Tras presentar su renuncia como Secretaria de Economía, Tatiana Clouthier Carrillo dijo: “…uno debe saber cuándo retirarse.”
Cierto.
Quizá lo que le hizo falta a Tatiana es saber cómo retirarse.
Porque hacerlo en un acto público como es la conferencia mañanera del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; leer con voz entre-cortada (casi llorando) un texto de agradecimiento, impregnado de mucho sentimiento, pero que no es claro en las razones de la dimisión, generan infinidad de dudas, sospechas, respecto de ambas partes.
Como única razón Tatiana argumentó: “Mi oportunidad de sumarle al equipo está agotada”.
Aunque pudieran leerse entre líneas las siguientes frases:
“Gracias una ocasión más por enseñarme a apreciar la diferencia como un espacio de respeto, de diálogo, de crecimiento y por dejarme poner mis capacidades al servicio de la patria y sobre todo por mostrarme que cuando de servir se trata, no hay cansancio, enfermedad o barrera que no se pueda superar…
“Esta semana me tocó levantarme tres días a la mañanera y ya no podía y tú tienes ya mucho tiempo aquí haciéndolo.”
¿Hubo diferencias entre ella y AMLO? ¿De qué naturaleza? ¿Ideológicas, administrativas, de visión sobre las políticas públicas? Si es que las hubo, puede ser que las platicacaron sin llegar a unificar criterios, solo el acuerdo del respeto mutuo.
Por otra parte, si la vocación de Tatiana es servir a la patria (como también lo refirió) y alude como ejemplo el camino mostrado por el mandatario, entonces por qué expresó cierta dificultad para asistir a las “mañaneras”. ¿Está cansada? ¿Enferma? ¿Es excusa ante una razón indecible de su dimisión a la Secretaría de Economía? ¿O simplemente es una frase de reconocimiento y admiración a la constancia de AMLO en madrugar para la conferencia?
En fin.
Y ante la falta de claridad de la renuncia de Tatiana, se desataron las reacciones, sospechas y conjeturas. Que si dimitió por congruencia por su desacuerdo con la “militarización” del país, en contra de la cual votó en alguna ocasión cuando fue diputada; que si la decisión tiene que ver con tema relacionados con sus funciones como Secretaria de Economía, etc.
Y luego lo que dijo el presidente AMLO:
“Me comunica que desea retirarse del gobierno, no así de la lucha por la transformación del país y respetamos su decisión. Insistimos que se quedara, pero es una mujer con convicciones, con criterio y ha tomado esta decisión de dejar la Secretaría de Economía, quisimos hacerlo aquí para agradecerle mucho por su contribución, por su apoyo”, expresó en la conferencia de prensa matutina.”
O sea, ¿dejó el cargo en congruencia con sus convicciones? ¿Cuáles son?
Hablar de convicciones es como reconocer la existencia de desacuerdos con algo. ¿O no?
Sin desacuerdos, la despedida pública en la “mañanara” habría terminado con un efusivo abrazo cargado de cordialidad y agradecimiento entre Tatiana y el presidente López Obrador, quien evitó corresponder al abrazo que ella intentó darle; aunque el mandatario argumenta no haberse dado cuenta.
Es probable. Tal vez la emoción, el sentimiento, hizo que AMLO siguiera aplaudiendo de manera involuntaria, en un acto reflejo.
Sin embargo, las palabras entre sollozos de Tatiana y la falta de correspondencia de Andrés Manuel al abrazo de su ahora ex colaboradora, clavaron la duda sobre los motivos de ella para renunciar al cargo y sobre los términos de la relación entre ambos.
Ante cualquier desacuerdo, la presentación de la renuncia hubiese quedado en un acto privado y punto. Y AMLO la hubiera dado a conocer en la “mañanera” con el respectivo agradecimiento a Tatiana por su contribución en materia económica en el Gobierno Federal y su apoyo a él como Presidente de la República.
En fin.
Diversos medios de comunicación recogieron las impresiones sobre la renuncia de Tatiana, que para la iniciativa privada resultó “sorpresiva” y “preocupante” frente a temas prioritarios con relación al T-MEC y los acuerdos contra la inflación en nuestro país, entre otros.
LA SUSTITUCIÓN
Y como en política nadie es indispensable, este viernes el presidente López Obrador informó su decisión de nombrar a Raquel Buenrostro Sánchez como nueva secretaria de Economía, en sustitución de Tatiana Clouthier Carrillo.
Para AMLO, Buenrostro, quien se venía desempeñando como directora del SAT, “ha tenido un buen trabajo porque no ha disminuido la recaudación, es una servidora pública ejemplar y le (tiene) toda la confianza”.
De profesión Licenciada en Metemáticas con Maestría en Economía, Raquel tiene una trayectoria respetable de más de 25 años dentro de la administración pública. Fue, por ejemplo, directora general adjunta de Control Presupuestario en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, gerente de Planeación y Desarrollo en Petróleos Mexicanos y subtesorera de Política Fiscal en el gobierno de la Ciudad de México.
Con el nuevo nombramiento, Buenrostro está destinada a cerrar el último trecho de la administración de AMLO en la Secretaría de Economía.
A ver si aguanta o se retira en cualquier momento.
SABER RETIRARSE
Todas las personas dedicadas a la política o al servicio público, deben saber cuándo retirarse, pero también cómo.
Porque la forma es fondo.
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