Este lunes ganó la democracia, ganó la Suprema Corte, ganó el país. La Ministra Norma Lucia Piña Hernández es la primera mujer en la historia en Presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Es maestra y egresada de la Facultad de Derecho de la UNAM.
Finalmente se desechó el influyentismo, la imposición, los planes “B”, el amiguismo y la protección de intereses propios de un solo hombre. Las rondas de votaciones, tres, permitieron consolidar lo que se espera un nuevo ciclo imparcial y equilibrado en la Suprema Corte que demuestra de una vez por todas las urgente y vital división de poderes y más aún cuando estamos ya al cierre del presente sexenio y sus arrebáteles faraónicos. México necesita ya detener las burlas aquello de que “no me salgan de qué la ley es la ley” o que “al INE si se toca”. Le corresponde a la magistrada Piña una tarea titánica e histórica que inicia con buscar nuevamente la consolidación del Estado de Derecho.
La Magistrada Piña conoce y bien primera sala que se encarga de revisar los casos de jurisprudencia criminal y civil. Ha dirigido la Unidad General de Igualdad de Género de la SCJN y presidió el Comité Interinstitucional de Igualdad de Género del Poder Judicial de la Federación.
En esa Institución no debe caber la farsa ni la estafa y por ello tendrían que continuar las indagaciones sobre presuntos ilícitos cometidos por la Magistrada Esquivel que ella misma promocionó y divulgó en redes y medios de comunicación.
Aun cuando la tarea universitaria de evaluación de las irregularidades no ha concluido es precisamente en el área judicial donde se deben profundizar los argumentos desde la obtención de un enorme terreno en Santa Fe por intermediación. de Marcelo Ebrard, pasando por documentos notariales en oficinas de Olga Sánchez Cordero y Adán Augusto López hasta el ya denunciado plagio de la tesis profesional. Todo esto por el bien del país ni más ni menos. Si la dignidad no le alcanza a ninguno de los involucrados en estos hechos para someterse a la determinación de las leyes, si hay instituciones propias para hacer la tarea.
Está un en debate político y público asuntos como la militarización de la nación o el fortalecimiento del INE asuntos nada menores para el cambio de administración federal. Incluso temas como el de Pío López Obrador o los contratos recibidos por la esposa de José Ramon ameritan una nueva revisión debido a qué hay evidente abuso y mal uso de recursos patrimonio de la nación.
Dentro de la SCJN se empeñaron en fortalecer el criterio y valor de género (que en mi opinión y siempre lo he dicho los cargos deben ser ocupados por talento y capacidad no por faldas o pantalones), pues ahora la nueva Presidenta tendrá que mostrar talante, rigor, honestidad, entrega y determinación. Este nuevo ciclo será como nunca el más valorado por la ciudadanía, pero también el de mayor presión por parte del Ejecutivo.
AMLO suma cinco derrotas manifiestas: pérdida de la mitad de la CDMX, no lograr la mayoría legislativa en el Congreso, la revocación de mandato y el juicio a los expresidentes y hoy la caída de su favorita para la SCJN. Pero el caso no es que pierda el presidente, sino que el país no debe ser administrado por pifias, imposiciones o arrebatos.
AMLO piso a destiempo a pelear a sus “corcholatas” grave error que ha denunciado incluso la autoridad electoral por violentar las normas del caso. Son sus “candidatos” los que atropellan las leyes y eso también le va a costar y mucho.
Ya vimos lo calladitos que están sus youtubers con el asunto de Yasmín Esquivel y en relación a las campañas anticipadas de Ebrard, López y Sheinbaum. Este inicio de año da pauta para no ver vulnerado el prestigio de la UNAM y la SCJN, falta que el INE ejerza su fuerza y ganemos todos en la democracia, por cierto, ejercicio fortalecido hoy en la SCJN.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.
@cramospadilla
