la tenida anterior Paul von Hindenburg no dejó de untar de plomo una hoja blanca, hoy el General hijo de otro Duro(n) General avisa que subirá a la columna de la elocuencia para, desde ahí, hablar; ya parado en esas alturas comienza.

-La política en general, no solo en México, tiene invariablemente como respaldo, la fuerza militar- el agradable sonido que hace el agua llenando un vaso anunció que comenzaba y que sus palabras serian de utilidad.

-Lo anterior es porque quien detenta el monopolio de la fuerza, según Max Weber, es el Estado. Para la praxis, es el gobierno, y todavía más específicamente son, el ejecutivo y el legislativo.

Recordemos- dice Paul -que una de las definiciones de “guerra” es …. el ejercicio de la política por otros medios …

Claro que lo anterior vale para la política internacional. Sin embargo, hacia el interior también tiene validez, ya que para generar gobernanza son necesarias políticas públicas. Pero cuando estas no son respetadas. Cuando la capacidad de respuesta en términos de diálogo o medidas administrativas del bando de buen gobierno han sido rebasadas.

Entonces… ahora el sonido venia de la caída de aquella agua por la garganta del General -El uso de la fuerza pública tiene plena justificación – concluye así su primera idea Paul.

-Aquí debemos recordar que ello tiene límites. Pero lo principal es que solo el Estado está facultado para emplear dicha fuerza- Hindenburg sigue hablando desde esa columna.

-Debido a aquella vinculación mencionada al principio, entre guerra y política, es que podemos aceptar que, en gran medida, los principios de la guerra tienen plena aplicación en la política- y yo quise decir “en la vida misma”, pero la personalidad del General me mantuvo mudo, él siguió.

-Como ejemplo de lo anterior podemos citar:

Unidad de objetivos y continuidad en la acción-… al ver caras de “what” Paul agregó.

-Significa que todos, en este caso gobernados y gobernantes, aspiren o busquen lo mismo- los rostros de signos de interrogación amainaron, más Paul atendió a los que seguían con ese gesto.

– ¿La Paz por ejemplo? Es un objetivo unificador que justamente vincula al ciudadano y sus representantes o gobernantes- aquellos gestos de duda desaparecieron de la mesa…

-Aún si bajamos de lo estratégico a lo táctico, la vinculación prevalece. Es decir, en una operación militar, es fundamental no dejar enemigos a nuestra retaguardia- ahora brotaron otros gestos, estos decían “ayguey”.

-En tanto que en una acción política- continuó el Mariscal ignorando los nuevos gestos -no deberíamos dejar en el camino a quienes no piensan igual que la mayoría, para evitar actividades contestatarias. Es mejor- ahonda -atender, negociar, debatir, a fin de convencer, que crear futuros focos de inconformidad y conflicto- Paul continua y ahora ni cuijas ni grillos rompían en silencio.

-Hoy uno de los grandes temas que ocupan la agenda nacional en este país de aztecas, criollos y mestizos, es el encuadramiento orgánico de la Guardia Nacional, y con ello, las nuevas facultades y atribuciones de SeDeNa.

He aquí un verdadero reto para su país -nos dice- sus habitantes, su entorno geopolítico y su contrato social- y agrega.

-Los esfuerzos deberían orientarse a un mismo objetivo: Si, contar con otro cuerpo armado para la seguridad. Esta vez la pública –y pregunta

– ¿Tenemos ahí unidad de objetivo? – y se responde -Al parecer, sí. Pero, hay serias divergencias que ya describimos. Cómo conciliar entonces, en lo táctico, para no dejar de satisfacer a quienes demandan un mando civil y encuadramiento en la estructura gubernamental, también civil- y como los presentes, abajo al norte y sur de la Logia algo hemos estudiado acerca de ESTRATEGIA ni siquiera pensamos en bajar y subir las pestañas, pues la prioridad era seguir escuchando.

– ¿Confrontando ambas corrientes como una ecuación sin solución de continuidad? ¿Dividiendo más al país? –

-Es obvio- dice Paul -que, para todos los campos del poder, ¡ello no es conveniente! – ¿campos de Poder? Vaya un afectuoso recuerdo a José Clemente Vega García.

-Vemos entonces- sigue Paul -cómo la política puede, en gran medida, aprovechar procedimientos del arte militar para organizar una estimación de situación y arribar, en el mejor de los casos, a uno o más cursos de acción viables para resolver tamaño diferendo-.

-Piénselo- nos dice Paul von Hindenburg -la doctrina militar no solo aplica para una guerra- cabezas, más bien, rostros subían y bajaban del cenit al nadir en internacional gesto de aprobación. El orador desde la columna de la elocuencia cierra su carpeta y concluye – ¿Por qué no darle mejor empleo?… Paul habla de la doctrina que lo formó y termina con una última pregunta – ¿Lo había pensado?, ya caminado de esa columna a su plaza (sillón) el General mexicano camuflado en la retórica de un alias nos dice.

-¡Háganlo, incursionen en ellas (arte y doctrinas militares) y tal vez pueda sorprenderse, pero, sobre todo, levantar a este país de su casi postración!  – y no se aguanta, lanza una última pregunta con su consabida respuesta

– ¿Exagero?… Mmmmh, no lo creo- corta su garganta con un sable imaginario y con eso nos recuerda que ha separado sus ideas del mundo terrenal y entonces se desvanece… se va, se retira.

Concluyo; y cuando los de la mesa calculamos que el hijo del General que desde la IX Zona Militar neutralizó la sinergia que se comenzaba a dar entre Gomeros y Guerrilleros (1983) ello en la Sierra del triángulo dorado, él, nuestro Paul von Hindenburg, pensábamos digo, se lanzaría contra los dislates e intentos de venganza del “comunista” hoy subsecretario de Gobernación, pues nada que ese, mi General, elevó la miras y nos obsequió una excelente pieza  de Axiología, solo quedaría decir “aquel que tenga ojos para ver que vea y oídos para oír, que oiga”.

Ultimo patrullaje. – ahora que estoy involucrado en labores de Comunicación e Información dentro de la Fiscalía General del Estado de Guerrero me estoy dando cuenta que el desarrollo del Arte Militar en las operaciones, sistemas y procedimientos de esta en el corto plazo dará resultados óptimos; acá la figura de un cuartel maestre comisionado por el EM da forma y color a eso que arriba dibuje, el cumplimiento de la misión (¿Qué es sagrada?) la firmeza de caminar sobre el terreno, el tener radiografiado al enemigo el manejo y administración de los medios indudablemente que arrojará solo resultados de buen éxito.

Balazo al aire. – ¡comenzamos!

Greguería. – sin duda, paz solo es el tiempo entre guerra y guerra.

Oxímoron. – corre, corre, pero ¡por favor no te muevas!

Haiku. – sean pues tus pestañas,

amada,

hamaca de miradas.