Parece que no hay de otra más que aplicar el plan adjunto y este es iniciar una cacería de personajes para intentar recuperar terreno. AMLO tiene muchas preocupaciones, muy complejas y muy sensibles. El Estado de México y la CDMX, el rompimiento con Montear, la exhibición de Pío y José Ramón, Guacamayas, “El Rey del Cash” y otros frentes que están erosionando marcadamente a su gobierno.
Las muertes acumuladas, la pandemia, la violencia y el crimen también juegan en contra y la relación con Rusia lo encajona más. Es visible y predecible el ataque al INE y a la UNAM y ante el fracaso en el juicio sumario y popular a los expresidentes busca otra alternativa.
El propio presidente en la mañanera le mando un aviso a Peña Nieto, asunto fuera de tono y proporción porque el presidente no es ministerio público como cuando se comportó al liberar a Ovidio Guzmán.
Extraño que le pusiera en alerta al mexiquense porque en verdad de proceder se inicia una carpeta de investigación, interviene la Interpol con ficha roja, se le ubica y se le detiene para luego deportarlo. No se le avisa. Sin embargo, con Felipe Calderón fue distinto, pero igual de agresivo.
En una exposición en España, Calderón da a conocer que están abiertas seis carpetas de investigación penales en su contra.
En México el secretario de gobernación confirma qué hay una investigación penal e internacional por tráfico de armas en el apartado “rápido y furioso”. Hábilmente Adán Augusto no informa quien denunció. Pero informa después de lo dicho por Calderón, no antes. No fue AMLO, fue el secretario de Gobernación.
Lo curioso es que el secretario de gobernación el parece ignorar o no tiene idea de lo que afirmó ya que “Rápido y Furioso” es un asunto juzgado, “zanjado” aseguro el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, hace meses. Incluso se dio a conocer el informe correspondiente en el 2016 en donde se anticipa que se cerró el caso. Los escándalos están en puerta y el cerrajero es el presidente, incluso tiene pendiente la orden de extradición a Carlos Ahumada que también le va a costar políticamente.
La desesperación aunada al poder es muy peligrosa. AMLO sabe que no pasará con buenas calificaciones a la historia y que sus obras faraónicas no funcionaran.
La clase pobre está más debilitada y creciente, la corrupción será un fuerte detonante, el crimen organizado es su talón de Aquiles y los rompimientos que está provocando en Morena y entre sus “corcholatas” le están abollando la corona aún cuando deslice la idea de ampliar su mandato.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio
@cramospadilla